El CEDLA cree que el boom económico está llegando a su fin; mientras que Fundación Tierra pone en debate el agronegocio de la soya en manos de cinco transnacionales.

El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) y la Fundación Tierra coincidieron en que la retórica del gobierno ha entrado en contradicción con la realidad económica, los derechos de los pueblos indígenas, la explotación petrolera y las políticas de  agroextractivismo y agronegocio en el país.

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) y en particular cuatro instituciones: el Cedla, Fundación Tierra y Milenio en La Paz y el Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) en Cochabamba, han sido el centro de las críticas del vicepresidente Álvaro García Linera, porque presuntamente “mienten” y hacen política partidaria, cosa que les está prohibido.

Los directores del Cedla y Fundación Tierra, Javier Gómez y Gonzalo Colque, respectivamente, lamentaron que el gobierno tenga una “actitud despectiva” sobre el trabajo de estas organizaciones en el ámbito de la generación de conocimiento e investigación sobre diversos temas de interés de la población y sobre las políticas públicas que se implementan en el país, que en su criterio solo pretenden generar el debate sobre los asuntos de política pública.

Frente a las críticas permanentes, Colque reprochó que el gobierno haya lanzado a las ONG a un “campo de batalla” en el que el poder político define las reglas de juego a su favor, para atacar de forma injusta el trabajo de estas entidades que por definición defienden los derechos de los más excluidos en Bolivia, dijo a radio Erbol.

Gómez y Colque creen que el malestar se genera cuando se pone en evidencia las contradicciones de los discursos políticos del gobierno frente al debate y cumplimiento de los derechos económicos sociales y ambientales.

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