Descripción

Diversos estudios señalan que el país pierde anualmente una importante superficie anual de bosques como consecuencia de la habilitación de tierras para la agricultura y la ganadería. Se manejan cifras que señalan pérdidas anuales que oscilan entre las 200 mil a 250 mil hectáreas mientras otras señalan pérdidas anuales mayores (entre 300 mil y 350 mil hectáreas). Un estudio de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), plantea, por ejemplo, que entre el año 2000 y el 2010, el país perdió alrededor de 1.8 millones de hectáreas de bosques[1].

Frente a ese escenario, los datos censales muestran que la superficie forestal maderable cultivada en el país es de 150 mil hectáreas, lo que representaría solamente el 8,3% del total de la superficie de bosques deforestada entre 2000 y 2010. En otras palabras, los procesos de reforestación estarían yendo a la zaga de los procesos de deforestación, aportando muy poco a la mitigación de todos los problemas emergentes de esta práctica.

Como puede observarse en el Cuadro 1, si bien la mayor parte de la superficie forestal maderable cultivada en el país se concentra en la región de los llanos (79.557 hectáreas), esta extensión representa solamente el 4,8% del total de la superficie de bosques que, según el estudio de la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM), se deforestaron en esta región entre 2000 y 2010 y que ascendió a 1,648,886 hectáreas.

Entre las UPA que contratan trabajo asalariado, la región de los llanos concentra la mayor parte de la superficie forestal maderable cultivada (60,3%), mientras que entre aquellas que utilizan exclusivamente fuerza de trabajo no remunerada, es decir, entre las explotaciones campesinas, un poco más de la mitad de la superficie forestal maderable cultivada (50,7%) se sitúa más bien en la región de los valles, sobresaliendo aquella que corresponde al departamento de Chuquisaca. Que concentra el 34,7%.

Finalmente, la información censal revela que la mayor parte de la superficie forestal maderable cultivada en el país, le corresponde a aquellas UPA de corte capitalista, pues llegan a concentrar el 78,5% del total, situación que se replica en la casi totalidad de los departamentos del país. Únicamente en el departamento de Potosí, la mayor parte de la superficie forestal maderable cultivada corresponde a las explotaciones campesinas.

La Paz, 23 de junio de 2017

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