Predominio de la producción capitalista en la agricultura

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Los datos del censo nacional agropecuario de 2013, confirman lo que señalábamos en una reciente publicación, en sentido que el contexto en el que se desenvuelve la sociedad rural boliviana está marcado por una cada vez mayor presencia de la economía mercantil en el campo, una expansión de las propias relaciones capitalistas de producción en el sector agropecuario en toda la geografía nacional (en algunos departamentos más que en otros) y por el predominio de la producción capitalista en la agricultura[1].

Entendemos por predominio del capitalismo en la agricultura, aquel escenario donde la mayor parte de la producción agropecuaria se realiza “en explotaciones en las que la fuerza de trabajo principal (no necesariamente la única) es la asalariada”[2].

En la gestión agrícola 2012-2013, 861 mil Unidades Productivas Agropecuarias (UPA) produjeron un total de 15.6 millones de toneladas métricas. De estos totales, 354 mil UPA que se caracterizan por contratar fuerza de trabajo asalariada —que representan el 41,1% del total de las explotaciones agropecuarias censadas—  produjeron 14 millones de toneladas métricas, es decir, el 90% del total de la producción agrícola del país. Estas cifras nos confirman, por otra parte, la cada vez menor relevancia que tienen las explotaciones agropecuarias campesinas (aquellas que producen sólo con el concurso de fuerza de trabajo no remunerada) en el conjunto de la producción agrícola de Bolivia, pues si bien son mayoritarias (507 mil UPA) producen una mínima parte: 1.5 millones de toneladas métricas que representan solo el 10% de la producción agrícola total.

Estos datos también nos revelan que la producción agrícola de corte capitalista es predominante en siete departamentos del país, con la excepción de Potosí y Tarija donde las UPA campesinas siguen aún aportando la mayor parte de la producción agrícola de sus respectivos departamentos.

 

 

Ahora bien, entre las unidades productivas agropecuarias que contratan trabajo remunerado, es posible distinguir aquellas que hacen uso exclusivo de fuerza de trabajo asalariada y las que combinan el trabajo asalariado con el trabajo no asalariado. Como puede observarse en el Cuadro 2, las explotaciones agropecuarias que hacen uso exclusivo de fuerza de trabajo asalariada (137 mil) producen el 65,2% del total de la producción agrícola del país, mientras que aquellas que combinan el trabajo remunerado con el trabajo no remunerado (216 mil) producen el 24,8%. En la mayor parte de este tipo de UPA —como veremos en un próximo artículo— la demanda de fuerza de trabajo asalariada es similar o superior a la fuerza de trabajo no remunerada.

 

 

Finalmente, la información estadística permite corroborar la importancia productiva que tienen las explotaciones agropecuarias de Santa Cruz al interior de los distintos tipos de UPA. Producen el 92,3% del total de la producción agrícola que es realizada por las explotaciones agropecuarias que se caracterizan por el uso exclusivo de fuerza de trabajo asalariada y generan el 73,2% del total de la producción agrícola de las UPA que combinan trabajo remunerado con trabajo no remunerado. Asimismo, los campesinos asentados en el campo cruceño generan el 45,5% del total de la producción agrícola campesina del país, superando ampliamente a las UPA campesinas de Cochabamba y La Paz que concentran el 17,0% y el 15,5% del total de la producción de las explotaciones agropecuarias campesinas del país, respectivamente. El 78,0% del total de la producción agrícola a cargo de las explotaciones agropecuarias campesinas se concentra en estos tres departamentos.

 

 

 

La Paz, 13 de noviembre de 2017

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[1]  Enrique Ormachea Saavedra (2016) Desarrollo del capitalismo en la agricultura y transformaciones en la sociedad rural boliviana (La Paz: CEDLA)
[2]  Op. Cit.