El Deber • Sequía e incendios asfixian a ganaderos y lecheros en Beni • 21/08/2016

Fegabeni calcula que se requieren $us 20 millones para asegurar forraje y sales minerales hasta octubre. Dicen que el 10% del hato bovino está en riesgo de morir
“Ese día batía la comida para los perros cuando oí un chirrido como un avión a chorro cayendo. Salí a espiar, no había nada. La humareda casi me ahogó y en el entrevero pude ver llamaradas de fuego ‘devorándose’ palmeras, árboles y la pampa de pastizales. Como pude, tengo una hernia, agarré un balde y empecé a regar el contorno de la casa y me puse a esperar lo peor. El fuego llegó justo hasta donde mojé”. Así, Reyes Ferrufino Vaca, propietario de la hacienda Natividad, distante 46 km de la ruta Trinidad-Loreto, sintetizó el drama que vivió el 4 de este mes.
Describió que el fuego dejó en cenizas los postes y quemó los alambres y pastizales de su predio. “Ahora los animales no tienen hojas para ramonear ni agua para beber porque la sequía secó las pozas”, dijo el hombre, al pedir asistencia urgente para evitar una mortandad.
En esa misma franja, camino a Natividad, a pesar de no haber incendios activos, una densa humareda cubre las pampas de las haciendas y el olor a ceniza de árboles, palmeras y pastizales consumidos por el fuego se siente. Carroñeros despedazando osamentas de bovinos y equinos que perecieron en el intento de beber agua completan el cuadro del drama que afrontan los ganaderos de esta zona.
En la ruta a Loreto los ganaderos afectados piden forraje, sales minerales, vitaminas y agua para evitar el acelerado enflaquecimiento del ganado, tanto bovino como equino.
En la hacienda San Pablo, ubicada a 48 km de la carretera Trinidad-Puerto Ustárez, frontera con Brasil, el propietario Fernando Boehme relata la odisea que pasó por las quemas ilegales y la sequía. “Ocho días luché contra el fuego. Varios bovinos y equinos terminaron chamuscados”, dijo.
La panorámica, tanto del bosque como de la pampa, es parecida a la de Natividad, con la diferencia de la quema de pastizales -se ven calcinados- y que la falta de agua en las pozas están castigando con más rigor a los bovinos y equinos. Muchos, por la debilidad, mueren atascados en los charcos.
Efectos y pérdidas
Justamente para evitar más muerte de ganado, la Federación de Ganaderos de Beni (Fegabeni) estima que hasta octubre se requieren $us 20 millones para paliar la falta de forraje y de sales minerales.
El último reporte sectorial indica que los incendios y la sequía -la peor en los últimos 25 años- se cobró la vida de 20.207 bovinos y 471 equinos. Las cifras incluyen vacas y caballos muertos en los predios Natividad y San Pablo.
El dato de pérdidas, en valor, incluyendo infraestructura productiva y maquinaria quemada, mortandad animal, abortos, pasturas y disminución de peso de los animales, ya deja un saldo de $us 130 millones.
Según Fegabeni, la sequía e incendios afectan, con mayor intensidad, a los pequeños, medianos y grandes ganaderos de las provincias Yacuma, Cercado, Iténez, Mamoré y Marbán.
La población bovina beniana ronda los 2,7 millones de cabezas. El hato equino es de aproximadamente 62.000 cuadrúpedos. Calculan que 270.000 bovinos -un 10% del hato bovino- está en peligro de sucumbir.
Según el titular de la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol), José Luis Vaca, Santa Cruz y Beni son las regiones más castigadas por la sequía y las quemas descontroladas.
Por disminución de peso de los animales, sin contar mortandad, Vaca dijo que estos dos departamentos registran pérdidas por valor de $us 230 millones.
Cae la producción lechera
El drama pecuario en Trinidad también toca al sector lechero, que reporta una disminución de más de un 50% en la producción diaria. Con cálculos sectoriales, en promedio, cayó de 15.000 a 7.000 litros de leche por día.
A decir del presidente de la Asociación de Pequeños Productores de Leche de las provincias Cercado y Marbán, Luis Fernando Ibáñez, los bovinos lecheros son los más vulnerables porque están en la época de parición y necesitan una dieta balanceada con forraje y granos.
Los pastos están quemados y el quintal de maíz y sorgo, en ambos casos, valen Bs 140. La disponibilidad de agua en los atajados es otra variable que preocupa. Es insuficiente.
El sector lechero -son 200 pequeños productores- pide con urgencia dotación de alimento balanceado, sales minerales, medicamentos y acarreo de agua en camiones cisternas.
Asistencia de la Gobernación
Desde el Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) Beni, el director, Cristhian Cámara, indicó que con la participación de los sectores afectados se elaboró un plan que incluye acciones inmediatas referidas a dotación de agua para el consumo humano y animal en camiones cisternas.
Según Cámara, entre 15 y 20 comunidades de municipios de las provincias Cercado, Iténez y Yacuma ya reciben agua. El mismo sistema de asistencia se aplicará a las haciendas ganaderas que tienen secas sus pozas
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