La Razón, 08 de marzo de 2012.- Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer, fecha propicia para renovar el debate, que debiera ser cotidiano, sobre el acceso de esta mitad de la población a sus derechos humanos y, sobre todo, los obstáculos que aún afrontan las mujeres para lograr la igualdad con sus pares varones. Este año, además, el énfasis está puesto en las mujeres campesinas.

En efecto, la entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujer) ha señalado que el lema para el Día Internacional de la Mujer 2012 es “Habilitar a la mujer campesina-Acabar con el hambre y la pobreza”. Hay razones de peso para sustentar esta decisión.

Según datos de ONU-Mujeres, las féminas constituyen el 43% de la mano de obra en el campo, cifra que llega a ser del 70% en algunos lugares. Está demostrado que la desigualdad entre géneros y el acceso limitado al crédito, la salud y la educación son las principales dificultades que afrontan las mujeres rurales. El 60% de las personas con hambre crónica son mujeres y niñas. Y, sobre todo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que si las mujeres tuvieran un acceso equitativo a los fertilizantes, las semillas y las herramientas, la cantidad de personas hambrientas en el mundo se reduciría entre 100 y 150 millones.

Al respecto, en su mensaje de ocasión, la directora Ejecutiva de ONU-Mujeres, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, destacó que “un futuro sostenible sólo puede ser alcanzado por las mujeres, los hombres y los jóvenes disfrutando de plena igualdad”, agregando que “si bien se han logrado enormes progresos, ningún país puede decir que está totalmente libre de discriminación de género. Esta desigualdad se manifiesta en persistentes brechas de género en los sueldos y en oportunidades, en la baja representación de mujeres en los puestos de liderazgo en la arena pública y en el sector privado, en los matrimonios tempranos, en las niñas que desaparecen porque se prefiere a los niños, y en la violencia continua contra las mujeres en todas sus formas”.

Esta reflexión, que puede ser aplicada sin distinción en casi cualquier parte del mundo, pues según la ONG Social Watch, que elabora anualmente un Índice de Equidad de Género, ningún país del orbe alcanza la máxima calificación en esta materia, debe asumirse en Bolivia como si hubiese sido pensada específicamente para el país, donde la discriminación y la exclusión siguen siendo moneda corriente, pese a todos los avances que puedan ser señalados.

Hay, pues, mucho que hacer en favor de las mujeres y su derecho a la igualdad, en todos los ámbitos y clases sociales; y no basta con señalarlo en esta u otras fechas, sino que toda la sociedad debe involucrarse en la tarea de cambiar esta cultura esencialmente patriarcal.

La OEIN en Alemania

La Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos (OEIN) se ha convertido en uno de los principales paradigmas culturales del país; una trinchera artística de vanguardia que en junio de 2011 cumplió tres décadas de experimentación, entereza y deleite en torno al extraordinario mundo de la música indígena, particularmente andina.

Fundada en 1980 por Cergio Prudencio y su hermano José Luis, los músicos de ese taller lograron develar nociones musicales andinas capaces de suspender los condicionamientos y barreras del mundo occidental. Conceptos estrechamente ligados a la cosmovisión andina (como el de arcaira, tropa o huaqui) fueron descubiertos por el ensamble gracias al análisis de los instrumentos musicales nativos: la forma cómo son fabricados, las denominaciones que les otorgan en las lenguas nativas, los significados que conllevan…

Este sábado 10 de marzo, cinco músicos de la OEIN mostrarán esta riqueza musical a través de un concierto en el marco del Festival Klangzeit (Tiempo del sonido), que se organiza en la ciudad de Münster (Alemania). Huelga resaltar no sólo la trayectoria de este genial taller, sino también su capacidad para tender puentes entre diferentes culturas originarias y el mundo occidental.

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