Hidrocarburos Bolivia • Empresa privada soportó altas pérdidas económicas
La Paz, 25 de diciembre de 2009.- La empresa privada calificó de negativa a la gestión 2009, debido a las pérdidas económicas registradas, que ascienden a 1.400 millones de dólares, lo que habría generado 160.000 nuevos pobres en Bolivia.
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Gabriel Dabdub, manifestó que con la finalidad de revertir estos resultados “la Confederación entregó al Gobierno una agenda económica 2010–2015, donde se presentan datos estadísticos, que sugieren la importancia de atender la macroeconomía sin descuidar la microeconomía, que en definitiva se constituye en un tema de interés social”, aclaró.
En el ámbito internacional, dijo, luego de varios años de bonanza, se registro bajas en las exportaciones, en las remesas de los trabajadores residentes en el extranjero, y en los ingresos generados por la venta de los recursos no renovables.
A esta crítica realidad reflejada en 2009, sostuvo, se suma el cierre de los mercados con preferencias arancelarias en los Estados Unidos y la Unión Europea; la crisis de la industria nacional; y el desempleo.
Razón por la que el sector empresarial manifiesta cierta duda en el manejo de las estadísticas que propone el Gobierno, donde se muestra un crecimiento económico expectable, calificado por las autoridades del Ejecutivo, como el más alto de los últimos siete años; sin embargo para el empresariado estos datos presentan indicadores fuera de la realidad.
Según el Gobierno Bolivia habría tenido un importante crecimiento en los últimos siete años, en una gestión de contracción, con la caída de las exportaciones, la bajada en los ingresos de las remesas, problemas de sequías, reducción de importaciones de bienes y el descenso de la demanda mundial de bienes y servicios, entre otros.
Especificó que lamentablemente se hacen uso de cifras más allá de la realidad, como el caso del desempleo que según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) se encuentra entre 11% y 12% y según encuestas privadas está por el 17%.
“La dependencia del gas hizo que no cambie la economía de Bolivia, que sólo giró alrededor de la comercialización de la materia prima hidrocarburífera y mineralógica, lo que debe cambiar con una verdadera planificación de desarrollo, de acuerdo a las necesidades del país y principalmente generando más fuentes de trabajo seguro y sostenible en el tiempo”, sostuvo.
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