Página Siete • El Gobierno acusa a 4 ONG de realizar activismo político • 10/08/2015

Beatriz Layme

Las fundaciones están en la mira del Gobierno desde el año 2011 porque supuestamente apoyaron la marcha en defensa del TIPNIS. En 2013 echó a la danesa IBIS.

Cuatro Organizaciones No Gubernamentales (ONG) están en la mira y pueden correr la misma suerte que la danesa IBIS porque, según el vicepresidente Álvaro García Linera,  hacen política y defienden  intereses de  transnacionales con el argumento de que defienden la Madre Tierra.

“Había una ONG, IBIS, que hacía política encubierta y le dijimos ‘váyase  a hacer  eso en su país y no aquí en Bolivia’, y a los compañeros que trabajan en estas (cuatro) ONG les decimos que tienen el derecho a publicar lo que quieran, pero no mientan y no defiendan intereses extranjeros”, advirtió ayer el Vicepresidente en conferencia de prensa.

García Linera afirmó que el Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), el  Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) y  las fundaciones Milenio y  Tierra  mienten y tergiversan información para hacer política y defender intereses de las empresas transnacionales.

Afirmó que la fundación Milenio y la fundación Tierra dependen del expresidente  Gonzalo Sánchez de Lozada y del dinero de las transnacionales.

También dijo que el CEDIB y el CEDLA son dirigidos por “troskistas verdes”, que “por dinero han cambiado su ideología”. Pues antes eran  “acérrimos defensores de la industrialización” y ahora “acérrimos a que no se toque ni un pétalo o árbol”.

Las ONG que trabajan en Bolivia  están en la mira del Gobierno desde 2011, cuando se realizó la movilización en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Las acusaciones contra las ONG fueron más duras durante la marcha   contra  la construcción de la ruta Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, que pretendía atravesar por el TIPNIS. La movilización llegó a la ciudad de   La Paz en el mes de  junio de 2012.

Seis meses después, en diciembre de 2013, el presidente Evo Morales expulsó a la ONG danesa IBIS, que trabajó en Bolivia durante 30 años, por presunta injerencia política.

Según el Vicepresidente, las ONG “no pueden hacer política” y si quieren hacerlo deben armar su partido político, presentarse en las elecciones y no poner de pretexto la defensa de la naturaleza. “Las transnacionales quieren que los países del sur no se desarrollen,  es decir que seamos los guardabosques de los señores del norte, a eso  se reduce la función de esas ONG y de su financiamiento”, indicó.

Luego, García Linera afirmó que el Gobierno cuidará  la Madre Tierra   “como vea conveniente” y “en función a nuestra tradición”, pero también se “garantizará un desarrollo amigable con la Madre Tierra, pero un desarrollo y bienestar que nos garantice la satisfacción de bienes naturales”.

Hace una semana, Georgina Jiménez -investigadora del  CEDIB- reveló que las áreas protegidas Pilón Lajas, Madidi, Iñau, Aguaragüe y Tariquía están en riesgo de perder esa  categoría porque más del 50% de su superficie  está afectada por la explotación petrolera, minera, asentamientos y otros.

La Fundación Tierra, en un estudio titulado  Marginalización de la agricultura campesina e indígena,  advierte que el Gobierno busca redefinir las políticas agrarias y las condiciones del mercado internacional de alimentos.

Este año, el Gobierno promulgó tres decretos que permiten la exploración y explotación  de hidrocarburos en áreas protegidas.

Punto de vista
Gonzalo Rojas ortuste
Politólogo
“Son malestares momentáneos”

Esas declaraciones ratifican  las pocas convicciones democráticas que tienen algunos de los más altos personajes del Estado, porque estas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) están hace mucho tiempo en el país, varias de ellas han contribuido al elemento central fuerte de interpelación discursiva, reivindicación de los pueblos indígenas, del Estado Plurinacional y ecologismo, entre otros.

Los  malestares momentáneos del Gobierno no  debían traducirse en una censura del trabajo de esta gente que tiene una trayectoria bastante anterior del actual gobierno. En algún momento el aporte intelectual de las ONG  tuvo  una visibilidad mayor de la que producen las universidades.

Las ONG han bajado su perfil porque la presencia estatal ha aumentado, pero el Estado ahora practica políticas de ONG que hizo suyas.

No creo que las declaraciones  de García Linera sean como para intimidarlos, no  veo que sea una señal de alarma. De lo que habla es de la intolerancia del Vicepresidente en  relación con su propia trayectoria intelectual y política.

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