Los jóvenes en Bolivia: UN NIVEL DE EDUCACIÓN SUPERIOR NO GARANTIZA UN TRABAJO DE CALIDAD
Según datos de la OIT, a octubre de 2012, la tasa de desempleo urbano de los jóvenes en América Latina llegó a 14,9%, lo que representa más del doble de la tasa general de desempleo promedio en la región de 6,7%1. De los 106 millones, siete millones están desempleados. Entre los jóvenes que trabajan, menos del 10% tiene un trabajo estable, 30 millones trabajan en el sector informal, solamente 35% tiene seguro médico y apenas el 3 de 100 jóvenes están afiliado a algún sistema de pensiones en la región2.
Los jóvenes en Bolivia
UN NIVEL DE EDUCACIÓN SUPERIOR NO GARANTIZA UN TRABAJO DE CALIDAD
JÓVENES CON FORMACIÓN, PERO DESEMPLEADOS
A pesar de la disminución de la tasa de desempleo en los últimos años en Bolivia, la cual pasó de un 11% en 2009 a 7,9% en 2011 según datos del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), los jóvenes continúan en una situación de vulnerabilidad: entre los 15 y 19 años, la tasa de desempleo llegó a un 19,2%; entre los 20 y 24 años a un 20,5%, y entre la población de 25 y 34 años la tasa se situó en 12,7%.
Actualmente, los jóvenes recién graduados no encuentran trabajo en el área que estudiaron y se les dificulta la posibilidad de encontrar un primer empleo. La mayoría debe conformarse con trabajar en un sector que no está al nivel de sus expectativas, y en la mayoría de los casos, en labores que no se relacionan con los estudios que emprendieron. La tasa de desempleo ilustrado juvenil se situó en 18%, y hasta un 22,5% en las mujeres jóvenes. Solamente el 53% de los profesionales se desempeñó en un ámbito para el que fue formado.
Según el CEDLA, en general, la tasa de desempleo urbano en las ciudades del eje de las personas que alcanzaron un nivel educativo superior (estudiantes o personas con títulos a nivel técnico o profesional) fue del 10,5%; siguen los que cursaron sus estudios secundarios con una tasa del 8% y los que no alcanzaron ningún grado de educación una tasa menor del 6,4%3. Tal parece que tener un nivel de educación superior ya no garantiza encontrar un trabajo de calidad. Está comprobado en todas las ciudades del eje central, y particularmente en La Paz, que en cuanto más elevado es el grado de educación, mayor es la tasa de desempleo, hasta 12,1% para las y los jóvenes que se graduaron con licenciatura y/o postgrado4.
Miguel Ticona, un joven paceño de 30 años, licenciado en ciencias de la educación en el 2012, aún no ha podido ejercer su profesión: “hace un año y medio que me gradué, pero nada más encontré empleos eventuales”. Miguel dice que hay pocas ofertas de trabajo en el sector de la educación y piensa que no se difunde de manera apropiada el propósito de la carrera: “la mayoría de los puestos que me interesan están ocupados por administradores o psicólogos”. Miguel sigue optimista y tiene confianza en encontrar un empleo acorde a sus aspiraciones, con una remuneración apropiada: “la remuneración es un problema para mi hoy en día”.
¿Y EL EMPLEO DE CALIDAD?
Tal como fue expuesto en el Estudio de Mercado Laboral de Bolivia (FUNDA PRO 2011)5, hay una discordancia entre la demanda del sector productivo y la oferta de jóvenes diplomados formados en la educación superior. Existe una sobreoferta de profesionales en algunas áreas, y esto tiene como consecuencia la gene-ración de altas tasas de desempleo juvenil, sobre todo entre jóvenes recién diplomados de las universidades y/o institutos de educación superior. Las formaciones impartidas por estas instituciones no están acordes a la realidad productiva del país6. .
Lourdes Poma Chura, joven diplomada en Lingüística de 27 años, lleva cinco meses buscando trabajo: “salimos a patadas, como dicen, de la universidad, con pocos conocimientos del mercado laboral y pocos conocidos que nos podrían orientar en nuestras nuevas carreras profesionales”. Además, para poder subsistir y atender sus necesidades, muchos jóvenes deben seguir viviendo con sus padres, hasta dependen financieramente de ellos, lo que retrasa o no permite que la o el joven pueda desenvolverse por su cuenta y empezar su propia vida independiente. Es el caso de Lourdes, que sigue viviendo con su madre: “me da techo y comida.”
Según el informe Trabajo Decente y Juventud en América Latina de la OIT, publicado en el año 2010, el crecimiento económico en esta región, potenciado por la exportación de materias primas y la demanda internacional, no ha propiciado la inserción laboral de los jóvenes7. En Bolivia, una de las razones de estas tasas de desempleo juvenil tan elevadas es el contexto laboral actual que requiere trabajadores con menos calificaciones8. La economía nacional está actualmente orientada al “comercio y a los servicios de baja productividad por lo que tiene una limitada capacidad para generar y multiplicar empleos de calidad”9 y, según el estudio de FUNDA PRO (2011), existe una ruptura entre la oferta de profesionales y la demanda, que requiere menos profesionales.
Las ramas de actividad con mayor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se caracterizan por su baja asimilación de mano de obra10. Se estimó que el PIB de Bolivia crecerá un 4,8% en 201311; los sectores que impulsan este crecimiento son la extracción de hidrocarburos, minerales y la industria manufacturera. Sin embargo, las exportaciones en 2012 generaron hasta 11,765 millones de dólares con limitado impacto en la creación de fuentes de trabajo. Desafortunadamente, la mayoría de los jóvenes no se benefician del crecimiento económico que vive el país actualmente.
DESALIENTO DE LOS JÓVENES
La crisis del empleo se manifiesta en la baja calidad de los empleos y la poca creación de empleos de calidad. El desaliento generado por esta situación lleva a muchos jóvenes a la inactividad. La falta de oportunidades profesionales para las y los jóvenes ha llevado como consecuencia que muchos se cansaron de buscar, desanimados por las altas tasas de desempleo que prevalecen y prefieren esperar momentos más favorables. Uno de los problemas principales es que los jóvenes de estas edades cuentan con menor experiencia laboral y los empleadores más bien priorizan personas que cuentan con experiencia. En consecuencia, los jóvenes pasan por periodos de desempleo más largos antes de poder encontrar un trabajo fijo, además de conformarse con empleos precarios, muchas veces en la informalidad.
El futuro laboral de los jóvenes sigue inseguro y con muchos desafíos a superar. Se requiere la adopción de políticas específicas por el Estado destinadas a mejorar las oportunidades de los jóvenes en el mercado laboral y la creación de nuevos empleos de calidad, fuera de la informalidad, a tono con cambios sustanciales en la economía nacional.
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Recuadro
Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia
Capitulo quinto: Derechos sociales y económicos, Sección III – Derecho al trabajo y al empleo
Artículo 48 – VII. El Estado garantizará la incorporación de las jóvenes y los jóvenes en el sistema productivo, de acuerdo con su capacitación y formación.
1 OIT-CEPAL, Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe, Crisis y recuperación del empleo juvenil, Octubre 2012, http://www.eclac.org/ de/noticias/documentosdetrabajo/7/48267/2012-847-CEPAL-OIT_7_ WEB.pdf
2 OIT reporta niveles históricos de desempleo juvenil, 12 de agosto 2010, http://www.un.org/spanish/News/ story.asp?NewsID=18955#. UXlChLVLP9g, consultado 25 abril 2013.
3 Pérez, Mariana, El desempleo ‘ilustrado’ afecta al 10% de profesionales jóvenes, La Razón, 6 de mayo de 2012, http://www.la-razon.com/ sociedad/desempleo-ilustrado-afecta-profesionales-jovenes_ 0_160903 9098.html
4 Escobar de Pabón, Silvia. Situación del Empleo en tiempos de cambio, CEDLA, La Paz: CEDLA, agosto de 2009 , p.38
5 Estudio de mercado laboral en Bolivia, FUNDA PRO, 2011. http:// www.educapro.org.bo/estudio.php, consultado 2 de mayo 2013
6 Galleguillos Loayza, Mario. Sobre el estudio de mercado laboral, http://www.educapro.org.bo/embl.php, consultado el 16 mayo 2013.
7 OIT, Trabajo decente y juventud en América Latina, Lima, 2010, p.14
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