La separadora gigante de Gran Chaco
LAS OBRAS DE CAMPO ESTÁN EN EL ÚLTIMO TRECHO
Técnicas Reunidas ingresa a la última fase de la construcción de la planta de separación de líquidos de Gran Chaco. Comenzará a operar en octubre y se espera que todo salga dentro de lo previsto.
Página Siete, 08 de junio de 2014
Fotos: Daniel Walker. Trabajador observa las esferas de almacenamiento de GLP (las más grandes) y las de isopentano (pequeñas), desde la cima de una de ellas, en horas de la mañana. Natalí Vargas / Yacuiba
Hace cinco meses, un día de enero, el tema estaba en boca de todos los yacuibeños: descomunales camiones habían arribado a esa población con las cinco columnas del sistema criogénico de lo que dentro de poco será la planta separadora de líquidos de Gran Chaco.
Pero esa jornada en específico fue la de mayor polémica, pues maquinaria y obreros tuvieron que destruir una plaza para dar vía libre al paso del convoy.
"Sabíamos que sería muy complicado traer las columnas y por eso, a pesar de que sabíamos que tendríamos ciertos problemas por Argentina, vimos que (ingresar) por allí era lo más factible”, recuerda Miren Sagasti Uribe, la ingeniera a quien la española Técnicas Reunidas (TR) confió la dirección del proyecto Gran Chaco.
A diferencia de los otros equipos y maquinaria, que entraron por Arica e hicieron el recorrido por territorio boliviano hasta Yacuiba, las columnas llegaron por el puerto de Zárate, en Buenos Aires, Argentina.
Ahora las cinco están ya posicionadas en el campo. Dos miden 54 metros de alto y con sus bases alcanzan casi 62. Pesan cerca de 435 toneladas (tn) y fueron divididas en dos para su traslado; por ello cada vehículo con una de las partes pesaba por lo menos 250 tn.
La tercera mide un poco más de 38 metros y asciende a 42 con sus soportes; es más compacta y pesa 402 tn. Una cuarta mide lo mismo pero pesa 76 tn; y la más pequeña supera los 38 metros y 120 tn.
Se denominan criogénicas porque en ellas será introducido el gas luego de pasar por un proceso de turboexpansión y, a distintos niveles de temperatura, congelarán los líquidos contenidos en el hidrocarburo.
Desde Zárate, la caravana recorrió más de 2.000 kilómetros hasta Bolivia. Las dimensiones y el peso de los cargamentos obligaron a tramitar permisos especiales e incluso a aumentar de 28 a 36 los ejes de llantas para pasar por dos puentes. Las dos comitivas, compuestas por cuatro camiones cada una, iban acompañadas por camionetas y por grupos de más de 20 trabajadores.
El cargamento tenía una altura de casi siete metros y hubo que cortar cables en vías, abrir caminos de tierra y hasta desmontar techos en puestos de pago de impuestos; en ciertos lugares, incluso, fueron a una velocidad de 20 kilómetros por hora.
El gerente general en Bolivia de TR, Luis María Villar, cuenta que las columnas fueron izadas por una grúa de dos brazos: el más grande de ellos levanta hasta 1.600 tn y el otro, 400; llegaron desde México y Filadelfia, Estados Unidos, en 80 trailers y sus partes fueron armadas en cinco semanas.
Gente de desafíos
La gente de TR está habituada a desafiar la ingeniería. Desde el diseño del proyecto, para el cual se compró la licencia de una tecnología criogénica con turboexpansión, ya se decidía cómo vencer el desafío quizás más preocupante: las siete esferas de almacenaje.
Cuatro están destinadas para el Gas Licuado de Petróleo (GLP), con casi 25 metros de diámetro, y tres para el isopentano, con 11 metros de diámetro.
La fabricante elaboró partes en acero que luego fueron soldadas en la planta; ahora las esferas son sometidas a pruebas para eliminar riegos de filtración. Pero el desafío estuvo en su fabricación. Se sabía que no podían ser hechas en menos de 22 meses y TR tenía sólo 29 para la puesta en marcha de la planta. Sin embargo, todo pudo realizarse en el tiempo planificado y ahora, en cuanto a almacenaje, sólo hace falta posicionar los dos tanques de acopio de gasolina.
Lo siguiente es la llegada de dos equipos separadores de frío que, para fines de mayo, estaban cerca de Camiri. Sagasti espera el día de la puesta en marcha en octubre y desea que todo salga bien, aunque ello depende de que el gas tenga las condiciones necesarias para la tecnología utilizada.
Ultimo trecho
La vida en Yacuiba sigue el ritmo de la actividad gasífera.
Villar prevé que el avance oficial del proyecto superará, entre fines de mayo e inicios de junio, el 80% . De hecho, cuando se arriba a Yacuiba por vía aérea, se ven desde el avión siete esferas, unas más grandes que otras, y cinco columnas enormes ya instaladas en medio de una telaraña de conductos unidos entre sí; además, hay equipos jamás antes vistos en el país.
En el área de más de 74 hectáreas, a 10 minutos en vehículo desde el aeropuerto, la actividad no se detiene. Por estos días hay 4.500 trabajadores, entre mujeres y hombres, que desayunan a las 6:00 en comedores dispuestos camino al pueblo.
Después del ingreso al trabajo, a las 7:00, la mezcla de ruidos de soldadura, de golpes de herramientas, de camiones de alto tonelaje y maquinaria, además de las voces agitadas de obreros por todas partes, exige que uno levante la voz para comunicarse.
Pablo Lavezzo, administrador del proyecto, afirma que el funcionamiento de los comedores es controlado por TR; allí también almuerzan y cenan.
A las 18.00 el trabajo cesa, aunque en las oficinas hay personal -profesionales españoles, argentinos, venezolanos y bolivianos, entre otros- que continúan con las tareas pendientes.
La inversión en cuidado al medio ambiente no se regatea
"Yo era la única mujer entre mil hombres al principio”, afirma con orgullo la agrónoma Jaqueline Galván Peralta. Procedente de Camiri, Santa Cruz, tiene amplia experiencia en trabajos medioambientales relacionados con la industria hidrocarburífera.
Su rostro tiene un gesto de satisfacción cuando muestra el trabajo que dirige. Se trata de varias áreas verdes instaladas en los taludes donde están asentadas diferentes áreas de la Planta de Separación de Líquidos de Gran Chaco, una obra que comenzará su fase de pruebas en octubre, para entrar en operación comercial en los primeros días del próximo año.
La semilla del pasto es de la mejor calidad y el suelo, luego de ser compactado, fue cubierto por una especie de alfombra de coco, un abono orgánico que garantiza el brote ágil de la vegetación. De hecho, hay sectores que fueron sembrados hace dos meses y ya hay que quitarles la hierba. Esta tarea impedirá que los taludes sufran el mismo proceso de erosión que se percibe en la tierra de los alrededores.
Además, se construye un muro gigante de un metal especial que impedirá que, en caso de incendio, se afecte la floresta de los alrededores. Ante ese peligro, también la planta tiene tanques de agua que pueden proveer de agua hasta seis horas después de un probable incendio.
Habrá caminos ripiados y con pavimento rígido, sobre todo en el ingreso al área de recarga de las cisternas.
Galván asegura que Técnicas Reunidas prefiere usar el mejor material. Ella está en franca lucha para el buen manejo de los desechos de la obra y, con su carismático carácter, logra que su trabajo sea respetado por todos, incluso por los rudos choferes de camiones que ingresan al área.
"Pese a que sabíamos que tendríamos problemas por Argentina, vimos que entrar por ahí era lo más factible”.
Miren Sagasti Uribe, directora del proyecto Gran Chaco.
http://www.paginasiete.bo/inversion/2014/6/8/separadora-gigante-gran-chaco-23568.html
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