Hablando de energía: Algunos efectos del petróleo a 50 dólares el barril (Carlos Miranda Pacheco)
Página Siete / 23 de octubre de 2015
http://www.paginasiete.bo/opinion/2015/10/23/algunos-efectos-petroleo-dolares-barril-74424.html
La caída del precio del petróleo en diciembre de 2014 y su estabilización en ±$us 50/barril, no dejan dudas de que estos precios no son fruto de la oferta y la demanda, sino que son el resultado de un juego geopolítico delicado y complejo.
No olvidemos que en 2014 las empresas petroleras transnacionales pedían un precio mayor a 100 dólares/barril para continuar explorando en búsqueda de mayores reservas, aduciendo que los costos de operación e impuestos habían subido demasiado. Esta posición fue públicamente expuesta en el Séptimos Congreso Internacional Bolivia Gas & Energía 2014, realizado en Santa Cruz de la Sierra.
En diciembre de 2014, la argumentada búsqueda de mayores precios de petróleo por parte las empresas transnacionales fue superada por los resultados del juego geopolítico de Arabia Saudita, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
La OPEP, liderada por Arabia Saudita, ante la sobreoferta de petróleo, en vez de cortar producción -como era acostumbrado- provocó la reducción de precios para eliminar la sobreoferta. Estados Unidos, voluntariamente, adaptó su producción de shale oil/gas a los precios fijados por la OPEP. La baja de precios del petróleo significó menores ingresos por el principal producto de exportación de Rusia. La rebaja fue coordinada entre Arabia Saudita, Estados Unidos y la UE.
Han transcurrido ya 10 meses y se puede apreciar algunos efectos causados por los nuevos precios del petróleo.
Los países importadores de petróleo, de brazos cruzados, están recibiendo grandes beneficios. Los ingresos de los países no OPEP exportadores de petróleo han disminuido. Entre ellos estamos nosotros.
Pero las compañías transnacionales no han olvidado sus pretensiones por precios encima de los 100 dólares/barril. La exploración está disminuida. Exxon y Shell se han retirado de la exploración en el Mar Ártico, donde se estima están las mayores reservas de hidrocarburos del mundo.
Las licitaciones de México y Brasil para explorar nuevas áreas han sido fracasos por el escaso número de áreas adjudicadas a pequeñas compañías. Las grandes empresas petroleras no se han adjudicado áreas en ninguna de ellas.
Las petroleras, buscando reducir gastos, han suprimido proyectos y están disminuyendo personal profesional. Austeridad y prudencia es ahora la regla de oro de la industria, en vez del gasto a manos llenas que la caracterizaba.
Este lema está más que justificado en nuestro caso. Los bajos precios internacionales del petróleo han causado que este año, 2015, recibamos 3.000 millones de dólares de ingresos menos que el 2014.
Lastimosamente, nosotros leemos mal las señales o mensajes de los mercados. Un manejo austero y prudente de YPFB debería suprimir proyectos, como el abastecer con LNG (gas natural licuificado) a poblaciones que consumen de 80 a 100 garrafas de GLP al mes. Utilizar LNG demandará estaciones de regasificación caras y difíciles de manejar, además de una flota de cisternas especiales para transportar gas liquido LNG a una temperatura de -161ºC.
El publicitado orgullo con que se mantiene este proyecto parece una exquisitez de los tiempos de holgura de los borbones o de los marajás hindúes.
Finalmente, los observadores políticos han llegado a calificar como el primer capítulo de una guerra tibia los enfrentamientos entre Estados Unidos y la UE con Rusia en Ucrania y los planes rusos de nuevos gasoductos, atravesando los Balcanes para llegar a Austria, con provisión de gas ruso para el suministro a Europa, convirtiendo así al Viejo Mundo prácticamente en un rehén de gas ruso. El expansionismo en Ucrania ha sido detenido y los planes de nuevos ductos para abastecer Europa han tenido que ser abandonados por la difícil situación económica en Rusia, debido a los bajos precios del petróleo coordinados extrañamente por la OPEP y Estados Unidos.
La expansión de Rusia fue detenida. La OPEP, no obstante la disidencia de Venezuela, ha salido fortalecida. Estados Unidos continúa manteniendo una vigorosa actividad en shale oil/gas.
Como el tema central es la energía, no podemos esperar que éste sea el único y final enfrentamiento. Occidente con la OPEP son los claros ganadores de este primer capítulo de la guerra tibia.
Carlos Miranda Pacheco es ingeniero y analista energético.
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