El Deber: Bruno Rojas Callejas: País sin industrias, país con empleos precarios
Bruno Rojas Callejas: País sin industrias, país con empleos precarios
El crecimiento relega el desarrollo de actividades como la manufactura, la construcción y la agricultura, que son generadoras de mayor empleo
En los últimos 10 años, la profundización del patrón primario exportador sustentado en la explotación incesante de los recursos naturales y de la fuerza de trabajo ahondó la precariedad laboral en el país y con ello desahució las posibilidades de brindar empleos de calidad a la población boliviana.
Si bien el país vive desde hace algunos años un periodo de bonanza, el crecimiento económico volvió a concentrarse, esta vez con más fuerza, en los rubros de los hidrocarburos y la minería, relegando el desarrollo de actividades como la manufactura, la construcción y la agricultura que son generadoras de mayor empleo. Que el destino económico de Bolivia dependa en extremo de la exportación de materia prima y recursos no renovables y, de las rentas que genera, implica que el país tenga un bajo nivel de industrialización y reproduzca formas de producción capitalistas atrasadas que generan empleos precarios y la explotación laboral alcance niveles insospechados. Base empresarial del país El campo trasluce atraso económico, pero también las urbes, cuyo mayor crecimiento no tiene como base la creación de industrias, sino fundamentalmente las actividades terciarias (comercio, transporte, servicios y banca, casi en 70%) y el afianzamiento de la pequeña producción mercantil (sector informal). En el cuadro siguiente (ver infografía principal) se sintetizan los rasgos centrales del empleo urbano que fueron consolidándose en el país, tomando como referencia a las ciudades del eje central con información para el año 2011. En este contexto, no es difícil inferir la existencia de una situación estructural de precariedad laboral que viene desde hace tiempo, precariedad que se va generalizando y extendiendo a todos los sectores de la economía nacional y cuya punta de lanza es la sobrexplotación de la fuerza de trabajo urbana y rural, que en el periodo 2000 y 2010 generó un mayor excedente económico (de 50 a 55 por ciento) que fue apropiado por los empresarios capitalistas y el Estado a través de los impuestos. El comportamiento del empleo urbano en el primer decenio de este siglo ilustra el descenso sostenido de la calidad del empleo en el país con una preocupante concentración en los empleos precarios extremos. En efecto, tomando el caso del eje central urbano del país, el año 2011, solo 21 de 100 ocupados tenían empleos adecuados, menor al del 2001 cuando 22 contaban con este tipo de fuentes laborales, descubriendo que el empleo no tuvo mejora alguna y mostró más bien un proceso regresivo. Disminución de empleos PERFIL Experto Rasgos principales del empleo (2011) 1. Población ocupada en el eje central urbano 1.944.392
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