Hidrocarburos Bolivia.com – Un artículo publicado por el diario brasileño Valor Econômico señala que el gobierno del presidente Evo Morales está preparando una  nueva Ley de Hidrocarburos para ser implementada durante la próxima gestión gubernamental. La discusión sobre esta nueva Ley ha generado, según Valor Econômico,  gran interés entre los analistas y las empresas petroleras que operan en el país. Algunos apuestan a que en Bolivia se reducirá la carga impositiva de las empresas petroleras para tratar de atraer más inversiones y aumentar la producción de gas, otros dicen lo contrario.

Para Carlos Arze Vargas, analista del Centro de Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), el objetivo del gobierno es “cambiar el  rumbo de la baja inversión en la industria del gas en bolivia.”

El gobierno ha evitado hablar públicamente sobre el tema. El pasado viernes, al ser consultado por Valor Econômico sobre la posibilidad de una expansión fiscal en la nueva Ley de Hidrocarburos, el coordinador de la campaña electoral de Morales, el Diputado Jorge Silva, sólo dijo: “No se descarta” para luego agregar  “pero tampoco es una prioridad.”

Para la economista Carmen Crespo, integrante del equipo de expertos que ayudan al gobierno en la redacción del Proyecto de Ley, el objetivo es elaborar una legislación que sea compatible con la nueva Constitución aprobada en febrero. La Ley actual sobre hidrocarburos es de 2005 y fue aprobada por el anterior gobierno del Presidente Carlos Mesa. En 2007, con el actual gobierno, los contratos con las petroleras fueron  revisados, como lo exigía la ley de 2005,  pero existen incompatibilidades con la nueva Constitución aprobada posteriormente.

“La nueva Ley tiene que aplicar la nueva Constitución  y debe definir, por ejemplo, la forma en la que las empresas operarán como proveedores de servicios y no como concesionarias,  figura vigente en la actualidad”, dijo Crespo al diario Valor Econômico. Los contratos de exploración y producción ya colocan a las petroleras como proveedores de servicios, pero los contratos que se ocupan de otras actividades como el transporte, refinación y distribución para las redes internas en Bolivia, aun  mantienen  a las compañías petroleras  como concesionarias.

Los cambios previstos, según Carmen Crespo, deberían incluir  incrementos impositivos, “Las expectativas del gobierno no contemplan la reducción en las recaudaciones “, dijo Crespo, quien fuera ex analista del CEDLA. “En lo que respecta a los contratos existentes (de exploración y producción) creo que no se darán cambios. Los contratos a firmarse bajo la nueva ley pueden ser simplificados, pero no puedo confirmar si van a ser más flexibles en términos de impuestos”.

El Ministerio de Hidrocarburos se reunió hace un mes con las empresas petroleras que operan en Bolivia  para discutir aspectos de la nueva Ley de Hidrocarburos. El Ministerio indicó que el gobierno quiere terminar de redactar el texto de la Ley en diciembre o enero próximos, y lo remitirá para su aprobación a la nueva legislatura, que será elegida este domingo 6/12. “El mensaje que las empresas petroleras le dieron al gobierno fue que la ecuación sirve en los contratos existentes y para los campos ya descubiertos y en producción. Pero, para las nuevas inversiones, serán necesarios mayores incentivos fiscales”, dijo Carlos Delius, vicepresidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos.

Según Carlos Arze Vargas del CEDLA, el gobierno se flexibilizará en materia impositiva por una necesidad política: “Evo no cumplió con las promesas de la industrialización del gas durante el primer mandato. Para industrializar el gas se necesita un aumento en la producción, y los contratos actuales han disuadido la inversión empresarial. El gobierno se dio cuenta de que no puede permitirse el lujo de obligar a las empresas a invertir. “Según Arze, un reflejo de la falta de inversión aparece en la capacidad de producción diaria de gas en el país. Desde 2004, la capacidad  se mantiene alrededor de 40 millones de m3 por día. En años pasados se llegaba a perforar hasta 64 pozos por año. Actualmente esa cifra se redujo a 4 pozos por año.

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