“Pando tiene que prepararse para que el norte y el sur tengan mayor dinamismo, para que las riquezas de Pando sean industrializadas. Hay que potenciar el mercado interno y Pando debe integrarse a ese mercado”, señaló el presidente Luis Arce Catacora al momento de inaugurar la “Cumbre para la Reconstrucción Económica y Productiva” realizada en agosto de 2021 en Cobija, capital departamental. Así, el actual mandatario dejó claro que está dando continuidad a las políticas que el MAS viene impulsando desde el primer gobierno de Evo Morales para expandir la frontera agrícola en este departamento con el objetivo de promover la agroindustria de granos y la ganadería de exportación en el norte amazónico del país, a pesar de que los suelos de Pando, en su mayoría, no son aptos para el desarrollo agropecuario a gran escala que pueda ser sostenible, apunta el investigador del CEDLA, Enrique Ormachea.

Esto se debe a que el territorio del departamento de Pando está cubierto, casi en su totalidad, por bosques húmedos tropicales (más del 90% de la superficie), motivo por el cual su aptitud productiva está asociada al aprovechamiento forestal maderable y no maderable, siendo la extracción, beneficiado y exportación de castaña una actividad económica fundamental para el departamento, puntualiza el investigador.

Para Ormachea, los procesos de expansión de la agroindustria no se desarrollan “única y exclusivamente con el concurso de medianos y grandes productores agropecuarios capitalistas, pues también son incorporados sectores campesinos que cuentan con condiciones para ello”. Y así ocurre en Pando. Agroempresarios y campesinos asentados, sobre todo, en las provincias Nicolás Suárez y Madre de Dios participan en este proceso de expansión a través de programas y proyectos locales, departamentales y nacionales que se vienen implementando para este fin. Por ejemplo, desde 2016, la Gobernación de Pando está ejecutando un programa de mecanización del agro en el que participan comunidades campesinas, comunarios o asociaciones de productores.

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Mecanización del agro en Pando

Polos de desarrollo en Pando a partir de la mecanización del agro

En la actualidad, la Gobernación de Pando tiene como uno de sus objetivos implementar polos de desarrollo a nivel departamental. Para ello, están identificando zonas en las que, además de tener tierras óptimas, los mercados estén cerca para facilitar la comercialización de los productos, informa Edivaldo Moura, director del Servicio Departamental Productivo Amazónico de Asistencia Técnica Integral y Promoción de Empleo (Sedepro).

“Ahora estamos haciendo siembra en Bolpebra, donde queremos hacer un polo de desarrollo en base al tema agrícola dada la proximidad con el Perú, aprovechando la ubicación geopolítica que permite tener el mercado para el maíz, para el arroz, ahí cerquita. Los peruanos están demandando cantidades grandes de maíz. Este año estamos empezando con alrededor de 50 hectáreas, anteriormente se había sembrado 18 hectáreas”, explica Moura y adelanta que para la gestión 2022 están programando formar otro polo de desarrollo en la provincia Federico Román, específicamente, en el municipio de Nueva Esperanza.

Esta iniciativa se realiza en el marco del programa “Mecanización del agro” que después de cinco años de ejecución ha sido modificado por las actuales autoridades departamentales, según el reporte de Ingard Miahuchi de radio Frontera para el ciclo de programas “Amazonía en la mira” del CEDLA, realizado en colaboración con seis radios de la red Amazónica y difundido por la red ERBOL.

El programa de mecanización tiene dos formas de coordinación con los beneficiarios, explica Moura: “Uno, directamente con los comunarios o con los beneficiarios, que puede ser de manera individual, comunal o a través de las asociaciones de productores. La otra forma es a través de los gobiernos municipales, sobre todo los que están alejados de Cobija y que tienen maquinaria agrícola”, con los cuales hacen convenios, brindan capacitación a sus operadores o ponen operadores en sus maquinarias.

Fotografía del programa de “Mecanización del agro”, proporcionada por Lorgia Pedriel, excoordinadora del programa de la Gobernación de Pando.

De acuerdo a Moura, con la mecanización no se tumba el bosque, sino que se prepara la tierra en los lugares que son barbechos: “En Pando tenemos alrededor de 350 mil hectáreas de barbecho. […] En ningún momento hacemos en el monte alto o el monte virgen, que es el bosque mismo”. Sin embargo, reconoce que a nivel departamental no tienen “ni siquiera un pequeño porcentaje de eso tendiente a la agricultura”.

Si bien el director de Sedepro señala que en la actualidad se tendrían 350 mil hectáreas en barbecho, de acuerdo a la información procesada por Ormachea con base en el Censo Agropecuario de 2013, para ese año el departamento contaba con 65.509 hectáreas para uso agrícola, de las cuales 29.223 hectáreas eran parte de la superficie en barbecho y 22.317 hectáreas estaban en descanso. En todo caso, el importante número de hectáreas, tanto en barbecho como en descanso, revela la práctica de una agricultura migratoria como consecuencia de la rápida degradación de suelos que no son aptos para la agricultura.

Fotografía del programa de “Mecanización del agro”, proporcionada por Lorgia Pedriel, excoordinadora del programa de la Gobernación de Pando.

Para el sector agroempresarial, la agricultura mecanizada es una necesidad para que el departamento de Pando sea autosuficiente en la producción de alimentos. Como señala Unzaga Alí Wettig, presidente de la Federación de Ganaderos de Pando (Fegapando) y de la Asociación de Empresarios Privados de este departamento: “Desde hace cinco años, la agricultura mecanizada en Pando se está dando y cada vez aumentando [pues] está más que comprobado que es factible, económicamente rentable y se puede obtener rendimientos satisfactorios”.

Sin embargo, también considera que existen “algunos cuellos de botella” que tienen que superar: “Principalmente la dotación de calcáreo, pues nuestros suelos, en su mayoría, son ácidos; así como la dotación de insumos, fertilizantes, [pues] hay muchas dificultades para poder internar esos insumos y semillas, también, del Brasil”.

Este programa, que empezó el año 2016 con la mecanización en los municipios de Porvenir, Bella Flor y Cobija de la provincia Nicolás Suárez, buscaba incrementar el volumen de producción de granos, como arroz, maíz y frejol; sin embargo, hasta el momento, los cuatro silos construidos por el gobierno nacional en predios de ZofraCobija, que tienen una capacidad de 4 mil toneladas métricas para almacenar esos granos, no se utilizan en su totalidad, según puntualiza el director general ejecutivo de ZofraCobija, José Luis Méndez. “Falló la producción en el sector productor. Nunca se han llenado los silos. Es más, fue inauguración y cierre. Y después de la inauguración otra vez está funcionando, desde marzo, abril [de 2021], aproximadamente”, explica Méndez.

Planta de silos en ZofraCobija. Fotografía proporcionada por ZofraCobija.

¿Quiénes son los que más utilizan estos silos? Según Méndez, serían productores privados, organizados en asociaciones, los que estarían aprovechando los servicios que brindan los silos. Sin embargo, también aclara que las comunidades campesinas de los municipios donde se ejecuta el programa de mecanización no pudieron utilizarlos por falta de transporte para trasladar sus granos hasta los silos (que están ubicados a 14 kilómetros de la ciudad de Cobija).

Fotografía del programa de “Mecanización del agro”, proporcionada por Lorgia Pedriel, excoordinadora del programa de la Gobernacón de Pando.

La situación del agro en el municipio de Gonzalo Moreno

Los programas y proyectos gubernamentales de ampliación de la frontera agrícola también se presentan en la provincia Madre de Dios. En el municipio de Gonzalo Moreno, situado en esta provincia, ya se están viendo algunos cambios, por ejemplo, se están reemplazando los métodos tradicionales para realizar el chaqueo por maquinaria moderna “para realizar el preparado del suelo para la siembra, la manutención de los cultivos y la cosecha”, según el reporte del periodista Manfredo Sánchez de radio San Miguel, de Riberalta.

Maquinaria utilizada en el municipio de Gonzalo Moreno. Fotografía: Manfredo Sánchez.

Al respecto, el dirigente campesino David Torres considera que “la mecanización es buena para nuestra agricultura” porque la preparación del suelo mejora la producción. En la comunidad Las Piedras los cultivos se realizan en tierras comunitarias que se encuentran parceladas para cada beneficiario, explica Rodrigo Medina, uno de sus pobladores, y agrega: “Son maquinarias modernas que han llegado, que ha adquirido el municipio. […] todo es maquinaria, todo es mecanización, son monocultivos”.

La actual alcaldesa de Gonzalo Moreno, Gabriela Jiménez, informa que tienen un proyecto con el Fondo Indígena: “En la cartera 1 era todo el tema del arroz y se ha sembrado 350 hectáreas. Ahora se está volviendo a reutilizar los mismos campos en el tema de arroz, también yuca, frejol y caña. Se está volviendo a sembrar para no desperdiciar el alza del arroz. Ahora estamos tumbando 200 hectáreas para maíz, que es la segunda cartera. Alzamos el maíz con nuestros beneficiarios, el cien por ciento del grano es de ellos”.

Acopio de granos en Gonzalo Moreno. Fotografía: Manfredo Sánchez.

Este trabajo, que se realiza hace varios años en el municipio, lo constata Medina: “En primera línea se ha traído arroz certificado de Santa Cruz, se ha traído como tres o cuatro variedades. El primer año ha sido como una prueba, pero el segundo año se ha verificado que uno de esos tipos de arroz ha dado en el municipio y estas últimas cosechas ha sido muy buena producción. Acá en Las Piedras se ha hecho 30 hectáreas para 30 beneficiarios, si hay excedente se lo vende. […] Lo que se ha estado incentivando en estos últimos tiempos es el maíz que no baja de precio. El maíz para el alimento de los animales”.

El director municipal de Desarrollo Productivo, Roger Sosa, informa que cuando iniciaron en diciembre de 2020 tomaron en cuenta a las cinco comunidades: Gonzalo Moreno, Libertad, Frontera, Miraflores y Agua Dulce; y que, hasta junio de 2021, unas mil familias se habían beneficiado de manera directa y más de 200, de manera indirecta.

Maquinaria en el municipio de Gonzalo Moreno. Fotografía: Pedro Laguna.

Desarrollo de la ganadería en Pando

La ganadería de carne se moderniza y la de leche aún produce de manera tradicional

De acuerdo al reporte de la periodista Ingard Miahuchi de radio Frontera, la ganadería en Pando es una actividad que se inició con el traslado del ganado del Beni. En este departamento no existen pastos naturales de pastoreo y, por ello, los campos destinados a la ganadería son pastizales cultivados. “Nosotros no tenemos pastizales naturales como tiene el Beni. Nosotros hacemos todo el proceso; desde la limpieza del bosque, luego el chaqueo, que consiste en el tumbado y, luego, el quemado. Pero, para eso, hay un procedimiento legal, hay que sacar las autorizaciones respectivas”, explica Carlos Maradei Viera, ganadero hace 35 años y propietario del predio Carlitos en el municipio de Porvenir.

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Predio Carlitos. Fotografía: Ingard Miahuchi.

La actividad ganadera está concentrada en la provincia Nicolás Suárez porque “cuando se hizo el plan de uso de suelos se caracterizó o se determinó que estas áreas serían silvopastoriles. Entonces, está autorizado para la apertura de pasturas”, explica el ganadero Miguel Becerra Suárez, conocido como “Chiquitín”, expresidente de Fegapando y dueño de los predios Don Miguel y Doña Idalina. Los datos del Censo Agropecuario de 2013 confirman lo señalado por Becerra, puesto que, hasta ese año, esta provincia concentraba el 80,6% del hato ganadero a nivel departamental.

Para Ormachea, la introducción de pasturas cultivadas en la actividad ganadera “revela una inversión importante y una clara orientación mercantil de la misma, propia de unidades productivas de corte capitalista”. El investigador afirma que “la mayor parte de la superficie de pastos cultivados en Pando (88,5%) corresponde a unidades productivas agropecuarias plenamente capitalistas presentes en este departamento”.

Por su parte, Únzaga Ali, presidente de Fegapando, señala que más del 50% de esta actividad “está en manos de los pequeños ganaderos, que son campesinos, productores y ganaderos. Todos nosotros no solamente somos ganaderos, somos criadores de chanchos, ovejas o pescado y hacemos agricultura. Entonces, diversificamos lo máximo para poder darle mejor uso o tener mejores ganancias. […] La propiedad media gira en torno a las 100 hectáreas de pastizales”.

Ganado porcino. Fotografía: Ingard Miahuchi.

Los ganaderos entrevistados coinciden en que la ganadería de carne se ha modernizado en los últimos años, siendo evidente por lo siguiente: las haciendas modernas ahora son vistas como negocios por los propietarios, y así las organizan y manejan; se ha comenzado a hacer mejoramiento genético —por ejemplo, hace 24 años la familia Becerra realiza inseminación artificial y hace seis, fertilización in vitro—; y, finalmente, el tiempo de engorde de los animales se está reduciendo en algunas haciendas —por ejemplo, el predio Don Miguel está sacando animales de dos años, con un promedio de 230 kg de carne de oferta al mercado, afirma Becerra a tiempo de señalar que hacen todas las fases de cría, recría y engorde de su ganado.

Hato ganadero de la familia Becerra. Fotografía: Ingard Miahuchi.

Por el contrario, la ganadería lechera está menos desarrollada en el departamento, principalmente, porque los productores no cuentan con una planta industrializadora de leche y esto los obliga a vender la leche al natural, explica el presidente de Fegapando. Así, la producción lechera en Pando aún es tradicional. Incluso, se ven perjudicados por “el ingreso de leche de Brasil que es pasteurizada y, en ciertas épocas, es más barata por el cambio de la moneda”, añade.

La periodista Ingard Miahuichi entrevistó a jóvenes ganaderos que se están dedicando a esta actividad: Ariadne Becerra, propietaria de la hacienda El Platino y David Franco Pedraza, propietario del predio San Francisco. Ambos cuentan que para producir más leche por día tuvieron que mejorar el ganado de acuerdo a sus características genéticas y también su alimentación. Como resultado, los rendimientos a junio de 2021 eran de 300 litros día, ordeñados a mano, en la hacienda El Platino, y de 120 a 130 litros en el predio San Francisco.

Ordeñe. Fotografía: Ingard Miahuichi.

Esta producción la venden en los friales quienes se encargan de la reventa. “Nosotros le dejamos a un precio y ellos lo venden a un precio mayor. También [vendemos directamente a] las casas particulares”, señala Franco Pedraza. Por su parte, Becerra indica que también venden la leche que producen “a heladerías, a personas que realizan repostería”, entre otros.

Leche ordeñada preparada para su comercialización. Fotografía: Ingard Miahuchi.

Aunque, como se dijo, la producción lechera aún es tradicional, Ariadne Becerra señala que en su hacienda están en época de transición: “Estamos construyendo una sala adaptada para el proceso de ordeño, pero, como las vacas no están acostumbradas a las máquinas, tenemos que pasar un período de adaptación”. Esto da una señal de que, con los años, la ganadería lechera también avanzará hacia su modernización.

Pando, ¿departamento agrícola? La opinión del investigador Enrique Ormachea

Algunos estudios, realizados hace unos diez años, advertían que tanto la actividad forestal maderable como la ganadería iban cobrando mayor importancia en la región, lo que estaba señalando un tránsito hacia una economía departamental más diversificada. Sin embargo, los mismos estudios consideraban que la consolidación o no de esta tendencia dependería del comportamiento del mercado mundial de la castaña beneficiada y de la orientación de las políticas públicas que, en los últimos años, está promoviendo la expansión de la frontera agrícola en esta región; y que, con seguridad, tenderá a mantenerse en el futuro próximo.

Sin embargo, esta tendencia tendrá que enfrentar un contexto económico y social marcado por la relevancia de los bosques amazónicos como fuente principal de empleo e ingresos para una parte significativa de la población. Así, un cambio sustancial en los patrones de uso del suelo implica afectar seriamente las ganancias y los ingresos de los actores vinculados en la producción y comercialización de este producto.

Pero también, no es menos cierto, que en el departamento de Pando se está consolidando un importante grupo agroempresarial —fundamentalmente ganadero— y un sector campesino más mercantilizado que, promovido por el gobierno, se está incorporando a la propuesta gubernamental de ampliar la producción agrícola maquinizada a gran escala. Actores que, con seguridad, disputarán por un nuevo uso de la tierra en esta región con aquellos sectores que dependen de la extracción forestal fundamentalmente de castaña.

Sin embargo, es importante señalar que sólo una catástrofe producida por una baja sustancial de los precios de la castaña beneficiada o de un cierre del mercado mundial de este producto obligaría a un cambio radical en los patrones actuales de uso de la tierra. En este sentido, se puede decir que la demanda del mercado mundial de la castaña beneficiada es, fundamentalmente, la principal variable que hasta el momento permite que la mayor parte del bosque de la Amazonía norte no se vea, aún, severamente afectada.

En este sentido, si bien parece muy difícil que en el futuro inmediato se cumplan los deseos del gobierno del MAS de convertir a Pando en un departamento agrícola, sí es posible que en algunas zonas de las provincias Nicolás Suárez y Madre de Dios, donde actualmente se viene concentrando la producción agrícola y ganadera promovida por el gobierno, esta vaya cobrando mayor importancia en los próximos años.