Por cuarto año, en 2018 Bolivia cerró con un elevado déficit comercial /PáginaSiete

Las
exportaciones registraron
un valor de $us 9.060,4 millones y las
importaciones $us 9.995,9
millones, que arrojaron un saldo negativo de
$us 935,6 millones.

Pese al incremento del valor de las exportaciones  en un 8,7% durante  2018, el país volvió a registrar por cuarto año un déficit comercial de 935 millones de dólares,    según los datos del Instituto Nacional de
Estadística (INE). 

Expertos advierten efectos negativos en las Reservas Internacionales Netas (RIN),  ya que pueden disminuir más en la medida en que las importaciones sigan creciendo, puesto que  para cumplir con ese propósito el país requiere emplear  más divisas.
  
Según el reporte oficial, los envíos de productos a mercados
extranjeros se incrementaron de   8.338 millones de dólares, en 2017, a
 9.060,4 millones de dólares en 2018, es decir un aumento del 8,7% (ver
gráfica).

Sin
embargo, las importaciones también reportaron (en ese mismo periodo) un
crecimiento de 9.308,5 millones de dólares a  9.995,9 millones, que es
un  7,4% más en el periodo de análisis.

Según estos datos, el
saldo comercial en 2018 fue negativo en un 935,6 millones de dólares.

Bolivia
registra un déficit comercial  consecutivo desde 2015 cuando este
indicador alcanzó  843 millones de dólares. Al año siguiente  se
disparó
a   1.305 millones de dólares, su nivel más alto en la historia, y en
2017 sumaron   970 millones (ver gráfica). 

El año pasado las RIN
cerraron con un nivel de  8.946 millones de dólares, el más bajo desde
2010, cuando se registraron 9.730 millones de dólares. 

  Para
Juan Antonio Morales, expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB),
 si bien el déficit comercial de 2018 es menor al de  2017, llama la
atención el resultado porque el desempeño de las exportaciones del año
pasado fue bueno por el alza de los precios de las materias primas, por
lo menos hasta el tercer trimestre.

 “El déficit se explica por el
aumento de las importaciones, especialmente en el cuarto trimestre. Por
alguna razón, las importaciones de diciembre fueron muy altas”, observó
Morales.

 En su criterio,  el aumento de las compras
externas
tiene tres explicaciones: la primera,  que la inversión pública  tiene
 un contenido importado significativo; segundo, con las importaciones se
apunta al crecimiento del consumo de las familias junto a la del
Producto Interno Bruto (PIB).

Y por último, la pérdida de
competitividad del tipo de cambio  abarata  las importaciones en
relación  con  los  precios  de los productos bolivianos.

Morales
sugirió apuntar a un programa de inversiones públicas más pequeño y
selectivo, lo que puede reducir tanto el déficit fiscal como el
 comercial. 

“También se tiene que ser  muy prudente con la
política salarial, para no elevar indebidamente los costos de los
productos nacionales, que les hagan perder competitividad frente a los
productos importados”, apuntó.

El gerente del Instituto Boliviano
de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, manifestó que los datos del
INE sólo confirman la mala noticia de que Bolivia repitió el déficit
registrado en 2017.

“Teníamos la esperanza de que el desbalance
fuera menor, al observar  el desempeño hasta el mes de octubre. Pero
lamentablemente con semejante resultado, el comercio exterior boliviano
se torna estructuralmente deficitario”, aseguró.

En su criterio,
este reporte debe llamar seriamente a la reflexión a los hacedores de
las políticas públicas a fin de revertir esta situación a la brevedad
posible.

De lo contrario,  impactará de forma negativa en una
mayor disminución de las  RIN, situación que se debe impedir “a toda
costa” por tratarse de recursos que garantizan estabilidad.

“La
alta propensión a la importación que  adquirió Bolivia  hace
 muchos
años, muestra que el país  se tornó   dependiente del abastecimiento
externo. Por otro lado, está la extrema vulnerabilidad de las
cotizaciones internacionales para las materias primas que exporta”,
apuntó el gerente del IBCE.

Según Rodríguez, el Gobierno  debe
plantear el desafío de fijar una mayor atención en el sector externo,
tomando en  cuenta  el cuarto año consecutivo con déficit. “El
desbalance solamente se podrá solucionar con una combinación de
políticas de promoción selectiva de exportaciones y sustitución
competitiva de importaciones, especialmente cuando se anuncia que no se
tocará el tipo de cambio (una variable que forma parte de la explicación
para este fenómeno deficitario externo, que se prolonga por varios
años)”, anotó.

La menor exportación de productos que las
 importaciones también incide en menor ingreso de divisas y en el
crecimiento del déficit fiscal.

BCB admite que hay más importaciones 

El
Banco Central de Bolivia (BCB)  justifica que las Reservas
Internacionales Netas (RIN)  han disminuido producto de mayores
importaciones realizadas por el país.

 El año pasado este colchón
cerró en 8.946 millones de dólares, el más bajo desde 2010, cuando se
registró 9.730 millones de dólares. En 2014 se tuvo el año pico con
15.123 millones de dólares y desde entonces han disminuido.

“Las
RIN presentan una disminución en las últimas semanas que se explica
principalmente por: a) salida de transferencias al exterior asociadas a
importaciones privadas, b) importaciones del sector público, que se
mantienen dinámicas debido a la fuerte inversión en este sector”,
justifica el BCB en sus reportes estadísticos.

Desde 2006 el país
comenzó a acumular reservas de manera sostenida, en virtud a los
ingresos de hidrocarburos, aumento de remesas familiares, superávit
comercial y la bolivianización.

Las RIN ayudan a  
amortiguar los efectos negativos de los choques externos, garantizan
crecimiento y estabilidad económica.Página Siete/ Lidia Mamani / La
Paz

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