ESPAÑA: El IRPF subirá la deducción por cargas familiares e incluirá a los ascendientes

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La idea de Hacienda no es ampliar las rebajas a las familias a medida que tengan más hijos, sino que las mismas empiecen desde el primer hijo y el primer ascendiente.
La reforma fiscal que ultima el Gobierno incluirá muchas novedades, ya que se trata de uno de los proyectos más ambiciosos del Ejecutivo al proponerse cambios en todos los impuestos. Los planes del Gobierno son que se apruebe en Consejo de Ministros a lo largo de este mes, seguramente el que tendrá lugar el próximo día 20.
En el caso del impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), los cambios serán fundamentalmente la reducción de los actuales siete tramos a cinco, aunque aún no se conocen los detalles de los montantes de ingresos que le corresponderán a cada tramo ni las tarifas correspondientes.
En todo caso, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya anticipó que quedarán exentos de este impuesto los trabajadores que ganen menos de 1.000 euros al mes, lo que se podría traducir en que las rentas brutas procedentes exclusivamente del trabajo inferiores a 14.000 euros podrían finalmente no tributar por el IRPF. Para este mínimo no se computarán las rentas obtenidas del ahorro o de cualquier otra naturaleza.
Las deducciones de este impuesto, como no podía ser de otra manera al cambiar toda la estructura impositiva, también sufrirán cambios. En concreto, el Gobierno de Rajoy trabaja en sustituir la actual deducción por hijos que se aplican los trabajadores por otra que se denominará «cargas familiares», en la que se incluirán no solo a los descendientes del contribuyente sino también los ascendientes a cargo que convivan en la unidad familiar. Además de la ampliación del concepto de la deducción, al incluir a los ascendientes, la cuantía será superior a la actual.
El primer hijo, 1.836 euros
Ahora se aplica una deducción por descendiente de 1.836 euros anuales por el primero, 2.040 por el segundo, 3.672 por el tercero y 4.182 por el cuarto y siguientes. La idea del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en este tema no es primar con mayores deducciones a las familias a medida que tengan más hijos, sino que en el concepto de «carga familiar» la deducción empiece desde el primer hijo y/o el primer ascendiente.
No hay que olvidar que una de las promesas del programa electoral con el que el PP ganó las elecciones fue la aprobación de un plan integral de apoyo a las familias, por lo que el asunto, sobre todo tras la pérdida de votos en las últimas elecciones europeas, es más urgente que nunca.
Otra de las posibilidades para primar fiscalmente a las familias sería imponer una especie de «impuesto negativo», en la línea del actual que se aplica a las mujeres que se reincorporan a trabajar después de haber tenido un hijo, de 1.200 euros al año. Montoro siempre se ha mostrado favorable a esta fórmula por lo que podría extenderla a las nuevas deducciones que está ultimando para las familias.
Un reciente informe de la OCDE revelaba que la presión fiscal sobre las familias españolas ha crecido en los últimos años por encima de la media de este organismo, alcanzando uno de los niveles más elevados del mundo, como se puede apreciar en el gráfico.
En cuanto a las tarifas que se aplican en el IRPF, entre el 24,5 y el 52% en función de la renta de los contribuyentes, el Consejo General de Economistas considera que «han crecido en los últimos años en todos los países europeos, con especial relevancia en España, donde el tipo máximo ha pasado a situarse en el 52%, por encima de la media comunitaria, convirtiéndose en uno de los más elevados del mundo».
Los expertos a los que encargó el Gobierno un informe para esta reforma, presidido por el economista Manuel Lagares, recomendó reducir de siete a cuatro los tramos de la tarifa, una tarifa máxima inferior al 50% y aproximarse a la media europea del 45% en la parte alta de la tabla.
Hacienda, que se resiste a dar detalles de una reforma a la que aún le faltan las decisiones finales, ya que en cierta medida unos impuestos dependen de otros, no baraja subir el tipo máximo del IRPF, el mencionado 52% que en algunas comunidades autónomas se eleva hasta el 56%, sino una rebaja, aunque se desconoce si hasta el 45% propuesto por los expertos.
En cuanto a las deducciones familiares el equipo de Lagares aconsejaba al Gobierno de Mariano Rajoy una revisión «significativa» de los mínimos personales para favorecer a las familias con hijos o ascendientes a su cargo, al tiempo que se eliminan la mayoría de las exenciones, reducciones y bonificaciones.
Cambios en el ahorro
Otro de los cambios que traerá el nuevo IRPF será el tratamiento fiscal del ahorro de tal manera que se unifiquen los ingresos obtenidos por intereses de cuentas corrientes, así como los de seguros y planes de pensiones, tanto individuales como colectivos de empresa.
En este campo, las recomendaciones de los expertos fueron que se equiparara el trato fiscal de las cuentas de ahorro a largo plazo al de los fondos de pensiones y no hubiera el diferente tratamiento que tienen en la actualidad y que no es demasiado lógico, ya que, en definitiva, son rentas obtenidas de ahorro aunque de productos diferentes.
Otra de las opciones que baraja Hacienda es que poner algún tipo de incentivo fiscal a la contratación de seguros médicos privados, además de la exención que existe para estos seguros cuando se instrumentan como retribuciones en especie, con la intención de rebajar los costes sanitarios del sistema público de salud. Hay que recordar que esta deducción ya estuvo en vigor, pero luego se suprimió.
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