Unitas • 100 conflictos colectivos como respuesta a la constante vulneración de derechos
El 2009 se produjo un centenar de conflictos laborales colectivos, con el objetivo común de mejorar las condiciones de trabajo y demandar el cumplimiento de derechos vulnerados por empleadores privados y el propio Estado.
La Paz, 29 de abril de 2010.- Según un estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) el 2009 se produjeron, al menos, 100 conflictos laborales colectivos, liderados por organizaciones sindicales de base que realizaron una diversidad de acciones directas como huelgas, marchas callejeras, toma de oficinas y empresas, en medio de procesos fallidos de negociación colectiva o de conciliación de pliegos de demandas.
Cerca del 60% de estas luchas fueron protagonizadas por obreros mineros, trabajadores en salud, obreros de la industria manufacturera y trabajadores del magisterio, que son los sectores laborales con mayor tradición de lucha y fortaleza organizativa. La exigencia de incrementos salariales, el pago de salarios devengados, el rechazo a los despidos arbitrarios, la defensa de las “fuentes de trabajo”, del derecho a la sindicalización y el fuero sindical y, el cumplimiento de convenios logrados a través de los pliegos petitorios, fueron los motivos principales generadores de estas movilizaciones.
El CEDLA evidenció que en el caso de los obreros mineros, el avasallamiento de sus fuentes de trabajo por comunarios y cooperativistas y las negociaciones con empresas transnacionales que pretendieron profundizar la flexibilización laboral (jornada de 12 horas, congelamiento de salarios, terciarización de algunas fases del proceso productivo, salario a destajo, beneficios laborales) fueron sus causas principales. A su vez, los obreros de la industria manufacturera se enfrentaron a situaciones permanentes de despido injustificado, salarios devengados, extensión de la jornada sin remuneración equivalente, desatención de pliegos petitorios y desconocimiento del fuero sindical.
Los testimonios de trabajadores de diferentes sectores laborales dieron cuenta que la demanda por mejoras salariales, en un contexto de pérdida acumulada de su capacidad de compra, fue el motor principal de acción directa de los trabajadores del magisterio y del sector salud. Además, estos últimos reivindicaron el derecho a la estabilidad laboral en centros de salud públicos, donde proliferan los contratos eventuales o la designación provisoria.
El otro 40% de los conflictos colectivos del año fue protagonizado por diferentes sectores laborales que demandaron esencialmente estabilidad laboral, la mejora de salarios y el reconocimiento de beneficios sociales en igualdad de condiciones con otros trabajadores asalariados. Estas luchas permitieron visibilizar a sectores como los trabajadores municipales, petroleros, de servicios eléctricos y de servicios aeroportuarios, que demandaron la protección del Estado, descubriendo la inoperancia y debilidad del aparato público para crear un marco favorable al ejercicio de los derechos laborales.
Una vez más se ratifica que la violación y el desconocimiento de derechos laborales por parte de la empresa privada y del Estado fueron una constante en el año 2009, paralelamente se evidenció que en el ámbito laboral las prácticas flexibilizadoras no se modificaron, y la ampliación del empleo desprotegido –inestable y con derechos individuales y colectivos restringidos– fue otra constante.
En este contexto, las luchas de los trabajadores organizados, expresadas en acciones directas con diferentes grados de intensidad, duración y resultados, pero similares en cuanto a sus objetivos orientados a la mejora de las condiciones de trabajo y la demanda de respeto a los derechos vulnerados, no fueron una excepción.
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