Según un estudio realizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), efectuado en cinco ciudades del país (La Paz, El Alto, Potosí, Santa Cruz y Cochabamba) durante el 2008, se ratificó que existe una clara discriminación por género en la distribución de los ingresos por trabajo.

Considerando que en este conjunto de ciudades estudiadas, los hombres representan un poco más de la mitad (56,5 por ciento) de la población ocupada, reciben el 67 por ciento de los ingresos del trabajo; en cambio, las mujeres que representan casi la otra mitad (43,5 por ciento) de los ocupados, solamente se apropian del 32 por ciento de los ingresos. Este es un indicador que sintetiza la desigualdad de relación entre los salarios que obtienen las mujeres respecto de los que reciben los hombres. Estas amplias brechas de ingreso por género expresan tanto la segregación ocupacional de las mujeres (concentración en determinadas actividades u oficios y en los escalones más bajos dentro de los mismos), así como su incorporación al mundo del trabajo asalariado en condiciones de discriminación y desigualdad de trato. Lo datos también revelan su acceso diferenciado a recursos productivos complementarios al trabajo (capital, conocimientos, etc.).

El Cedla además ha encontrado que el ingreso laboral promedio de los trabajadores en esas cinco ciudades es de 1.427 bolivianos. Entre los hombres el promedio es de 1.709 bolivianos y entre las mujeres sólo 1.062. Sin embargo, los montos promedio ocultan la situación real: de cada 10 trabajadores seis, entre los varones y ocho entre las mujeres, obtienen un ingreso mensual inferior al promedio.

Las mujeres bolivianas tienen un ingreso promedio, que representa un poco más de la mitad (62,2 por ciento) del que obtienen los hombres. Esta brecha de ingresos es mayor entre el grupo de trabajadores no calificados, puesto que las mujeres obtienen un ingreso que llega solamente al 58,5 por ciento del que obtienen los hombres. La mayor desigualdad se observa entre el grupo de los obreros donde el ingreso de las mujeres llega solamente al 47 por ciento de sus pares.

Entre los grupos de trabajadores con mayor nivel educativo los diferenciales de ingreso por sexo no se reducen. Las mujeres llegan a percibir el 67,5 por ciento del ingreso de los hombres, expresando que la igualdad de trato en el acceso a las ocupaciones de mayor jerarquía todavía está lejos de ser una realidad.

Apoyo alemán

El Viceministerio de Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Justicia lanzará mañana un plan nacional para la igualdad de oportunidades denominado «Mujeres Construyendo la Nueva Bolivia para Vivir Bien», con apoyo del Gobierno Alemán. «Este reconocimiento deberá estar expresado en igualdad de oportunidades para el acceso a servicios, la plena participación en espacios de decisión, en la distribución equitativa de los recursos económicos, tecnológicos y patrimoniales, creándose las condiciones para una vida libre de violencia», informó Evelín Agreda, viceministra de Género.