La Razón/ Subeditorial • Profesionales desocupados
En la gestión pasada se ha contabilizado que 182.000 personas estuvieron desempleadas en el país, cifra que seguramente crecerá este año, esta vez por la circunstancia de que la crisis económica global está afectando también al país, debido a que disminuyó la demanda internacional y, por tanto, afectará a las exportaciones, que son el sustento básico de toda colectividad nacional.
El ministro de Economía y Hacienda, Luis Arce, declaró el domingo último que este año las ventas al exterior caerán en un 22 por ciento, aunque las organizaciones empresariales estiman que podría ser mayor. El secretario de Estado considera que la situación mejorará en el segundo semestre, porque se está produciendo una lenta recuperación económica internacional.
Arce, sin embargo, admitió que aquella estimación oficial (del 22%) dará lugar a que las exportaciones bajarán de los $us 6.836 millones del año pasado, a $us 5.300 millones, hasta fines de año.
La información oficial, empero, tuvo una aparente diferencia el lunes, durante una conferencia de prensa del ministro de Planificación del Desarrollo, Noel Aguirre, quien dijo que de enero a abril último las exportaciones cayeron en el 29%, en relación con similar período del 2008. La diferencia es de $us 2.185,36 millones de la gestión anterior, a $us 1.555,27 millones, según datos que manejó el Ministro del Instituto Nacional de Estadística (INE).
De todos modos, la coincidencia reside en que la actividad económica nacional sufrirá este año un quebranto mayor, lo que determinará un inevitable crecimiento en la desocupación.
El caso más dramático, en todo caso, es que 22.000 profesionales no tuvieron empleo ya en el 2008, según estudio realizado en las ciudades de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, El Alto y Potosí por el CEDLA (Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario). Tal cantidad representa el 12,1% del desempleo en el país.
Alarma que esta situación haya llegado a tales extremos, porque impacta en el grupo social más capacitado que tiene Bolivia. En la actualidad nacional, no vale de nada tener un título académico y ni siquiera cuenta el hecho de que se hayan efectuado estudios de maestrías y hasta de doctorados.
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