Ed. Impresa Un estudio muestra que son las más afectadas por los despidos

Las bolivianas tardan más en hallar un trabajo

Por Mirna Echave – La Prensa – 12/03/2012

La caída de la generación de empleo en los sectores que demandan mano de obra alcanza más a mujeres que trabajan para mantener a sus hogares.

La Prensa, 12 de marzo de 2012./ Las mujeres que quedan desempleadas tardan entre siete meses y un año en conseguir un nuevo empleo, según una investigación realizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA). Además, cuando hay crisis en una empresa, también son las más perjudicadas por los despidos.

Una de cada 10 es desempleada. El informe sobre la situación de los derechos laborales de la mujer en Bolivia, señala que la tasa de desempleo femenino en las ciudades del eje llega al 9,9 por ciento, mientras que la tasa de cesantía entre las asalariadas alcanza el 15 por ciento.

El desempleo femenino, establece el documento, es de larga duración, pues el 44 por ciento de las mujeres buscó un trabajo asalariado por más de seis meses, mientras que 25 de cada cien trabajadoras estuvieron en esa situación por más de un año.

Entre las conclusiones, el estudio dice que “las mujeres siempre fueron las primeras en ser despedidas en tiempos de crisis y las últimas en retornar al empleo en tiempos de crecimiento”.

Esta situación afecta principalmente a las mujeres más jóvenes, menores de 34 años, y con mayor nivel de educación, entre secundaria y universitaria.
Los datos del CEDLA recogen información de una década, en la que ellas incrementaron su participación en la actividad económica y se elevó la discriminación en el acceso al empleo.

Menor creación de empleos. Según el estudio del CEDLA, la situación de las bolivianas también se debe a que existe una insuficiente generación de puestos de trabajo y porque dejaron de crecer los sectores que hacen uso intensivo de mano de obra.

Sólo el comercio y algunos servicios personales tuvieron cierto dinamismo como para incorporar a nuevas trabajadoras.

“La demanda de trabajo en la industria manufacturera declinó al ritmo que las empresas fueron perdiendo sus mercados externos e internos, y algo similar ocurrió en las actividades del servicio doméstico por efecto del deterioro de los ingresos familiares en los estratos de ingresos medios y bajos de la población”.

Aporte en medio de la precariedad. A pesar de las desventajas en las que la mujer desempeña su rol como trabajadora, la investigación destaca su contribución en la economía del país y en la generación de ingresos personales y familiares. Sin embargo, se observa en el reporte, entre los años 2000 y 2010, que las trabajadoras son las que accedieron a los empleos asalariados más precarios, lo que significa que son los más inestables, con jornadas más extensas, con bajos sueldos y fuera del margen de la cobertura de la seguridad social de corto y largo plazo.

El desempleo femenino es calificado como “de larga duración”, ya que el 69% estuvo sin trabajo más de siete meses.

La situación de la mujer

El empleo femenino en Bolivia muestra una vez más la desigualdad de condiciones en las que se desempeñan las bolivianas.

25 por ciento Se contrajo la tasa de ocupación femenina entre 2001 y 2010 en las principales ciudades del país. Pese a ello, se destaca el papel femenino en el desarrollo económico.

45 por ciento de la población ocupada en Bolivia es femenina. En 10 años, las mujeres trabajadoras aumentaron de 634.763 a 773.962. El promedio anual de crecimiento laboral es de 15.500.

44 por ciento de las trabajadoras en empresas privadas tiene contrato temporal y, en general, 33 de cada cien obtiene un pago menor al salario mínimo vital nacional.

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