En una muy mala situación, porque la política general del Gobierno se agudizó en contra de los intereses y de las condiciones de los trabajadores. Lo último que aprobó el Gobierno es una política salarial que no repone ni el valor adquisitivo de unos salarios, que están muy lejos del valor de la fuerza de trabajo. Es decir, estamos hablando de 1.440 bolivianos de un salario mínimo, cuando la COB ha planteado, de manera correcta en mi criterio, la demanda de una canasta de 8.000 bolivianos para una familia.

Esta respuesta está condenándolos a la miseria en sus ingresos y a una reproducción de una vida nada digna. Además, hay otras medidas que no han tenido la misma resonancia, que son medidas que tienen que ver con el interés del Gobierno; el propósito de agendar, de agudizar la explotación de los trabajadores y particularmente del sector estatal.

En el caso de la minería en particular, hay medidas que están planteadas hace tiempo para Huanuni, sin una inversión para modernizar la explotación. Eso significa que la mayor producción o la mayor productividad van a venir por el mayor esfuerzo físico de los trabajadores. En Colquiri, se aplicó por decreto, un bono a la producción, que está ligado a aumentar la producción, pero además a no hacer huelgas. Es decir, a aumentar la presión sobre la fuerza de trabajo sin derecho a reclamar.

Las recientes medidas que están negociando en pensiones, es lo mismo, hay una caída de los rendimientos de los fondos previsionales. Hay mucha gente todavía, como 200 mil personas, que ya han pasado la edad de jubilación o que están muy cerca y que no tienen perspectivas de jubilarse. Que va a contrapelo de lo que hace el Gobierno con los fondos previsionales, que están prestados a los bancos y que ahora, con una nueva modificación de la ley, se van a invertir en el exterior.

Entonces, estas medidas también, lo que nos están planteando es que no sólo hoy, en el presente las condiciones son malas, sino que en el futuro serán malas: para el trabajador pasivo y para las futuras generaciones. Si bien ha caído la tasa de desempleo abierto, lo que sigue creciendo es el empleo informal, la desocupación es mayor en los jóvenes, etc. Es decir, son condiciones precarias de trabajo que están cada vez peor.

Sobre la flexibilización laboral, ahora, el objetivo del Gobierno es afectar al sector del Magisterio. La Ley Avelino Siñani incorpora una serie de cambios en la carga horaria, en la curricula, etc., que van a significar menores ingresos para los trabajadores, la polivalencia, que siempre se había combatido a los neoliberales, es decir, un maestro va a tener que saber todo: computación, idiomas, etc… se aumentó el número de niños por aula, frente a un congelamiento de los presupuestos destinados a la educación.

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