El viceministro de Pensiones, Mario Guillén, aclaró que los jubilados del antiguo sistema de pensiones no serán tomados en cuenta por la nueva ley de pensiones para que puedan acceder al beneficio de la fracción solidaria.

“No, los jubilados del sistema de reparto tiene su propio régimen, el Estado va ha seguir pagándoles como hasta ahora y la ley está siendo legislado para la gente que hoy esta aportando al (nuevo) sistema (de pensiones). Las rentas (del antiguo sistema) están en un nivel aceptable”, apuntó.

Por su parte el analista del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y agrario (CEDLA) Carlos Arze, explicó que los únicos sectores que se beneficiarán de la fracción solidaria son los actuales rentistas de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs) y los trabajadores que al momento realizan sus aportes para su jubilación.

“Pero los otros 126 mil jubilados del Servicio Nacional de Reparto (SENASIR), esos ya tienen sus rentas definitivas porque ellos no eran parte del (nuevo) sistema; entonces, a ellos no les van ha recalificar” para beneficiarse de la nueva norma que proyecta el gobierno, aclaró.

El analista considera que este hecho podría causar un conflicto social porque hay personas que perciben rentas menores a los percibidos por los actuales pensionados de las AFP, quienes van ha reclamar por una nivelación por dicho beneficio.

Según el proyecto de ley de pensiones del Ejecutivo, las rentas de los jubilados de las APFs, cuyo número asciende a 26 mil serán recalificados para que se incrementen con recursos del Fondo Solidario, lo que no ocurrirá con los jubilados del antiguo sistema de pensiones.

Este Fondo será sustentado con el aporte adicional del 0,5 por ciento, aporte patronal del tres por ciento, el 20 por ciento de la recaudación de primas de riegos previsionales, recursos de la cuenta básica previsional y el aporte de empleados que perciben a partir de los 20 salarios mínimos (Bs. 13.587).

Guilén mencionó que según los estudios realizados, la futura norma del Ejecutivo tiene una proyección de 40 años, razón por el cual las fuentes de financiamiento que han sido incluidos le darán sostenibilidad en el tiempo mencionado.

Entre los indicadores pesimistas tomados en cuenta para hacer sostenible el nuevo sistema son: la tasa de interés por las inversiones que vaya a realizar la Gestora Pública con dineros de los aportes de los trabajadores será del tres por ciento, pese a que en la actualidad las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs) registran un ocho por ciento.

También, el proyecto de ley establece un sistema que tiene como base la captación de los aportes laborales de manera individual, lo cual tiene como base que es solidario porque busca beneficiar a las personas que ganan menos, argumentó Guillén.

Finalmente, el secretario general de la Central obrera Boliviana (COB) Felipe Machaca, lamentó que la nueva ley de pensiones siga guardando los principios del neoliberalismo como es el aporte individual y la exclusión de los jubilados del antiguo sistema.

“Una vez más se descubre que el gobierno disfraza la nueva ley de pensiones con algunos adornos para ocultar su esencia neoliberal porque si fuese verdaderamente solidario proyectaría rentas que cubran la canasta familias, su cálculo debe ser sobre la base de las últimas 12 papeletas de pago y no 24”, concluyó.

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