Ernesto Justiniano • Los magos del INE
Bolivia pierde miles de empleos, disminuye la inversión y aumentan los precios de los alimentos pero para el gubernamental INE es la “Suiza” de la región.
Hay algo que ve el Instituto Nacional de Estadística pero que los bolivianos, a pesar de todos los esfuerzos, no lo ven. Mes a mes nos presenta cifras ilusorias, cifras sobre el nivel de inflación la cuales va a contramano de la realidad cotidiana. Es que el INE descubrió que para bajar el índice de inflación no era necesario aplicar medidas macroeconómicas; era suficiente introducir nuevas variables para el cálculo y la inflación bajaría como por arte de magia.
En esta oportunidad el INE nos sorprende con nuevo descubrimiento. Resulta ahora que Bolivia tiene un índice de desempleo similar al Uruguay y menor al de Chile. Decir que Bolivia tiene un nivel de desempleo de 7.14 % ciertamente debe motivar la envidia de los países de la región y aún de los altamente industrializados.
Si nos atenemos a esa cifra, estamos en camino de alcanzar el objetivo de toda sociedad: el pleno empleo y todo ocurrió casi por arte de magia, mientras se cerraban miles de fuentes de trabajo debido al cierre de mercados en Estados Unidos por la suspensión de las preferencias arancelarias andinas (Atpdea).
Naturalmente hay una trampa y no es necesario ser un eximio analista económico para percatarse de ello. Sucede que en este caso, a algún “experto” del INE se le ocurrió que el problema del desempleo podría ocultarse incluyendo en la categoría de empleados hasta a aquellas personas que busca aliviar sus carencias intentando vender cualquier chuchería en las calles.
Dentro de este criterio tan amplio, son también considerados “empleados” aquellos que desempeñan alguna labor a cambio de unos cuantos kilos de azúcar, arroz y otros alimentos.
Las cifras que presenta el INE en relación con el empleo son evidentemente contradictorias con las contenidas en estudios realizados por organismos especializados como el Centro de Desarrollo Laboral (Cedla) y que el gobierno del MAS prefiere soslayar de manera sistemática.
En este tema, como en otros, prefiere sujetarse a esa ficción que ha creado y que está produciendo claros síntomas de auto intoxicación. El INE hace mucho tiempo dejó de ser un organismo esencialmente técnico y cuyos informes podían ser utilizados para formular políticas sociales y económicas. Ahora es otro de los apéndices del Ejecutivo y del partido en función de gobierno y ha asumido como función, la de tergiversar datos y cifras para acomodarlos a la propaganda oficial destinada a mostrar la imagen de un país de ensueño.
Sin embargo hay ocasiones que sencillamente se les va la mano. Decir que en Bolivia el índice de desempleo es menor que en Chile (para risa del vecino país) resulta un embuste de grueso calibre que ni los masistas se lo creen.
Los “capos” del INE debieran contrastar sus datos con los de las amas de casa que día a día compran menos, de menor calidad y mayor precio, para llenar la olla.
Los espejismos siempre acaban diluyéndose así recurran a los más imaginativos recursos publicitarios para ocultar una realidad que siempre acaba mostrándose en toda su crudeza.
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