Entre 70 a 80 mil jóvenes bolivianos (de 18 a menos de 25 años) están desempleados. Usualmente, ellos presentan problemas para hacer una carta de presentación e incluso una hoja de vida. También suelen ponerse nerviosos en entrevistas de empleo, lo cual limita sus posibilidades de acceder a una fuente laboral, según el director de Empleo del Ministerio de Trabajo, Roberto Ballesteros.

El funcionario indicó que a nivel general el número de personas sin trabajo en Bolivia está entre 140 mil y 150 mil, es decir que los jóvenes desempleados representan un poco más de la mitad.

En términos relativos, precisó que el 8.1% de los jóvenes no tiene trabajo, mientras que el indicador general de desempleo llega al 3,2%.

Subrayó que “muchos jóvenes tienen problemas al asistir  a una entrevista de tipo laboral. Tienen dificultades en elaborar su hoja de vida y una carta adecuada de presentación de sus servicios y manejo de recursos ofimáticos”. Además no saben dónde buscar trabajo.

“Cuando van a una entrevista se ponen nerviosos y generan cierta duda al que les está entrevistando”, añadió.

Para solucionar estas deficiencias, el Ministerio puso en funcionamiento el Servicio Público de Empleo Gratuito, donde una persona puede registrarse proporcionando los datos de sus habilidades para que el Estado trate de ubicarlos en una fuente laboral.

Ballesteros destacó que este Servicio prepara al joven para la entrevista y lo introduce sobre los derechos de los trabajadores. Para este fin también existe la línea gratuita 800-10-1044.

Calidad de empleo de los jóvenes

El Director de Empleo señaló que los jóvenes están sometidos a situaciones de discriminación por su “inexperiencia” y edad. Sostuvo que acceden a trabajos precarios, con menor remuneración, son asignados a puestos de menor calificación y sus contratos son inestables.

En cuanto al subempleo, Bruno Rojas, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), en su presentación Situación del Empleo Juvenil en A. Latina y en Bolivia de julio de 2014, señaló que los jóvenes contratados a un empleo con menos horas de trabajo de lo legalmente estipulado representan un 25,6%, mientras que quienes tienen un “empleo normal” representan 74%. En cuanto a ingresos, los que reciben menor salario de lo adecuado son el 66.1% y el resto sí tienen una remuneración apropiada.

“En general, se advierte una situación de alta subutilización del trabajo de los y las jóvenes”, concluyó el académico.

Además, Rojas sostuvo que “7 de cada 10 jóvenes cuentan con empleos inestables, temporales o eventuales”.

Se niega a pedido de empresarios

Ballesteros reveló que el sector empresarial observó la rigidez de la normativa laboral y pidió una flexibilización para facilitar la incorporación de jóvenes como trabajadores.

Aseguró que el Gobierno no aceptará  esta sugerencia debido a que “vulnera derechos de tipo laboral”. Indicó que acceder a esta solicitud implicaría contratos de horas incompletas y pagos de la misma característica.

También informó que los empresarios manifestaron que contratarían bastantes jóvenes, pero con una capacitación acorde a su demanda. El funcionario explicó que ese pedido significa establecer acuerdos con el sector educativo para orientar la formación de estudiantes en esta dirección.

Al respecto, Rojas recordó un estudio de 2011 en que se afirma que “existe una sobreoferta de profesionales con carreras a nivel licenciatura y el mercado demanda más técnicos y operarios no calificados”.

“Cada año, egresan y se titulan 170 mil de las universidades del país y sólo 80 mil consigue trabajar (53%) y un 47% termina desempleado, subempleado o creando negocios por necesidad más que por oportunidad, alentando la informalidad”, añadió el investigador.

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