El mundo laboral falla en igualdad para las mujeres
Misionescuatro (Argentina). 01 de mayo de 2017
En la Argentina, todavía existen obstáculos para la participación femenina en el mercado del trabajo y en el ámbito gremial, aunque las mujeres representan el 51,5% de la población con derecho a decidir y con capacidad de exigir la paridad en los espacios de toma de decisiones.
La equidad de género es un tema clave para garantizar un sistema democrático eficiente en cada país. En ese sentido, la Coalición de Mujeres Trabajadoras (Comutra)* se conformó con el objetivo de contribuir a la plena participación femenina en el ámbito laboral ejerciendo sus derechos en igualdad de condiciones y libres de todo tipo de violencias.
En el marco del Día Internacional del Trabajo, ha compartido un informe sobre la realidad que afecta a las obreras argentinas, que debería estar en el eje de los sindicatos y colegiaturas para lograr un sistema humanitario equitativo.
REPRESENTACIÓN SINDICAL
De acuerdo a una investigación realizada por el Instituto de la Mujer de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina, de un total de 1448 cargos sindicales sólo 80 son ocupados por mujeres. En tanto, una muestra tomada sobre 25 sindicatos arroja que de 385 Secretarías o Sub-Secretarías relevadas, sólo 69 (17%) se encuentran a cargo de mujeres.
La ley 25.674 establece el cupo de mujeres en cargos electivos y representativos de las asociaciones sindicales en un mínimo del 30 por ciento. Esta norma actualmente no se refleja en la CGT, la central sindical que representa a los trabajadores y las trabajadoras en las negociaciones salariales con el gobierno nacional.
La tasa de afiliación de las mujeres en los sindicatos del sector privado es del 27,3% frente al 43,4% de los varones, según una Encuesta a Trabajadores en Empresas (ETE), que difundió la socióloga Eliana Aspiazu. A su vez, la participación en las actividades sindicales y reclamos colectivos es del 27% de los varones y del 19% de las mujeres.
Desde la Comutra, señalan que resulta necesario asegurar el cumplimiento del Cupo Femenino Sindical y promover la participación efectiva de las mujeres en los espacios de decisión, accediendo a puestos jerárquicos y representativos, indispensables para poner sobre la mesa de negociación colectiva las problemáticas de las trabajadoras.
BRECHA DE GÉNERO
En la Argentina, la tasa de empleo de las mujeres sigue siendo más baja que la de los varones: el 42,2% para ellas y el 63,7% para ellos, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) en el 2016.
Si bien los niveles de participación femenina en el mercado del trabajo siguen indicando una suba histórica, este crecimiento se tradujo en un aumento en los niveles de desocupación y subocupación, antes que en un incremento del porcentaje de ocupaciones plenas. La tasa de desocupación para las mujeres es de 10.5% y para los varones es de 8.5%.
En el sector privado, se advierte una tasa de empleo no registrado superior entre las mujeres (34.2%) que entre los varones (31.4%).
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres ganan un 27,2% menos que los varones.
Esta brecha salarial de género aumenta entre las trabajadoras con menor calificación.
LAS TAREAS DE CUIDADO
Aunque muchas veces las tareas domésticas y de cuidado no son remuneradas, implican tiempo, esfuerzo y competencias, y por ende constituyen un trabajo. Además son actividades fundamentales para el sostenimiento de las sociedades.
Estudios realizados en diferentes países (México, Colombia, Australia, España, Finlandia) muestran que esta contribución es importante, llegando en algunos casos a más del 30% del PBI.
En la Argentina, el trabajo de cuidado recae principalmente sobre las mujeres. Según las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (Indec), las mujeres le dedican en promedio 6,4 horas diarias a estas tareas, mientras que los varones ocupan 3,4 horas. En suma, las mujeres trabajan 51 días más al año que los varones.
Esta desigual distribución de las tareas de cuidado tiene consecuencias en la tasa de actividad de las mujeres, que cae del 54% en las que no son madres a un 46% en las que lo son. Asimismo se refleja en su incorporación al mercado laboral.
Cuando se encuentran en edad reproductiva se incorporan menos a los empleos disponibles y suelen hacerlo en ciertas ocupaciones. Por su parte, las dificultades para conciliar la vida laboral y familiar se suman a otros obstáculos para acceder a posiciones de liderazgo.
AMBIENTES LABORALES LIBRES DE VIOLENCIAS
En materia de violencia laboral, la Argentina no tiene una norma nacional específica, pero se encuentra contemplada dentro de la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres en cuyo artículo 6 inciso “c” se define como “aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de embarazo. Constituye también violencia contra las mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual remuneración por igual tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en forma sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral”.
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