Ernesto Estremadoiro Flores

Yesenia Morales tiene 24 años y desde hace cinco se dedica a la producción y comercialización de bisutería. Licenciada en Relaciones Internacionales, hace un año dejó la comodidad de un trabajo de oficina para volcarse de lleno a su negocio, al que solo dedicaba medio tiempo.

Para mejorar sus ventas realizó un catálogo con sus más de 100 productos y bautizó su naciente negocio como  Yesijandra, posteriormente empezó a inscribir vendedoras que reciben una comisión del 40% de sus ventas.

“La idea es poder estar a nivel nacional. Porque  en el país no existe una línea de venta por catálogo nacional, porque Yanbal, Esika, son extranjeras y dan una comisión del 25%”, afirma la joven emprendedora.

Morales es parte de los 322 emprendedores que han visto germinar sus ideas gracias al Asesoramiento del Centro de Juventud y Empleos (Ceje) del Distrito 1 de la ciudad de Santa Cruz.

En Bolivia, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Juventud, en plazo de cinco años se deben de crear 580.000 empleos para la población joven.  Por otro lado, el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), señala que en el país siete de cada  10 jóvenes entre los 17 y 24 años, cuentan con trabajo inestables, temporales o eventuales, por lo que el desarrollo de emprendimiento, surgen como una solución para aplacar este problema.

La bonanza no llega a jóvenes. De acuerdo a varios organismos internacionales Bolivia vive un «boom» económico con reservas que llegan a los 15.000 millones de dólares y una tasa de crecimiento que pasa el 5 por ciento.

Sin embargo, según datos del Cedla, hasta el 50% de la población desempleada en Bolivia, entre mujeres y varones, es joven.

Ante este panorama, Osman Vaca, subalcalde del Distrito Municipal 1 de Santa Cruz, explicó que desde hace dos años se creó el Centro de Jóvenes y Empleo (Ceje) para ayudar a personas de entre 15 y 30 años a insertarse en el mercado laboral y ayudarlos a emprender proyectos propios, todo de forma gratuita.

En este tiempo, 2.334 jóvenes han sido atendidos.  De esta cantidad,  996 buscaron orientación vocacional, y 1.016 llegaron al centro en búsqueda de empleo.

Por último, 322 jóvenes buscaron asesoramiento para emprender negocios. «Un 80% de los jóvenes, de los tres servicios que ofrecemos, lograron su objetivo», señala María Fadua Verazaín Basma,  coordinadora del proyecto.

Emprender, una solución.  Carlos Méndez desde hace un año es responsable del área de emprendimiento juvenil del CEJE, explica  que una de las principales actividades es asesorar técnicamente a jóvenes que tengan una idea para iniciar un negocio.

 

«Algunos tienen un proyecto y vienen por acompañamiento empresarial o por una asesoría personalizada.

Hay jóvenes que tienen la idea y un poco de capital pero no se animan a emprender. Lo primero que hacemos en nuestro servicio es poder despertar un carácter motivador a personas, descubrir qué talento y habilidades tienen», dijo.

El Ceje brinda asesoría a los emprendedores en temas legales, sobre cómo obtener una licencia de operaciones, un NIT e incluso cómo realizar sus balances contables, y por último, la forma de acceder a créditos de la banca.

«Muchos vienen por  el tema de marketing, finanzas, por ejemplo un joven vino para que le enseñemos a hacer su flujo de caja para su venta de arroz con leche, porque no sabía nada del tema numérico. Otros también vienen para ver cómo pueden masificar sus productos», complementó.

 

Jeffer Rivero es uno de estos jóvenes que encontró la asesoría necesaria para arrancar su negocio.

Él tiene 27 años, y hace un año que cuenta con dos sucursales de Paintball (deporte jugado por dos equipos que emula la guerra), el proyecto lo desarrolló en su época universitaria, y luego pulió y desarrolló la estrategia comercial. «Acá (en el Ceje) me asesoraron en el tema de finanzas y a estructurarme como empresa porque no sabia cómo hacerlo», dijo.

Bruno Rojas, investigador del Cedla, dijo que un 20% de los jóvenes realizan actividades de autosustento en el país. Señaló que la mayoría tiene que superar, la falta de capital y experiencia en algunos casos, o por último, seguir largos procesos burocráticos para emprender un negocio en el país.

 

Realidad

En 8 años programas estatales generaron  solo 14 mil empleos

Programas.  Desde el 2006 el Gobierno central ha desarrollado, una serie de programas para la inserción laboral de los jóvenes.

Sin embargo, según datos del Ministerio de Trabajo a la fecha, estos programas han generado solo 14.000 fuentes de trabajo de forma directa a este sector.

Según el economista, Carlos Schlick, solo en Santa Cruz la población juvenil demanda cada año cerca 50.000 empleos. Es decir que en cinco años se requieren 250.000 fuentes de empleos para  este departamento.

Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el 87,4% de la población joven tiene trabajos informales. Según esta organización Bolivia cuenta con una tasa de desempleo juvenil del 12%.

Según el Cedla, en el país 121.219 jóvenes cuentan con un trabajo temporal, 114.748 tiene un empleo eventual y 92.186 cuenta con un trabajo estable.

«Como Ministerio de Trabajo hemos generado en todos los programas 14 mil empleos.

Tratamos de mejorar la calidad de empleo y que tengan los pisos de protección social, como vivienda, educación, salud y a la seguridad  esa es la parte que nos interesa».

 

Daniel Santalla

Ministro de Trabajo

«En el  CEJE me ayudaron a hacer un plan de negocio. Yo vendía y vendía, nunca hacía mi balance ni flujo de caja, era bastante informal, luego  me dieron la idea más clara, para poder tener una empresa más grande y consolidada».

 

Yesenia Alejandra Morales

Propietaria de Yesijandra

«Los jóvenes entran a la universidad,  y están poco tiempo,  por diferentes motivos luego qué viene, el autoempleo y generar un negocio por la necesidad, queremos ayudarlos para que ellos no fracasen y estamos prestos a apoyarlos».

 

Carlos Méndez

Responsable de emprendimiento del CEJE

Yesijandra

Yesenia Alejandra Morales Galvis

Comenzó con un capital de Bs 200

Inicios. Emprendedora de 24 años, pasó de ser una compradora compulsiva a liderar su propia línea de venta de bisutería y accesorios para mujeres.

Cuenta que empezó con un capital de solo 200 bolivianos. Ahora vende sus productos por catálogo, cuenta con 80 vendedoras activas. Estudió Relaciones Internacionales, trabajó en un banco, pero se volcó de lleno a administrar su creciente negocio.

 

War Zone

Jeffer Rivera

Armó su primer local en su casa

Innovador. Este Ingeniero Comercial tiene el paintball más barato de la ciudad, una hora cuesta 60 bolivianos, (30 por la indumentaria y 30 por las balas), el precio puede subir dependiendo del paquete de municiones. Tiene dos sucursales, la primera la armó en el patio de su casa, que adecuó con llantas y obstáculos, se prestó 5 mil dólares para montar su negocio, fue diseñando en su etapa universitaria.

El Samaipateño

Yovany Montenegro

Busca armar su propia marca

Gastronomía. Yovany se fijó como meta agrandar el negocio de sus padres, pero carecía de los conocimientos básicos para hacer de su emprendimiento una marca exclusiva. En el CEJE, buscó ayuda en marketing, actualmente cuenta con una sucursal del «Samaipateño», su restaurante, que ofrece al público chancho al palo, ya ganó varios concursos gastronómicos. Su meta es poder tener más sucursales.

Paseo Feliz

Carlos Valverde

Apuntó a un servicio que no existe

Curiosidad. Carlos cuenta con un centro de psicología canina. La idea de este negocio nació cuando tenía una animal de raza grande, que no podía controlar.

«Busqué información sobre cómo tratar a los perros. Luego aprendí que hay que darles disciplina y cariño. Luego vi que este servicio no existía y empecé a ofertarlo», cuenta el joven que ofrece un servicio de peluquería, baño y paseo para mascotas.

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