Cuarentena en Bolivia

(CEDLA), sostuvo que los bonos creados por el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez no cumplirían sus objetivos de satisfacer necesidades básicas de la población.

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LA PAZ (Sputnik) ― Las medidas de alivio económico para los más pobres de Bolivia, que el Gobierno se apresta a ejecutar como parte de un plan de respuesta a la pandemia del COVID-19, son insuficientes y dejan desamparados a muchos, advirtieron un dirigente vecinal y un centro privado de investigación.

«Es absolutamente insuficiente lo que ha dispuesto el Gobierno, no compensa lo que muchos no asalariados han dejado de percibir por la crisis y además deja a muchos sin esos pequeños beneficios», dijo Julián Choque, dirigente de la junta vecinal de un barrio de El Alto, ciudad vecina a La Paz, en diálogo con Sputnik.

El criterio del activista coincidió en parte con un reporte del no gubernamental Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), que sostuvo que los bonos creados por el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez no cumplirían sus objetivos de satisfacer necesidades básicas de la población.

La cuarentena contra la pandemia del COVID-19, enfermedad provocada por el nuevo coronavirus, podría aliviar el problema sanitario pero a un costo económico y social muy alto, advirtieron el activista y el CEDLA.
Dos bonos

El Gobierno ha anunciado que comenzará a pagar este 3 de abril una «canasta» de 400 bolivianos (unos 57 dólares) a personas de la tercera edad que no reciben pensión, discapacitados y mujeres gestantes o con recién nacidos, que según sus cálculos suman poco más de un millón de personas, o una décima parte de la población.

Aprobó también otro bono para las familias con niños inscritos en las escuelas públicas de kinder y primaria, a razón de 500 bolivianos (72 dólares) por cada uno de los 1,5 millones de estudiantes en esa condición, además de rebajas temporales en las tarifas de servicios básicos y aplazamiento de pagos de créditos.

«El Gobierno dice que esto beneficiará a la mayoría, pero no es así. Y aun si llegara a todos, es insuficiente, no alcanza para compensar el daño que el coronavirus está provocando en la economía de la gran mayoría que son informales, no tienen salarios fijos», afirmó Choque.

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El dirigente vecinal dijo que en El Alto se calcula que hasta un 90% de sus poco más de un millón de habitantes viven en la economía informal, lo que significa que tienen una economía basada en la venta diaria callejera, en pequeños negocios y en diversos trabajos eventuales, ahora paralizados.

«El problema es que muchas de estas personas no califican para la canasta familiar y en cuanto al bono por estudiante, los más jóvenes y los mayores, entre los trabajadores independientes, tampoco serán beneficiados», añadió.

Choque advirtió que sería cuestión de pocos días para que la necesidad de volver a las calles a trabajar obligue a muchos vecinos alteños a romper la cuarentena y hasta iniciar protestas contra las dificultades económicas.

El CEDLA señaló en su informe que si bien el Gobierno parece lograr la imposición de la cuarentena y otras medidas de protección sanitaria, el alivio no tendría la misma eficacia.

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«Las medidas dirigidas a paliar la situación de los sectores sociales más pobres, que desarrollan mayoritariamente trabajos precarios por cuenta propia, que reportan bajísimos e inestables ingresos laborales, han resultado insuficientes y tardías en su ejecución», indicó.

Apuntó, como ejemplo, que el bono familiar de 500 bolivianos «no permite solventar ni siquiera una canasta básica alimentaria para una familia tipo, y el retraso en su pago se prevé que comience en abril— contrasta con la intención gubernamental de vaciar las calles».

La ONG consideró «imprescindible y urgente» que el Gobierno derechista aumente el gasto público para enfrentar la pandemia, inclusive con más déficit y endeudamiento, porque los bonos tendrían, en el mejor de los casos, solo efecto de corto plazo.