Según el CEDLA, Fracking en Bolivia estará en manos de trasnacionales
Bolivia no cuenta con tecnología ni experiencia en la técnica del fracking ó fractura hidráulica para obtener el gas no convencional a más de 3.000 metros de profundidad del subsuelo, por lo que serán las trasnacionales las que se hagan cargo de la exploración y la explotación del hidrocarburo bajo condiciones beneficiosas para las empresas, afirma investigador de la Plataforma Energética del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).
«¿Necesitamos entrar a ésta locura de venta loca?, hace 20 años se decía exportar a morir y se exportó Gas Licuado de Petróleo (GLP), gas natural, y en esa misma locura entró el fracking, que no es otra cosa que el frenesí del crecimiento, ni siquiera del desarrollo. El fracking entrará a Bolivia porque cuando hablan desde el Gobierno que el país tiene una reserva de 48 ó 50 trillones de pies cúbicos (TCF) es evidente que se está considerando al gas no convencional», señaló el coordinador e investigador de la Plataforma Energética, Juan Carlos Guzmán al periódico digital del Programa de Investigación Estratégica de Bolivia (PIEB).
El fracking, conocido también como la nueva frontera en materia de combustibles, técnicamente es la fracturación hidráulica que permite extraer el llamado gas de esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional que se encuentra literalmente atrapado en capas de roca a gran profundidad. Una vez que se alcanza la roca de esquisto, se inyectan a alta presión grandes cantidades de agua con aditivos químicos y arena para fracturar la roca y liberar el gas que fluye de regreso como parte del fluido inyectado a alta presión.
El especialista dijo que el fracking en Bolivia va más allá de levantar una serie de salvaguardas de protección a los Parques Nacionales o Territorios Comunitarios de Origen (TCO) para intervenir con proyectos petroleros, pues es la destrucción de medios de vida y de ecosistemas, «y ante eso volvemos a temas de principios porque hay cosas con las que no se puede tranzar y nada menos para alimentar una maquinaria que crece enloquecidamente y se aaaestá encargando a destruir el planeta», dice.
Mientras no haya un potenciamiento técnico y tecnológico de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guzmán señala que el fracking en Bolivia estará a cargo de trasnacionales especializadas en la técnica.
«No es gratis que Chevron esté en Argentina, además con un contrato la petrolera está asegurada por todo lado, por ejemplo, hay un depósito por 100 millones de dólares para que la petrolera si tiene conflictos tome ese dinero y se va del país, es parte de las cláusulas secretas con el Estado argentino, y lo mismo sucede con el régimen fiscal, en el que la petrolera se verá favorecida. No veo por qué sea diferente en Bolivia, es así como operan», afirma.
En criterio de Juan Carlos Guzmán, es necesario conocer las condiciones reales y no sólo técnicas de los contratos de las nuevas exploraciones hidrocarburíferas en Bolivia, así como las condiciones fiscales reales.
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