MSM • CEDLA: la industrialización del gas es urgente pero lenta
Para el Centro de Estudios para el desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), la industrialización de los hidrocarburos es un tema urgente que avanza de forma lenta; ya que luego de siete años a partir de la “agenda de octubre” de 2003, apenas se cuenta con el Decreto Supremo 29511 de 2008 que establece la creación de la Estrategia Boliviana de Hidrocarburos (EBH), estrategia que a la fecha no ha iniciado un proceso serio de industrialización.
Según esta institución, que expuso los resultados de sus investigaciones sobre el tema en el marco del seminario “Estrategia Boliviana de Hidrocarburos” realizado este viernes, el contexto político del país plantea tres cuestiones importantes sobre la EBH: la política energética del país; el modelo de desarrollo; y las demandas de los bolivianos.
Dice el CEDLA que la actual política del sector no va más allá de la reproducción del patrón primario exportador: “el Plan Nacional de Desarrollo al cual se adscribe la EBH define que el principal rol del sector es la generación de excedentes, cuando su rol fundamental es la provisión sostenible de energía”, sostiene Juan Carlos Guzmán, investigador de este Centro.
Sobre la industrialización, Guzmán subraya que existe urgencia para encaminar este proceso pese a que recién en 2010 se creó la EBH, a dos años de la aprobación del Decreto 29511. Las dudas para encaminar la industrialización, según las investigaciones del CEDLA, estarían en que la EBH ha considerado -a medias- la estrechez de la economía, la productividad de la energía, la política de precios, la importación y la dependencia del país sobre las fuentes fósiles.
Dadas estas características y el rendimiento energético global y de transformación de materia, explicó Guzmán, en este momento sólo la industrialización de amoniaco sería de utilidad y rentabilidad, bajo los actuales estándares de precios.
Antecedentes
En 1996, la política del Gobierno de entonces, explica el CEDLA, consistía en consolidar el “triángulo energético”: estrategia de Gas Natural y Capitalización, Ley de Hidrocarburos 1689 y la firma del contrato de exportación de gas a Brasil. El objetivo era convertir a Bolivia en el centro energético de la región y hacer una redistribución de estos ingresos a través de bonos.
La agenda de octubre de 2003, luego de los conflictos sociales sucedidos en todo el país, demandó tres aspectos respecto a los hidrocarburos: recuperar la propiedad, la no exportación y la industrialización. A partir de estas demandas, el nuevo contexto político fue marcado por la Ley de Hidrocarburos 3058, el Decreto de Nacionalización, el Plan Nacional de Desarrollo y la Estrategia Boliviana de Hidrocarburos.
Al respecto, el pasado 12 de octubre Movimiento Sin Miedo (MSM) hizo una Petición de Informe Oral sobre la certificación de reservas de hidrocarburos al Ministro de Energía e Hidrocarburos, sobre los datos concretos de las reservas con que cuenta el país ya que sobre éstos se cimenta la EBH, y cuya responsabilidad de difusión recae en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), según dispone el artículo 7 de la Ley 3740.
Al mismo tiempo, el MSM planteó otro temas que necesitan un intercambio técnico de ideas con la cabeza de sector: la existencia certificada de reservas de gas suficientes para garantizar la ejecución del proyecto de industrialización del hierro del Mutún; el autoabastecimiento energético nacional sobre la base del cambio de la matriz energética; la efectiva implementación del plan de reactivación minera, publicada en días pasados y sustentado básicamente en la creación de “gasoductos virtuales”; la garantía de suficiente y permanente provisión energética a las industrias nacionales; la puesta en funcionamiento de las plantas separadoras de líquidos y otros proyectos de industrialización, tales como la construcción de la planta de producción de fertilizantes; y el cumplimiento de los compromisos adquiridos a largo plazo con países vecinos.
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