Una evaluación del sector energético en el país muestra una despreocupación por la eficiencia energética, según investigadores del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), que detallan que la falta de eficiencia energética lleva a pérdidas, «producto de la selección de equipos de baja eficiencia, (que) siguen siendo transferidas a los usuarios finales». El balance energético 2011 muestra que las pérdidas totales en la generación de energía ascienden a 59,7%.

Luego hacer un análisis de la reserva energética, el investigador Juan Carlos Guzmán explicó que el rendimiento del sistema es otro aspecto a analizar: «El rendimiento del sistema, es la cantidad de electricidad a la salida de una central de generación dividida entre la cantidad de energía que ingresa a esa misma central; a la entrada podemos encontrar gas y a la salida electricidad».

Las cifras muestran un rendimiento energético en constante deterioro de 54% en 2002 a 39,6% en 2011, por cada 100% de energía primaria que ingresa en el sistema. «Esto quiere decir que el ingreso masivo de gas natural no ha sido acompañado de tecnología de elevado rendimiento, sino de tecnología de ciclo abierto en gas natural que tiene muy bajo rendimiento energético global que acaba deteriorando el rendimiento de todo el sistema. En el último dato de 2011, cerca del 60% de la energía primaria es entregada al medio ambiente en términos de gas de combustión o pérdidas.

En el sistema interconectado el rendimiento es algo superior (40%), y las pérdidas totales en generación superan a la electricidad obtenida. A nivel internacional, el país presenta más bajo rendimiento, junto con México, frente a sus vecinos, y los de más alto rendimiento son Paraguay y Brasil que tienen principalmente hidroeléctricas.

«En 2011, la pérdida total en generación se ha elevado al 59% y la porción que llega al mercado regulado, es decir al sector industrial, residencial, etc., es el 31%», acotó.

¿Qué nos está diciendo esto? Que para que los usuarios finales de electricidad en el mercado regulado reciban 31 unidades de electricidad, hay que producir en las centrales 100 unidades de energía primaria (gas)», explicó Guzmán. El hecho es que sobre la base del cálculo de las tarifas vigentes, el mercado interno de los usuarios regulados y los usuarios no regulados tienen que pagar en sus tarifas ese 100% de energía primaria que se utiliza en el origen de la generación de energía.

Cuando nos dicen que la demanda ha crecido, lo que ha crecido en realidad son las pérdidas, dice Guzmán, quien explica que el país necesita un serio cambio en su productividad energética. Los escenarios mostrados en el estudio refieren al consumo de electricidad y a las reservas energéticas en el país.

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