La Paz, 3 Mar (Erbol).- Para avanzar sólidamente por la ruta del progreso y desarrollo, el Departamento de La Paz debe utilizar su enorme potencial probado en recursos energéticos hidraúlicos, eólicos, solares y de biomasa, y los probables en hidrocarburos, aconseja el ingeniero electricista Héctor Antonio Uriarte.

El especialista señala que, en esta materia, “lo más importante es iniciar un pronto proceso de cuantificación de estos recursos energéticos. Esto es fundamental para el diseño del Plan Energético Regional”, dice en su estudio “Las políticas energéticas al interior de las regiones de Bolivia. El caso de La Paz”.

El informe, remitido a la Plataforma Energética, –que funciona bajo la coordinación del CEDLA como un espacio plural y participativo para compartir información, generar conocimiento y promover el debate público sobre los temas fundamentales del sector energético–, recalca la necesidad de que los paceños definan un norte energético.

“Es imperativo el diseño de una Política Energética Regional general y sectorial de corto, mediano y largo plazo para el Departamento de La Paz, que propugne el crecimiento económico armónico de todo el Departamento y de sus 20 provincias, con el objetivo fundamental de generar conglomerados productivos”.

“En el marco de esta política, se deben definir los objetivos del Desarrollo Energético Regional”, dice la investigación de Uriarte, en la que se señala la necesidad de incluir los criterios de eficiencia energética, integración energética y preservación del medio ambiente.

El estudioso considera que el nuevo marco autonómico puede favorecer la reorganización o redefinición de funciones del sector energético regional.

Otras de las recomendaciones de la investigación es avanzar en el cambio de la matriz energética, sobre todo en el transporte.

El estudio detectó de forma preliminar que las “las tareas pendientes energéticas en La Paz son la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, además de la electrificación rural, el cambio de la matriz energética en el transporte pesado y la conversión al GNV (gas natural vehicular) en las zonas francas”.

“Aunque inconexa, la definición de las tareas pendientes debería servir como un primer escenario o línea base para la elaboración del Plan Energético regional”, señala otra de las recomendaciones.

Según el prologuista de la obra, el ingeniero Jorge Gutiérrez Tejerina, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Mayor de San Andrés, el estudio de Uriarte debería inducir a los paceños a buscar soluciones imaginativas a preguntas vitales como: ¿en qué provincias del Departamento de La Paz se debe recomenzar a difundir y a extender el uso de la energía eólica con resultados mensurables y exitosos?, ¿por qué no cuantificar y utilizar adecuada y sosteniblemente los recursos energéticos de la biomasa que tenemos en el Altiplano, los Yungas, valles y regiones amazónicas de La Paz?, ¿cómo aprovechar la luz solar si tardamos tanto en definir dónde implementar paneles fotovoltaicos?, ¿cómo procesar el gas natural del norte de La Paz?, ¿y los recursos hidraúlicos-energéticos paceños?, ¿y el Bala?.

Por ahora, según la investigación de Uriarte, el departamento de La Paz permanece rezagado y su liderazgo va languideciendo al carecer de una adecuada política energética regional.

La Paz está sufriendo las consecuencias de haber olvidado que la energía es un ingrediente vital para el crecimiento y desarrollo sostenible, y que es el motor dinamizador para la mayoría de las actividades económicas, asegura el especialista energético.

“A pesar de que actualmente a nivel regional y mundial se incide en la búsqueda y desarrollo de fuentes de energía, de eficiencia y de integración energética, el Departamento de La Paz no explora ni explota sus recursos naturales, tampoco diseña una política energética como herramienta para su competitividad y crecimiento económico”, señala el ingeniero electricista graduado de la Universidad Mayor de San Andrés.

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