Energypress: GLP: su consumo mantiene a raya el uso de la biomasa
Sólo el Gas Licuado de Petróleo (GLP) puso barreras al crecimiento de la leña como combustible de mayor preferencia en los hogares bolivianos. El Censo de Población y Vivienda 2012 señala que está fuente de energía constituye el principal combustible utilizado para cocinar.
De esta manera, el número de hogares que utilizan el GLP llegaron a 1.725.182, superior en casi 600 mil nuevas viviendas al censo del año 2001, refieren los datos oficiales.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE), señala que el uso del GLP creció en un 61.34% frente a la leña, que se situó en segundo lugar con el 24.01% como el combustible de mayor uso en los hogares bolivianos.
El departamento de La Paz se alza primero con 483.760 hogares que tienen al GLP como energía de mayor consumo. Se hallan después Cochabamba con 334.418; Santa Cruz con 515.460; Potosí con 104.413; Oruro con 84.063; Chuquisaca con 67.414; Tarija con 62.787; Beni con 58.683 y Pando con 14.184 viviendas, respectivamente.
Entre tanto, la leña ardió mejor en la cocina de miles de bolivianos en relación al gas natural y la electricidad, que manifestaron crecimientos moderados a pesar de las políticas gubernamentales de fomento y promoción del cambio de la matriz energética, según los datos procesados del último Censo.
El número de viviendas particulares ocupadas con personas presentes que utilizaron leña como combustible llegaron a 675.442, cifra superior al gas natural (gas por cañería), que sumó 283.651 viviendas y a la electricidad, que alcanzó sólo 17.050 hogares.
La leña y los residuos vegetales, son consumidos principalmente por las poblaciones del área rural, debido, por un lado, a que no hay acceso a otros energéticos y, por otro, al bajo nivel de ingresos que tiene la población.
En las áreas urbanas (ciudades capitales), los estratos sociales más pobres consumen leña pese a que existen mejores condiciones de acceso debido, fundamentalmente, a que sus ingresos económicos no les permiten pagar por servicios energéticos de mejor calidad, como el GLP, la electricidad y el gas natural.
Si al consumo de la leña se añade el de residuos vegetales y animales, la biomasa alcanzó a representar entre el 45% y el 49% del consumo final residencial entre los años 2005 y 2009, refiere Susana Anaya, especialista en el área energética, para quién “está situación preocupa y merece una consideración especial en la medida en que el perfil del consumo de energéticos en los hogares bolivianos está relacionado con el nivel de ingresos; y el consumo de la leña está directamente asociado a las condiciones de pobreza y extrema pobreza”.
El gas por cañería o gas natural es menos accesible a la ciudadanía de bajos ingresos económicos, debido a la precariedad de las viviendas y a la falta de infraestructura de servicios sanitarios, que es un prerrequisito para la instalación del energético por redes.
Debido a esta realidad, la leña, también llamada energía primaria, porque está compuesta además por residuos animales y vegetales, incrementó su presencia en los hogares bolivianos como combustible en los últimos trece años.
Sí el 2001 el número de hogares que utilizaron a esta energía como fuente principal para cocinar sus alimentos llegó a un total de 673.667, una década después, 2.000 viviendas más, en promedio, decidieron utilizarlo.
Los resultados del uso de energía en los hogares bolivianos reflejan una realidad sobre la cual es importante prestar atención.
De hecho, el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), describió, el año 2012 cómo y bajo qué condiciones, la biomasa mantiene un nivel de crecimiento sostenido e ininterrumpido en la composición estructural de los combustibles de mayor uso en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
A excepción del departamento de Santa Cruz, en La Paz y Cochabamba, la leña es el combustible de uso significativo y, por qué no decirlo, de importancia vital para miles de hogares bolivianos.
Pobreza y energía
Bajo el denominativo de Balance Energético Departamental 2005-2009, el CEDLA puso al descubierto, a través de Anaya, una realidad que años después oficializó el gobierno con el Censo de Población y Vivienda que promovió el año pasado.
Con particularidades propias de cada región, la investigadora señala que el uso de la leña mantiene un lugar preferencial como energía en los hogares bolivianos debido, fundamentalmente, a que la pobreza, sobre todo en el área rural, aún cabalga con fuerza e impone condiciones a la hora de echar mano a lo que tiene uno para alimentar a la familia.
En el departamento de La Paz, el consumo de biomasa (leña, residuos animales y vegetales y carbón vegetal) mantiene una alta participación en el consumo final, bordeando el 39%, lo cual es síntoma de la persistencia de patrones de pobreza en áreas rurales de la región, señala el análisis que hizo Anaya sobre el consumo de energía en el sector residencial.
El Censo estableció que en el departamento llegan a 172.640 el número de hogares que consumen leña para cocinar.
La composición de consumo de energía por fuente en el departamento de La Paz tiene a los derivados del petróleo con el 42% en el primer lugar de preferencia. Después se encuentra el gas semiseco (gas natural por cañería) con el 23,4%, la biomasa con el 12,9%, el GLP con el 12%, y la electricidad con el 9,8%, respectivamente.
Cochabamba también tiene a la leña como combustible de primera mano. La estructura del consumo energético en el sector residencial del departamento central muestra que casi la totalidad del mismo depende de tres fuentes, que por orden de importancia son: la leña, el GLP y la electricidad, refiere el informe del CEDLA.
De acuerdo a esta investigación, la leña representa para Cochabamba el 42% del consumo final de combustible en los hogares con una ligera tendencia a bajar su participación, precisó el informe. Los datos oficiales del censo señalan que, en la región, 134.261 viviendas tienen la leña como combustible preferido.
¿Cuál es la situación en el departamento de Santa Cruz? La leña tampoco es un combustible ajeno a la realidad de muchos hogares. Por el contrario, mantiene un expectable tercer lugar en la estructura general del uso de combustibles después del GLP, que está primero y la electricidad, en segundo lugar. Los datos oficiales del censo indican que, en la región, un total de 85.370 hogares tiene a la leña como principal combustible para alimentarse.
Chuquisaca con 62.324; Oruro con 38.040; Beni con 32.435; Tarija con 29.117; y Pando con 10.270, constituyen los departamentos donde el consumo de la biomasa, pesa mucho.
Gas natural y electricidad
Con excepción del departamento de La Paz, donde 129.462 hogares utilizan gas natural como principal combustible para cocinar, el resto de las ocho regiones del Estado, todavía están lejos de emplear masivamente este importante energético para cocinar.
Cochabamba, con 35.879 viviendas, y Tarija, con otras 31.039, se ubican por detrás de La Paz como los departamentos que usan con más frecuencia gas natural.
Se encuentran después Santa Cruz con 27.549; Oruro con 22.892; Chuquisaca con 17.837; Beni 935; y Pando con 141 hogares que cocinan con este tipo de combustible.
¿Y la electricidad? No está mejor que el gas natural. De hecho, La Paz, con 10.467 hogares, va primero y sólo después se ubican Santa Cruz con 2.480 y Potosí, donde 1.562 hogares la utilizan como combustible de primera mano.
Se hallan muy por debajo Tarija con 339 viviendas; Beni 334 hogares; Oruro 282; Chuquisaca 254; y Pando 78.
Energía Solar
Por primera vez en el Estado, 1.245 hogares identificaron a la energía solar como combustible para cocinar alimentos. Para sorpresa de todos, Potosí con 638 viviendas va primero. Se hallan después Santa Cruz con 201; La Paz con 145; Chuquisaca con 70; Cochabamba con 66; Tarija con 59; Beni con 34; Oruro con 21; y Pando con 11 viviendas.
El kerosene también continúa siendo utilizado por 3.441 hogares. La Paz lleva la delantera con 1.854 y llama la atención que 49.079 hogares hubieran declarado que no utiliza ningún tipo de combustible para cocinar.
Fuego Lento
Gas natural. Su masificación, tendiente a un cambio de matriz energética, avanza pero aún no manifiesta un gran impacto sobre el conjunto de la población.
Alternativas. Por primera vez en un Censo, se pudo incluir a la energía solar como una opción energética dentro de los hogares, gracias a algunos proyectos puntuales, sobre todo en Potosí.
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