Opinión • Prevén que Bolivia perderá $us 2.500 millones por desastres naturales • Op 2011_03_20

PREVÉN QUE BOLIVIA PERDERÁ $US 2.500 MILLONES POR DESASTRES NATURALES

Opinión – Cochabamba 20 de marzo de 2011.- Bolivia, al igual que otros Estados del planeta, padecerá las graves consecuencias del cambio climático. Se ha estimado que en este país, hasta el año 2025 se producirán pérdidas por desastres naturales estimados en 2.500 millones de dólares, equivalentes al 7,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Una investigación de Teresa Coaquira Siñani, del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), aborda el tema de la contaminación ambiental y sus impactos en Bolivia.

Señala que “de acuerdo a un reporte publicado en 2008 por la Comunidad Andina de Naciones (CAN), Bolivia puede sufrir una pérdida relativa del 7,3 por ciento del PIB para el año 2025, equivale a decir que en atención de riesgos durante todo ese periodo erogaría más de 2.500 millones de dólares”.

Recuerda que una de las fuentes de generación de gases de efecto invernadero en Bolivia es la deforestación, seguida del uso masivo de energías provenientes del petróleo.

“En 1885 los alemanes Daimler y Benz introdujeron al mercado los primeros automóviles artesanales y de costo prohibitivo. Es a partir de 1903 cuando la Ford Motor Company masificó la producción de automóviles más sencillos y baratos. Con ello se alteraron drásticamente los hábitos de vida y de trabajo, así como la fisonomía de las ciudades”, recuerda.

Según cálculos especializados realizados en Alemania, el 2010 circularon mil millones de vehículos en todos los países del planeta. Las ventas de vehículos podrían alcanzar más de 370 millones de unidades hasta el 2013 y 715 millones hasta 2018. Este estallido del mercado se producirá fundamentalmente por razones socio demográficas en las economías emergentes, señala.

En América Latina se espera un amplio crecimiento del consumo de energía en todas sus formas. El gas natural crecerá a una tasa de 4,7 por ciento, pasando de los 108 millones de Mmtep de consumo actual a 394 mtep (miles de toneladas equivalentes de petróleo) en el año 2025.

El petróleo pasará de 6 a 11 millones de barriles diarios para el 2011. Se espera un crecimiento de la electricidad de aproximadamente un 4 por ciento hasta el 2020, pasando de 683 TWh (Teravatios hora) de consumo a 1.500 TWh en el 2020, según la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE).

Por efecto del cambio climático, en una década más existirá el doble de ciudadanos que no tendrán acceso al agua por la reducción de los glaciares de la cordillera andina. De esa forma en África y América Latina se estima una merma de un 30 por ciento de la productividad agrícola.

“La absorción de carbono disminuirá con el tiempo y los bosques dejarán de ser un sumidero de carbono para transformarse en fuente de emisiones de carbono”, agrega la investigación.

Los cambios proyectados en el clima conducirán a un aumento en el número de personas con riesgo de contraer diversas enfermedades y además, provocarán desplazamiento de numerosas poblaciones. Se espera que el cambio climático afecte las zonas de transición entre los distintos tipos de vegetación, pérdida de biodiversidad del Amazonas y disminución de su pluviometría y escorrentía.

La frecuencia de años húmedos en el Pantanal puede ser hasta dos o tres veces mayor que la actual, provocando frecuentes inundaciones, se agrega.

Por el lado de la oferta de los combustibles fósiles y los megaproyectos hidroeléctricos, el deterioro de los ecosistemas ha ido en progreso.

A partir de 2007 se observa que la tendencia es a ocupar mayores áreas con potencial hidrocarburífero, muchas de ellas se contraponen a zonas de alta diversidad como son las Áreas Protegidas (AP), así como la apertura a megaproyectos de hidroelectricidad en la cuenca del río Madera y del río Beni, que corresponden a la Cuenca Amazónica.

La actividad humana ha transformado radicalmente varios aspectos de la vida en el planeta. La temperatura de origen antropogénico se ha incrementado significativamente en los últimos 50 años. Las concentraciones de CO2 en la atmósfera se han incrementado pasando de 280 ppm, (partes por millón) de la época preindustrial, a los niveles de 380 ppm registrados en nuestros días, agrega la investigadora del CEDLA.

Los retos que enfrenta Bolivia en el siglo XXI son muy complejos e impredecibles en algunos casos. Entre los eventos climáticos más importantes se encuentran los fenómenos de El Niño y La Niña que alteran de forma significativa el comportamiento climático del país, sostiene.

Apuntes. Investigación

Con miras a un futuro no muy claro respecto a las consecuencias que posiblemente tengan que enfrentar tanto las autoridades como la sociedad civil en Bolivia, se están desarrollando investigaciones relacionadas con el cambio climático. Un trabajo inicial desarrollado por Andersen y Mamani el año 2009 da luces sobre los impactos económicos futuros del cambio climático en el país.

Cambio climático

Bolivia, al igual que el planeta entero, se enfrentará a efectos del cambio climático cada vez más intensos.

Efecto invernadero

El consumo de petróleo es uno de los mayores causantes del efecto invernadero en términos globales así como de la contaminación del aire en las áreas urbanas. También es responsable de la contaminación de las aguas y de las napas subterráneas por los efluentes, pérdidas y derrames ocasionados en su producción, traslado y consumo, señala el estudio.

Centro de inteligencia ambiental

Una de las medidas para enfrentar las consecuencias del deterioro del medio ambiente, por efecto de los gases de efecto invernadero, es la creación de un Centro de Inteligencia Ambiental. La propuesta está contenida en el estudio “Análisis ambiental de la política energética”, patrocinado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario.

La autora de la investigación, Teresa Coaquira, señala que en los ministerios y gobernaciones existe información ambiental acumulada, contenida especialmente en Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental y otros instrumentos de regulación.

“Es pertinente conformar un centro de información ambiental nacional, que se alimente de la información de las gobernaciones y municipios de manera permanente, a fin de dar a conocer la situación ambiental del país permanentemente actualizada”, agrega.

También se proponen ajustes a la normativa ambiental y prevenir impactos ambientales en la Amazonía a consecuencia de la implementación de proyectos energéticos.

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