Unitas • CEDLA: PIB per cápita de $us 1.683 es un espejismo

La Paz, 7 de octubre de 2010.- Un análisis del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) da cuenta que las cifras que publica el INE sobre el crecimiento del PIB per cápita, no reflejan que la población haya mejorado sus ingresos, superado la pobreza y mucho menos permitido una redistribución equitativa de la riqueza.

Según el Gobierno, los bolivianos estaríamos mejor que antes, ya que el ingreso per cápita habría aumentado entre el 2006 y el 2009, en por lo menos 700 dólares; sin embargo, para el investigador del CEDLA, Carlos Arze este indicador –el PIB per cápita– está expresado en dólares corrientes, es decir, que no considera la inflación, que eleva artificialmente el valor del producto.

El investigador señaló que «de acuerdo al Gobierno, durante los últimos cuatro años el crecimiento del PIB per cápita tendría el siguiente comportamiento anual: 19,6%, 14,6%, 26,9% y 3,9%, contrastando con las tasas de crecimiento del PIB real –que es el que se debería utilizar− que, para los mismos años, fueron: 4,8%, 4,56%, 6,15% y 3,4%». A ello se suma que, según los datos del gobierno, la población habría crecido a una tasa declinante: de 2,12% en 2006, 2,08% en 2007, 2,04% en el año 2008 y 1,99% en el año 2009.

«Consecuentemente, tasas sobredimensionadas de crecimiento nominal, combinadas con tasas de crecimiento demográfico en descenso, dan como resultado un milagroso crecimiento del ingreso per cápita de casi un 67% durante el primer período de gobierno del MAS», concluye el economista.

Remesas inciden más que bonos en el crecimiento del consumo

El Gobierno también afirma que el crecimiento del PIB per cápita habría estado, por efectos de sus políticas redistributivas, guiado por el incremento del consumo final de los hogares, gracias a las políticas redistributivas del ingreso. Pero más allá de los bonos y subsidios que el Gobierno haya podido financiar con la renta proveniente de la explotación de los recursos naturales, existe otra circunstancia, ajena a la acción gubernamental, que ha contribuido al crecimiento del consumo: las remesas de trabajadores bolivianos en el exterior.

Según el analista del CEDLA, las remesas pasaron de poco más de 300 millones de dólares en el 2005 a casi 1.100 millones en el 2008, bajando ligeramente a 1.023 en el año 2009. Lo que en los cuatro años considerados totalizan 3.710 millones de dólares, cifra equivalente a seis veces el valor de los bonos Juancito Pinto, Juana Azurduy y la Renta Dignidad (587.7 millones de dólares) pagados por el gobierno, durante el mismo tiempo.

Concentración de los ingresos

«Decir que los bolivianos han mejorado su consumo, además, es una afirmación demasiado general», afirma Arze. Para el CEDLA, una mirada al PIB, desde la perspectiva de la Cuenta del Producto, destaca que los ingresos de los distintos grupos sociales son diferentes y cada vez más opuestos. «Así, si las remuneraciones de los trabajadores constituían el 33% del PIB en el 2004, para el 2008 sólo significaban el 25%; contrariamente, el excedente bruto de explotación, es decir el ingreso de los empleadores o de las empresas, aumentó del 54 al 55 por ciento en el mismo período» añade.

Finalmente, Arze considera que la referencia que hace el Gobierno al incremento de los depósitos bancarios, como una prueba de la incrementada capacidad de ahorro de los bolivianos, oculta también las diferencias sociales. «Mientras en el 2005 los depósitos menores a 1.000 dólares (79% de los depositantes), tenían el 3,2% del total de depósitos, en 2009 ese mismo grupo (86,3% de depositantes) sumaba sólo el 2,5% del total de fondos».

El analista señaló que en los mismos años, los depósitos mayores a 100.000 dólares (0,5% de los depositantes), sumaban el 46,7% de los fondos, y en 2009, ese mismo grupo (0,4% de los depositantes), poseía el 54,8% de los fondos. «Estos datos muestran un proceso de enorme concentración de los ingresos», concluyó Arze.

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