Durante el período 2005-2008, la extrema dependencia de la renta petrolera en regiones como Tarija, Beni, Pando y Chuquisaca se incrementó, según revela un estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).
El informe señala que en los últimos años, más de un tercio de los ingresos de las prefecturas provino de la renta de los hidrocarburos (regalías, Impuesto Directo a los Hidrocarburos, Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados y otros relacionados).
La “extrema dependencia” del gas se da principalmente en Tarija, donde 4/5 partes de sus ingresos provienen de la renta petrolera. En el 2008 este aporte constituía el 80,8% del total de sus ingresos y el 2007 el 83,4%. Para el 2010, el aporte será del 64,6%. En Chuquisaca —que aporta con el 3,4% de la producción hidrocarburífera—, el peso de esta renta es de 37%, como promedio anual. En Cochabamba es del 35% y en Santa Cruz —que tiene el 19,8% de la producción— muestra un 32%.
En el caso de los departamentos no productores, señala el estudio, la renta petrolera significó el 81,6% de los ingresos totales de Pando y el 54,9% de los ingresos de la Prefectura de Beni. En Oruro y Potosí los ingresos que reciben por la explotación de hidrocarburos ascienden en promedio anual hasta un 31,4 y 21,2%, respectivamente. Esta participación en el caso de Oruro está por encima del peso que tienen las regalías mineras en su presupuesto (16,4%).
En términos porcentuales, en la Prefectura de La Paz sólo el 13,3% de sus ingresos fiscales provienen de este tipo de renta. Sin embargo, los ingresos por hidrocarburos que recibe La Paz (Bs 239 millones) es mayor al obtenido por las prefecturas de Potosí (Bs 217 millones) y Oruro (Bs 195 millones), todo ello porque el presupuesto paceño es mayor al de las otras dos regiones.

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