Un análisis del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) dice que las cifras que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita no reflejan que la población haya mejorado sus ingresos, superado la pobreza y mucho menos permitido una redistribución equitativa de la riqueza.

El investigador de esa organización no gubernamental Carlos Arze indica que el Gobierno asegura que el PIB per cápita calculado por el INE, de 1.683 dólares, muestra que la población está mejor ya que la cifra habría aumentado, entre  2006 y 2009, en por lo menos 700 dólares.

“Sin embargo, este indicador está expresado en dólares corrientes, es decir que no considera la inflación, que eleva artificialmente el valor del producto”, señala, de acuerdo con un comunicado difundido por el Cedla.

Arze agrega que, de acuerdo al Gobierno, durante los últimos cuatro años el crecimiento del PIB per cápita tendría el siguiente comportamiento anual: 19,6 por ciento, 14,6, 26,9 y 3,9, contrastando con las tasas de crecimiento del PIB real –que es el que se debería utilizar_ que, para los mismos años, fueron: 4,8 por ciento, 4,56, 6,15 y 3,4.

A ello se suma que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la población habría crecido a una tasa declinante: 2,12 por ciento en 2006, 2,08 en 2007, 2,04 en 2008 y 1,99 en 2009.

“Consecuentemente, tasas sobredimensionadas de crecimiento nominal, combinadas con tasas de crecimiento demográfico en descenso, dan como resultado un milagroso crecimiento del ingreso per cápita de casi un 67 por ciento durante el primer período de Gobierno del Movimiento Al Socialismo”, explica el investigador.

Remesas

Arze añade que el Gobierno también afirma que el crecimiento del PIB per cápita se debe a sus políticas redistributivas del ingreso (bonos).

“Pero, más allá de los bonos y subsidios que el Gobierno haya podido financiar con la renta proveniente de la explotación de los recursos naturales, existe otra circunstancia, ajena a la acción gubernamental, que ha contribuido al crecimiento del consumo: las remesas de trabajadores bolivianos en el exterior”, señala.

LOS INGRESOS DE TRABAJADORES SON MENORES

Para el Cedla, una mirada al PIB desde la perspectiva de la Cuenta del Producto destaca que los ingresos de los distintos grupos sociales son diferentes y cada vez más opuestos.

“Así, si las remuneraciones de los trabajadores constituían el 33 por ciento del PIB en 2004. Para  2008 sólo significaban el 25 por ciento. Contrariamente, el excedente bruto de explotación, es decir, el ingreso de los empleadores o de las empresas, aumentó del 54 al 55 por ciento en el mismo período”, explica el investigador.

Arze dice que respecto a la referencia que hace el Gobierno al incremento de los depósitos bancarios, como una prueba de la incrementada capacidad de ahorro de los bolivianos, oculta también las diferencias sociales.

“Mientras en 2005 los depósitos menores a mil dólares (79 por ciento de los depositantes) tenían el 3,2 por ciento del total de depósitos, en 2009 ese mismo grupo (86,3 por ciento de depositantes) sumaba sólo el 2,5 por ciento del total de fondos”, añade.

El analista señala que en los mismos años los depósitos mayores a 100 mil dólares (0,5 por ciento de los depositantes) sumaban el 46,7 por ciento de los fondos, y en 2009, ese mismo grupo (0,4 por ciento de los depositantes) poseía el 54,8 por ciento de los fondos.

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