La falta de presupuesto suficiente y el déficit de producción de gas, entre otros factores, impiden por el momento que se materialice el anhelo nacional de avanzar hacia la industrialización del gas natural, establece un informe del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), que además propone avanzar sólidamente en áreas estratégicas para el desarrollo del sector.

Esta propuesta fue presentada en el marco de la Plataforma de Política Energética que se realizó los pasados días en un céntrico hotel de La Paz, con la participación de dos centenares de representantes de diversas organizaciones e instituciones públicas y privadas. Este espacio tiene el objetivo de enriquecer el debate público sobre los temas fundamentales del sector energético, dijo Javier Gómez Aguilar, director del Cedla, institución que promueve el encuentro.

Entre los factores que frenan la industrialización, el diagnóstico del Cedla, referido a la situación del gas, señala que aún “no existe la empresa estatal que impulse los proyectos industriales y tampoco se realizaron estudios ni proyectos serios”.

Adicionalmente, el informe observa la falta de recursos para cubrir las inversiones que demanda la industrialización del gas natural. “No hay por ahora gas suficiente para cubrir al mismo tiempo los mercados de exportación y los planes de industrialización, y la política energética no considera, en los hechos, la industrialización del gas como una verdadera prioridad nacional”.

Ante esta realidad, el estudio considera que urge que el conjunto de la sociedad debata seriamente sobre las condiciones necesarias que una política energética adecuada debería establecer para hacer realidad la industrialización el gas en el país, actividad con la que Bolivia fácilmente podría multiplicar varias veces los ingresos que hoy tiene por la exportación como materia prima, con un fuerte impacto en empleo, desarrollo regional y mejora de la calidad de vida.

Para facilitar este proceso, el Cedla propone compartir y sistematizar información y análisis, generar conocimientos y promover la investigación y el debate público sobre la política energética y, dentro de ella, el futuro de los hidrocarburos en Bolivia mediante la Plataforma de Política Energética.

La idea es “contribuir a la construcción de una política energética porque son recurrentes las demandas de los bolivianos para que los recursos naturales no renovables se conviertan, mediante su racional explotación, en un instrumento para el desarrollo y mejorar la calidad de vida de la población”, dijo Gómez.

Presupuesto insuficiente

El presupuesto asignado al desarrollo de proyectos de industrialización es reducido para la magnitud de la tarea y todavía no se ha ejecutado.

En la Estrategia Boliviana de Hidrocarburos se consignaba la construcción de tres polos de desarrollo petroquímico en Villamontes (Tarija), Entre Ríos (Cochabamba) y Puerto Suárez (Santa Cruz), con un presupuesto parcial de 400 millones de dólares para que en 2008 se realicen los estudios de prefactibilidad de una planta de amoniaco-urea, otra de etileno-polietilenos y una de fertilizantes. Los proyectos de industrialización están pendientes.

Otros factores importantes que pesan en contra de la industrialización son, a juicio del Cedla, la falta de un plantel nacional de profesionales altamente especializado en investigación y desarrollo de proyectos industriales, además del escaso know how interno sobre este proceso.

Los intentos por avanzar en este ámbito, como es la propuesta oficial de instituir el Centro de Innovación Tecnológica en Hidrocarburos (CITH) para realizar investigación y buscar el desarrollo tecnológico, no han prosperado hasta ahora.

Déficit de producción

La actual producción de gas, cercana a los 40 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd), sólo alcanza, en el mejor de los casos, para abastecer a los mercados de Brasil, Argentina y cubrir el consumo del mercado interno, señala el diagnóstico del Cedla.

En caso de ejecutarse todos los proyectos de industrialización previstos en la Estrategia Nacional de Hidrocarburos del Poder Ejecutivo, el informe sostiene que se requerirían al menos 12 MMmcd, lo que no podría ser cubierto aun en el caso de mantenerse la caída de la demanda brasileña de alrededor de ocho MMmcd.

Al menos por ahora, la prioridad gubernamental es cumplir con los compromisos de exportación de materia prima, quedando relegada, por el momento, la posibilidad de una industrialización efectiva del gas natural.

En este contexto, el informe también observa la cuantificación de las reservas. “Bolivia aún no tiene actualizadas sus reservas certificadas de gas, por lo que no conoce cuánto gas tiene en su territorio y menos cuál es su potencial, que son aspectos fundamentales para definir sus planes de exportación e industrialización, agrega el documento.

La empresa aún no entró en operación

A pesar de que hace más de un año el Decreto 29511 del 9 de abril de 2008 daba un plazo de 60 días para su creación, la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos, instituida por la nueva Constitución Política del Estado para llevar adelante esta política, todavía no está funcionando.

La disponibilidad de recursos para la industrialización es otro problema, ya que los ingresos que recibe el Estado por la explotación de los recursos hidrocarburíferos se destinan, en su mayor parte, a las regiones y al pago de los bonos a sectores vulnerables, con lo que queda muy poco para las actividades de exploración y producción de hidrocarburos, y nada para la industrialización.

Así, aun ejecutando la transferencia de 300 millones de dólares que el Banco Central entregó a YPFB para la industrialización (30% de los 1.000 millones), el monto sería insuficiente, dado que se requieren al menos 3.500 millones, según la estrategia gubernamental.

TEMAS DEBATIDOS

La definición del marco legal fue muy discutido, especialmente la Ley de Hidrocarburos 3058 del año 2005.

Definición de la institucionalidad en el sector.

Definición del marco regulatorio básico y la estructura de la industria.

Definición de sistemas de fijación de precios y sus incentivos derivados de ellos.

Definición de políticas energéticas básicas y las maneras en que se aplicarán.

Definición de los mecanismos regulatorios ambientales para el sector de hidrocarburos y de electricidad.

En el sector eléctrico está en proceso la compra de las empresas.

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