JORNADANET.COM 12/11/2013

Guido Pizarroso Durán – La necesidad de que el país sepa con certeza cuanto tiene en sus reservas de hidrocarburos, es un requisito indispensable para poder proyectar cualquier emprendimiento, ya que es la base esencial de los ingresos del Estado. Bolivia exporta a Brasil unos 30 millones de metros cúbicos diarios de gas natural y a la Argentina, aproximadamente 11 millones, aunque por mutuo acuerdo no existe una obligación de cantidades fijas a suministrar.

El año 2004, la firma D'Golyer -Macnaughtigan cuantificó las reservas de gas entre probadas y probables en 46 trillones de pies cúbicos (TCF). Sin embargo, un año después, la empresa redujo las previsiones solamente a 19 TCF. Semejante caída obligó al Gobierno a buscar una nueva certificación con la empresa Ryder Scott Petroleum Consultants, con la cual se firmó contrato el 21 de septiembre de 2009. Los resultados fueron escondidos por el gobierno por mucho tiempo, pero al trascender extraoficialmente y generar especulaciones, las autoridades hicieron conocer parcialmente el informe. El nuevo estudio certificaba aproximadamente 9,7 TCF, cifra incompatible con los anhelados proyectos de industrialización del gas natural. Frente a esta alarmante situación, el gobierno anunció que el país tiene 12,8 de TCF. En los últimos días, se anunció que las reservas llegaban a 11,2. No se sabe cómo se consiguió esa estimación, por lo que queda en el ambiente la duda.

Las razones por las que las reservas han bajado tanto, tienen su explicación en varios factores. Primero la explotación realizada en los últimos años sin que se efectúen reposiciones de las reservas mediante la exploración, perforación y cuantificación de recursos. Segundo, tiene que ver con el estándar de las exigencias técnicas internacionales actuales para la calificación de reservas que se han vuelto más exigentes. Ese hecho ha influido en la disminución de las estimaciones. A ello se suman la falta de inversiones en el sector hidrocarburos. Las permanentes amenazas del gobierno contra los inversionistas; la inseguridad jurídica, el incumplimiento del gobierno a sus compromisos internacionales, los juicios irresueltos en el exterior por las estatizaciones, y otras acciones hostiles contra la empresa privada, han generado un ambiente desalentador para las inversiones.

YPFB hace poco anunció que con la incorporación de nuevos proyectos de prospección para 2014 las reservas probadas de gas natural subirán de 11,2 a 18,6 trillones de pies cúbicos (TCF), un aumento del 66%.

La necesidad de contar con más reservas ha hecho que el gobierno ofrezca a varias transnacionales destrabar la explotación de hidrocarburos en las reservas naturales, parques nacionales y territorios indígenas. Asimismo, anunció que se contratará una empresa especializada para cuantificar las reservas de gas y petróleo. Esta es una obligación legal que YPFB ha estado aludiendo. Existen normas que obligan a YPFB a que, mediante licitación internacional, contrate empresas especializadas para certificar el nivel de reservas en el país, para que cada año se tenga un estudio actualizado. Lamentablemente, solo se conoce el trabajo realizado el año 2090. Bolivia, para poder cumplir los compromisos ya firmados de exportación de gas natural con Brasil y Argentina, así como para atender el mercado interno y desarrollar los proyectos de industrialización prometidos por el gobierno, requiere contar por lo menos con 20 trillones de pies cúbicos de reservas (TCF), caso contrario, corre el riesgo de un desabastecimiento para los requerimientos internos y un agotamiento prematuro de sus reservas.

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