La Patria • Cedla: En Bolivia el 60% de la población gana menos del salario mínimo • 12/05/2014
Se calcula que en Bolivia existe una masa laboral de más de 2 millones de trabajadores, de los cuales la mayoría se encuentra en la informalidad, razón por la que el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) asegura que el 60 por ciento de los trabajadores perciben ingresos inferiores al salario mínimo nacional o en torno al mismo, que este año alcanza a 1.440 bolivianos con el último incremento decretado por el Gobierno.
Según el estudio desarrollado por el Cedla, Bolivia continua con el salario mínimo de la región, además explica que la mayoría de las fuentes de trabajo de los bolivianos es de baja productividad, como comercio, servicios y otros, incluyendo las actividades agropecuarias de subsistencia en varias regiones del país donde se pagan salarios bajos.
El reciente incremento salarial acordado entre la Central Obrera Boliviana (COB) y el Gobierno, considerado uno de los más elevados de los recientes años, para los datos del Cedla continúa como el más bajo de la región.
«El poder de compra que tienen los salarios en Bolivia hasta la gestión 2012 llegaba a un poco más de 91 dólares, mientras que en Argentina llegaba a casi 232 dólares en este mismo periodo, en Uruguay era de unos 136 dólares, en Chile un poco más de 118 dólares y en Venezuela más de 97 dólares», indica el documento.
Además detalla que el año pasado, en Bolivia se pagaba un salario mínimo que ascendía a 173 dólares, en Perú se pagaba un mínimo que llegaba a los 292 dólares, en Ecuador 318 dólares y en Colombia 331 dólares, niveles de diferencia que también se registraban en la gestión 2012, de acuerdo con los datos recogidos por la Comunidad Andina (CAN) a diciembre de la pasada gestión.
EMPLEOS
Según el investigador del Cedla, Bruno Rojas, una de las características del mercado de trabajo en Bolivia es que hay más empleo que se concentra y se genera en el sector terciario, como el comercio y servicios.
Rojas aseguró que existe una ruptura entre formación educativa, técnica y el mercado de trabajo.
«Y en comercio se requiere pocos profesionales, pocos técnicos; se demanda más promotores de venta, impulsores, gente que venda comida rápida. En la construcción hay menos demanda de maestros con experiencia; la mayor cantidad de puestos vacantes es para peones y ayudantes, en particular para mujeres, que han ingresado en mayor número en los cuatro años recientes», dijo.
Advirtió que varias ciudades se «terciarizan» que da miedo. «La Paz vive del comercio y los servicios; Oruro vive del comercio y la minería, pero sobre todo del comercio de ropa usada, de autos chutos, y en Potosí, aunque vive de la minería, también hay comercio y transporte; en Cochabamba, del comercio y, en parte, de la producción; Santa Cruz es quizá un buen ejemplo en términos del impulso productivo; El Alto, también», indicó.
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