La Ley 3058 es insuficiente para industrializar el gas natural, coincidieron analistas del sector petrolero al plantear nuevas reglas de juego para añadir valor agregado a este recurso no renovable.

Ese fue el planteamiento generalizado de especialistas en el coloquio sobre industrialización del gas, indica  el informe de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH). El encuentro se realizó el miércoles en Santa Cruz, fue organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo laboral y Agrario (CEDLA).

Carlos Delius calificó como un fracaso la actual norma y se mostró partidario de una alianza con poderosas mundiales como la brasileña Braskem, para llevar adelante proyectos de industrialización del etano, indica el informe de CBH.

En tanto Sebastián Daroca señaló que la Ley 3058  generó una ola de iniciativas privadas, pero no existen suficientes condiciones para impulsar el dinamismo de la industria del gas. Identificando como uno de los problemas la falta de recursos y de fortalecimiento institucional de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Justo Zapata plantea la necesidad de un nuevo marco legal, pero antes se deben definir las estrategias de desarrollo del país, para luego elaborar la energética. Sugirió también que el metano, compuesto que más abunda en el gas natural, se pueda exportar como gas natural licuado (GNL), indica el informe.

En tanto que el presidente de YPFB-Transporte,  Christian Inchauste, plantea  que el gas genere mayor valor agregado con la electricidad, señalando que el ciclo combinado, que aprovecha el calor generado por las termoeléctricas, puede optimizar la industrialización del gas.

Inchauste es autor del estudio “Hacia una política de industrialización del gas boliviano”, presentado el miércoles antes del coloquio. En el documento puntualiza la necesidad de definir una “política de financiamiento”.

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