La mayoría de las mujeres prefiere trabajar y la gran parte de los hombres están de acuerdo, según un informe OIT-Gallup
OIT. 08 de marzo de 2017
Un nuevo e histórico informe muestra claramente que las preocupaciones relacionadas con la igualdad de género y un mejor equilibrio entre la vida familiar y profesional tienen resonancia en todo el mundo.
El informe OIT-Gallup “Hacia un futuro mejor para las mujeres en el trabajo: la opinión de las mujeres y de los hombres ” (Towards a better future for women and work: Voices of women and men ), presenta por primera vez un balance de los comportamientos y las actitudes de las mujeres y los hombres en relación a las mujeres en el trabajo. Los resultados provienen de la Encuesta Mundial Gallup que fue realizada en 142 países y territorios y entrevistó a casi 149.000 adultos. Es representativa de más de 99 por ciento de la población adulta mundial.
Las conclusiones son reveladoras: un total del 70 por ciento de las mujeres y una proporción similar de 66 por ciento de los hombres, preferirían que las mujeres tuviesen un empleo remunerado. Estas cifras equivalen a más del doble del porcentaje de quienes prefieren que las mujeres se queden en el hogar. En todo el mundo, las mujeres preferirían trabajar en empleos remunerados (29 por ciento) o estar en situaciones que les permitiesen trabajar y cuidar de sus familias (41 por ciento), según el informe conjunto OIT-Gallup. Sólo 27 por ciento de las mujeres desea permanecer en el hogar.
El 70 por ciento de mujeres que quisiera tener un empleo remunerado incluye en particular una mayoría de mujeres que actualmente no forman parte de la fuerza de trabajo. Aún más importante, esto es cierto en casi todas las regiones del mundo, incluso en diversas regiones donde la tasa de participación de las mujeres en la fuerza de trabajo es tradicionalmente baja, como en los Estados y territorios Árabes.
Los puntos de vista de las mujeres y de los hombres convergen
El informe también señala que las opiniones de los hombres son muy similares a la de las mujeres en la mayoría de los casos.
Al 28 por ciento de los hombres le gustaría que las mujeres de su familia tuviesen empleos remuneraros, 29 por ciento quisiera que se quedaran en casa y 38 por ciento preferirían que pudiesen trabajar y cuidar del hogar. A nivel mundial, es más probable que las mujeres que trabajan a tiempo completo para un empleador (más de 30 horas a la semana, según la definición de Gallup) prefieran situaciones que les permitan conciliar el trabajo con las obligaciones de la familia/el hogar. Las mujeres y los hombres con niveles de educación más altos son más propensos a preferir que las mujeres trabajen en empleos remunerados y proporcionen cuidado.
“Esta encuesta muestra con claridad que la mayoría de las mujeres y de los hombres de todo el mundo prefieren que las mujeres tengan empleos remunerados. Las políticas de apoyo a la familia, que permiten que las mujeres permanezcan en el empleo remunerado y progresen profesionalmente estimulando a los hombres a asumir el justo porcentaje de responsabilidad en el trabajo de cuidado, son indispensables para alcanzar la igualdad de género en el trabajo”, declaró Guy Ryder, Director General de la OIT.
Además de sondear las preferencias sobre las mujeres y el trabajo, a las personas encuestadas se les preguntó si era aceptable que las mujeres de su familia tuviesen empleos remunerados. Las mujeres eran más propensas a considerar el empleo remunerado completamente aceptable (83 por ciento), mientras que la proporción de hombres fue un poco inferior (77 por ciento).
Las familias desempeñan un papel importante en la formación de estas actitudes: en los hogares donde no es aceptable que las mujeres trabajen fuera del hogar, alrededor de una de cada tres mujeres desearía tener un empleo remunerado. A nivel mundial, es probable que los adultos sean un poco menos favorables a aceptar que las mujeres de sus familias trabajen fuera del hogar cuando en la familia hay niños menores de 15 años.
¿Qué opinan las personas acerca de las mujeres y el trabajo?
Equilibrio trabajo-familia
Sin embargo, conciliar el trabajo con el cuidado de la familia representa un importante desafío para las mujeres que trabajan en todo el mundo. De hecho, tanto las mujeres como los hombres en la gran mayoría de los países y territorios encuestados mencionaron “el equilibrio entre el trabajo y la familia” como uno de los principales problemas que enfrentan las mujeres que tienen empleos remunerados.
Otras cuestiones como el trato injusto, los abusos, el acoso en el lugar de trabajo, la falta de empleos bien renumerados y la desigualdad salarial, también figuran entre los principales problemas en diversas regiones del mundo.
En África Subsahariana, por ejemplo, el número de personas que menciona motivaciones que pertenecen a la categoría de respuesta “trato injusto/discriminación” en el lugar de trabajo (19 por ciento) es casi igual al que menciona el “equilibrio trabajo-familia” (18 por ciento). En Europa del Norte, Meridional y Occidental, un número mayor menciona el equilibrio trabajo-familia, pero la igualdad salarial también es considerado un importante desafío.
En América del Norte, es más probable que las personas citen la desigualdad salarial (30 por ciento), seguido por el equilibrio trabajo-familia (16 por ciento) y el trato injusto/discriminación (15 por ciento). En África del Norte, África Subsahariana y los Estados Árabes, “los miembros de la familia no aprueban que las mujeres trabajen” figura entre los cinco obstáculos más mencionados que enfrentan las mujeres trabajadoras.
Los factores que las mujeres perciben como obstáculos a los cuales las mujeres trabajadoras tienen que hacer frente cambian en función de la edad. Es más probable que las mujeres jóvenes entre 15 y 29 años mencionen el trato injusto, el abuso y el acoso en el trabajo que las mujeres mayores. Por otra parte, las mujeres de entre 30 y 44 años están más propensas que las de otros grupos de edad a mencionar la falta de servicios de cuidado asequible para sus niños y familias. A medida que las mujeres avanzan en edad, es más probable que mencionen la diferencia de remuneración en relación a los hombres.
Los ingresos y el empleo de la mujer: ¿hemos progresado en la igualdad?
A nivel mundial, la mayoría de las mujeres empleadas dice que su salario es una contribución importante al ingreso del hogar (30 por ciento) o es la fuente principal (26 por ciento). Pero los hombres son todavía más propensos a declarar que ellos proveen la fuente principal de ingresos dentro del hogar.
No obstante, entre las mujeres y los hombres empleados con niveles de educación más altos, la disparidad en relación a su contribución al ingreso familiar es menor.
A escala mundial, las mujeres y los hombres comparten opiniones similares sobre las oportunidades de empleo de las mujeres. El informe constató que, si una mujer tiene un nivel de educación y experiencia similar a la de un hombre, las mujeres y los hombres de todo el mundo están más propensos a decir que ella tiene la misma oportunidad de encontrar un buen empleo en la ciudad o la región donde vive. En todo el mundo, 25 por ciento de las mujeres y 29 por ciento de los hombres dicen que las mujeres tienen mejores oportunidades de encontrar un buen empleo. No obstante, la evidencia muestra la existente desigualdad de género en los mercados laborales de todo el mundo.
Estas actitudes, sin embargo, varían de una región a otra, y mucho en función del nivel de estudios y de participación en la fuerza de trabajo. América del Norte, por ejemplo, lidera otras regiones en términos de la percepción de igualdad de oportunidades. En esta región, la mayoría (55 por ciento) dijo que una mujer con calificaciones similares a las de un hombre tiene la misma oportunidad de encontrar un buen empleo. Los hombres (60 por ciento) están más propensos que las mujeres (50 ciento) a percibirlo de esta manera.
Por otra parte, Europa del Norte, Occidental y del Sur así como Europa Oriental, lidera otras regiones en términos de percibir peores oportunidades para las mujeres que tienen experiencia y cualificaciones similares a los hombres.
En todo el mundo, mientras más alto es el nivel educativo de las mujeres, es menos probable que perciban mejores oportunidades en el mercado de trabajo para las mujeres que tienen las mismas cualificaciones que los hombres. La opinión de los hombres no varía mucho según su nivel de estudios.
“El mundo debe promover la igualdad de género y empoderar a las mujeres en el trabajo. No sólo en beneficio de las mujeres, sino para el bien de toda la humanidad”, declaró Jim Clifton, Director Ejecutivo de Gallup.
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