OIT alerta sobre necesidad de mejorar la gobernanza de migración laboral en América Latina y el Caribe
OIT. 30 de agosto de 2016
El número de trabajadores migrantes aumenta rápidamente. En la región hay corredores migratorios por donde circulan personas que enfrentan la informalidad y la desprotección. Es urgente abordar la dimensión laboral de las migraciones, dijo el Director Regional de OIT en México.
MÉXICO – Durante los últimos cinco años el número de trabajadores migrantes que habitan en América Latina y el Caribe subió de 3,2 a 4,3 millones, y muchos más transitan por corredores migratorios rumbo a otros lugares del mundo, lo cual plantea desafíos y oportunidades que deben ser abordadas con urgencia, plantea un nuevo informe de OIT.
Los latinoamericanos también transitan corredores hacia otras regiones. De un total de 45 millones de migrantes en Estados Unidos, más de 21 millones son de América Latina. En España casi 1,3 millones de extranjeros que residen allí provienen de América del Sur, según fuentes citadas en el informe.
El estudio sobre La migración laboral en América Latina y el Caribe que presentó la OIT identifica y analiza “un complejo sistema” de 11 corredores principales de movimiento de trabajadores, 9 de ellos intra-regionales sur-sur entre países de la región, y los 2 principales extra-regionales, sur-norte, hacia Estados Unidos y España.
Según el informe este sistema de corredores evoluciona en forma permanente debido a “cambios en la interdependencia económica y en los mercados de trabajo” y se ha venido expandiendo en volumen, dinamismo y complejidad.
“La búsqueda de oportunidades de trabajo es sin duda la principal motivación de las migraciones. Sin embargo, en las políticas migratorias predomina un enfoque dominado por un paradigma de control de fronteras y seguridad nacional, y a menudo no contemplan en forma adecuada la dimensión laboral”, dijo el Director Regional de OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar.
Además, al interior de los países “existe un claro divorcio entre las políticas de empleo y las políticas de migración laboral, y ahora es más urgente que nunca que se complementen”, dijo Salazar.
Agregó que “hoy en día son pocos los países de la región que no forman parte de movimientos migratorios, ya sea como países de origen, tránsito o destino.”
Un desafío dinámico
De un total de 232 millones de migrantes en el mundo en 2015, 150 millones son trabajadores migrantes, equivalente a 64% según datos de la OIT al nivel global.
27% (41 millones aproximadamente) de esos trabajadores viven en las Américas, 37 millones en América del Norte y 4.3 millones en América Latina y el Caribe.
“Sin duda es un fenómeno complejo, la región además de tener países de destino de trabajadores migrantes, tiene países de tránsito y de origen de migraciones hacia otras regiones, todo lo cual plantea desafíos y a menudo genera inquietud e incluso malestar, pero no cabe duda que también hay oportunidades que deben ser aprovechadas”, dijo el Director Regional de OIT.
Según dijo Salazar, la OIT propone la urgencia de tener una migración laboral bien manejada, y con buenos mecanismos de gobernanza, y bien vinculada con las necesidades y dinámicas del mundo del trabajo. “Si la migración laboral es bien manejada permite mantener y aumentar un crecimiento económico inclusivo en los países de destino y reducir la pobreza en los países de origen”.
El estudio destaca que los 11 corredores analizados “están en un constante rediseño de rutas, de las formas de intermediación y reclutamiento, sistemas de transporte, prácticas de coyotaje, a causa de los propios cambios en los mercados de trabajo”, dijo Salazar.
Asuntos relacionados con la gobernanza de las migraciones, con el medio ambiente y el clima, y por supuesto con la inestabilidad política y social, también afectan los flujos en estos corredores migratorios, agregó.
El nuevo informe de la OIT destaca varias características comunes en los corredores: la feminización de la migración laboral pues las mujeres son más de 50%, la alta proporción de trabajadores migrantes en situación irregular, la alta proporción de trabajadores migrantes en la economía informal, el bajo acceso a la protección social, y las con frecuencia deficientes condiciones de empleo así como el hecho de que un número importante de ellos sufre abuso, explotación y discriminación.
Se necesitan mejores estrategias
“Hicimos este informe para presentar un diagnostico lo más actualizado posible de acuerdo con la información disponible, que es poca, con el fin de analizar las debilidades y desafíos de las políticas públicas y de gobernanza de los principales corredores migratorios en América Latina y el Caribe”, explicó Salazar.
El informe destaca que hay vacíos y fragmentación en los acuerdos migratorios regionales, que existe un débil enfoque laboral y de derechos en la institucionalidad y la gobernabilidad migratoria, y falta de coherencia entre políticas migratorias y políticas de empleo.
El informe argumenta que los actores del mundo del trabajo, incluidos Ministerios del Trabajo y las organizaciones de empleadores y de trabajadores, deben tener participación más activa en la elaboración de estrategias de migración. También alerta que hay insuficiente participación de los trabajadores migrantes en procesos de sindicalización y negociación colectiva.
Las líneas de trabajo y acción que la OIT propone para la región de América Latina y el Caribe incluyen:
- Promover una migración regular, segura y equitativa
- Promover formas de contratación justas
- Mejorar las condiciones laborales de los trabajadores migrantes y su formalización
- Promover una mejor gobernabilidad de las migraciones y un más sólido diálogo social en esta materia
- Recurrir a un enfoque de derechos al abordar el tema de las migraciones
- Fortalecer los vínculos entre políticas de empleo y políticas de migración laboral
- Promover un enfoque de género, de protección a la niñez migrante y de prevenir el trabajo infantil migrante
- Sensibilización sobre la contribución de los trabajadores migrantes al desarrollo
“Sin duda que se trata de un desafío de grandes y múltiples dimensiones, y es clave también mejorar las estadísticas y la información sobre esta realidad, porque hay muchas lagunas, datos sin actualizar… Y en cambio la gente se sigue moviendo sin parar”, dijo el especialista regional de OIT en migraciones, Guillermo Dema.
El Director Regional de la OIT destacó que “la historia nos enseña que nada puede detener los flujos migratorios, ni las cercas ni los muros, también sabemos que no es fácil para las sociedades de destino acostumbrarse a la llegada de los trabajadores, pero tenemos que saber aprovechar las oportunidades y el potencial que representan los recursos humanos para todas nuestras sociedades”.
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