El precio del petróleo
Algunos países de la región podrían enfrentar la caída del petróleo devaluando sus monedas.
La Razón / Rolando Morales Anaya
02:47 / 12 de enero de 2015
El mundo entero está alarmado por la reciente caída del precio del petróleo y por la dificultad de encontrar explicaciones suficientes para pronosticar que se trata de una caída temporal o de larga duración. La explicación convencional de la disminución del precio del petróleo es el aumento de la oferta frente a la evolución moderada de la demanda, pero no se puede obviar el hecho de que este mercado no es competitivo, debido a que hay pocos oferentes y varios de los más importantes están agrupados en la OPEP que funciona como cartel.
Además de posibles razones económicas, entre otras las de tratar de eliminar del mercado a la competencia americana basada en el shale oil, las explicaciones sobre los movimientos del precio de los hidrocarburos tienen que tener en cuenta aspectos de geopolítica, y en ese contexto el panorama es confuso. Por una parte, el conflicto que mantiene Rusia con la Unión Europea a propósito de Ucrania es susceptible de hacer realidad las amenazas de Vladímir Putin de reducir los envíos de gas hacia Occidente, con la consecuencia de elevar los precios. Un resultado similar se podría esperar del conflicto en Irak y Siria, después de que el movimiento yihadista se haya apoderado de importantes yacimientos de crudo. Esta situación debería mermar la oferta en los mercados formales y hacer temer sobre su volumen en el futuro inmediato, haciendo presión sobre su precio; pero también hay fuerzas que pujan por hacer rebajar el precio.
Algunas razones políticas podrían haber acompañado la decisión de los países árabes. Entre éstas, el objetivo de dejar sin recursos económicos al movimiento yihadista y el de provocar malestar en la economía rusa. Si esto fuese cierto, ha tenido que ser consensuado con Estados Unidos y con la Unión Europea. Israel y Arabia Saudita deben estar muy contentos de los impactos de este fenómeno en Irán y, muy de paso, algunos sectores de Estados Unidos deben estar felices pronosticando sus efectos en algunos países díscolos de América Latina con el imperio.
Si se trata de un conflicto para no perder mercados, se puede esperar que el precio fluctúe hasta que se estabilice la oferta total de los productores que se incorporan y se retiran del mercado. En el caso en que haya razones políticas, la caída de precios persistirá el tiempo que dure el conflicto armado en Medio Oriente y que Rusia y la Unión Europea lleguen a un acuerdo sobre Ucrania.
Los movimientos de precios de los hidrocarburos pueden causar serios daños a la economía boliviana, debido a que el presupuesto de la nación es altamente dependiente de los ingresos del gas, pero no solamente por ello. Varios países en América Latina son también dependientes de los ingresos petroleros, los que intentarán hacer frente a su merma devaluando sus monedas, lo que daría inicio a un periodo de inestabilidad monetaria, inflación y volatilidad en el crecimiento de América Latina. A Bolivia le corresponde ser muy cuidadosa y prudente en esta coyuntura.
http://www.la-razon.com/opinion/columnistas/precio-petroleo_0_2197580254.html
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