En 201455%fue la proporción de ocupados con empleos inestables en las ciudades capitales de Bolivia (eventuales, temporales, a contrato, etc.). La inestabilidad laboral es un rasgo central del mercado de trabajo en el país (Con datos de EH - INE, 2014).
En 20144,5%fue la tasa de desempleo en las ciudades capitales del país. Con los despidos masivos entre 2015 y 2016, es muy probable que la desocupación se haya incrementado en estos años. (Con datos de UDAPE, 2015)
En 2015 2.312 bolivianos fue la pensión promedio de los jubilados del Seguro Social Obligatorio y del actual Sistema Integral de Pensiones, inferior al monto de una canasta alimentaria para 5 personas de 2.331 bolivianos (Exposición CEDLA 29/11/16)
Hasta octubre de 2016782millones de dólares fue el saldo negativo de la balanza comercial de Bolivia. Por segundo año consecutivo cayeron las exportaciones, principalmente en cuanto a su valor (Boletín CIFRAS N° 571, IBCE, 22/12/2016)
Hasta octubre de 20166.871millones de dólares es el saldo de la deuda externa boliviana. Con relación al 2007, año de condonación de la deuda, creció en 211% (Boletín CIFRAS N° 564, IBCE, Noviembre 2016)
Hasta 2016, sólo 6 gobiernos locales en el país promovieron seguros de salud gratuitos y universales para la población, según referencias preliminares compartidas en un evento organizado por CEDLA el 8 del mes en curso.
En 2015 17.1% de las empresas de El Alto disponían de vacancias para jóvenes, vale decir que, la demanda laboral era más limitada para esta población (Escobar, S. et. al, CEDLA, 2016 ).
En 20149.2millones de dólares fue la ganancia neta anual obtenida por las AFP, superior al que lograron entre el 2005 y 2013. Con el actual sistema de pensiones, las AFP ganan más (Boletín GPFD, CEDLA, N° 18, 2016).
En 20154,42%fue la rentabilidad nominal anual pagada por el sistema previsional actual en los fondos de pensiones de los trabajadores. Con este sistema, vigente desde 2011, la rentabilidad tendió a caer notoriamente (Boletín GPFD, CEDLA, N° 18, 2016).
En 2014, sólo4de cada 100 obreros de la industria y de la construcción en las ciudades capitales del país, tenían empleos de calidad; 60 de 100 obreros tuvieron empleos precarios extremos (Escobar, S. et. al, CEDLA, 2016).
