Participación de la mujer en la producción agropecuaria

Descripción

En los últimos años se viene sosteniendo que en América Latina se estaría dando un proceso de “feminización de la agricultura”, como consecuencia de una mayor participación de las mujeres en el conjunto de la población económicamente activa agropecuaria, tanto en condición de trabajadoras familiares no remuneradas o de productoras independientes como de trabajadoras asalariadas. Esta tendencia no sólo se daría por un incremento del número de mujeres que trabajan en el sector agropecuario, sino también como resultado de una reducción del número de hombres que trabajan en el mismo[1].

En el caso de Bolivia, los datos del Censo Nacional Agropecuario de 2013, revelan una situación diferente pues de un total de 4.689.264 personas utilizadas en la producción agropecuaria durante el año agrícola 2012/2013, el 61,4% fueron hombres y solamente el 38,6% mujeres. Como puede observarse en el cuadro 1 (haga clic sobre la imagen para ver el cuadro), en todos departamentos, salvo el caso de La Paz, el número de mujeres que participa en las actividades agropecuarias es menor al de los hombres. Estas diferencias son más notorias en los departamentos de las regiones de los valles y sobre todo de los llanos donde existe un mayor desarrollo del capitalismo en el campo.

Esta menor participación de las mujeres en las actividades productivas agropecuarias se presenta tanto al interior de la población, con actividades agropecuarias no asalariadas, donde participa con el 46,2% del total, como entre la población con actividades agropecuarias asalariadas donde las diferencias de participación por sexo son más marcadas, pues las mujeres representan solamente el 32,0% del total (cuadro 2, haga clic sobre la imagen para ver el cuadro).

La información censal también revela que, en cinco de los nueve departamentos del país, el número de mujeres que realizan actividades agropecuarias como asalariadas, es mayor al número de aquellas que desarrollan actividades agropecuarias no asalariadas. Es el caso de los departamentos de Pando, Santa Cruz y Beni donde las mujeres asalariadas representan el 66,1, 65,6 y 53,8 por ciento del total de la población femenina que realiza actividades agropecuarias en cada uno de ellos, así como los casos de Cochabamba y La Paz donde estos porcentajes son del orden del 53,4 y 52,1 por ciento, respectivamente. Estos datos coinciden con estudios realizados en otros países de América Latina que demuestran la cada vez mayor relevancia que tiene el trabajo asalariado entre las mujeres que participan de las actividades productivas agropecuarias (cuadro 3, haga clic sobre la imagen para ver el cuadro).

En el caso de los varones, el 59,8% del total de la población masculina que desarrolla actividades productivas agropecuarias es asalariada. Esta importancia del trabajo asalariado sobre el no asalariado entre los hombres se presenta en todos los departamentos de los valles y de los llanos, así como en el departamento de La Paz. Sólo en Oruro y Potosí la población masculina que realiza actividades agropecuarias no asalariadas es mayor a la población masculina que trabaja por un salario.

La Paz, 26 de julio de 2016


[1] Susana Lastarria Cornhiel (2008) Feminización de la agricultura en América Latina y África. Tendencias y fuerzas impulsoras (RIMISP-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural).