Descripción

La nacionalización de los hidrocarburos se quedó en papel y se lanzó una nueva ofensiva extractivista que profundiza los procesos de acumulación por desposesión, de manera que ahora hay más saqueo, devastación ambiental y recolonización de territorios indígenas. Cuando se creía posible una independencia económica sin enfrentarse con las transnacionales, en realidad las empresas petroleras han consolidado su posición dominante en el sector. Y lo más grave: en un momento de desaceleración en la economía boliviana, el gobierno se ha visto empujado a cumplir una agenda que coincide muy bien con los intereses de estos grandes consorcios internacionales. Si bien el actual bloque gobernante, fortalecido por empresarios del oriente, ha cubierto y fracasos con un discurso y retórica revolucionarios, corre el riesgo de entrar en una crisis de legitimidad con los sectores sociales: su política extractivista ha exacerbado los procesos de acumulación.

Cuadernos de coyuntura 22: La frustrada nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia

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