El retraso de la época de lluvias afectará el próximo año la seguridad alimentaria en Bolivia, alertó hoy en un estudio el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla). «Los efectos de la falta de lluvias se sentirá sobre todo en los precios de la carne de pollo y res, y serán insuficientes el arroz y el maíz», destaca el informe*.

Los técnicos en agricultura precisaron que por lo menos se requieren lluvias de unos 60 milímetros hasta el 30 de noviembre para unas 150.000 hectáreas de maíz, de lo contrario habrá masiva migración a cultivos de soja.

«Para la producción de arroz requerimos que al menos llueva unos 50 milímetros en media hora, de lo contrario sólo podremos dar cobertura a un 80 por ciento de la demanda nacional», destacó Remberto González, del Consejo Nacional de Arroceros al diario «El Deber», de Santa Cruz de la Sierra.

El estudio hecho por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario estableció que Bolivia tiene 1,6 millones de hectáreas para cultivos sin restricción, y un 82 por ciento se halla en el departamento de Santa Cruz, este de Bolivia.

Santa Cruz es el mayor productor de pollos y bovinos, además concentra un 80 por ciento de la producción agraria. El estudio constató un aumento de la importación de harina de trigo en el último quinquenio lo que obligó al cierre de unas ocho molineras.

También se advierte de futuras importaciones de arroz para cubrir un 20 por ciento de la demanda nacional. Respecto al azúcar se estima que después de marzo del próximo año no habrá escasez por el aumento de la superficie sembrada de cañaverales, pero habrá cautela en futuras exportaciones del azúcar boliviano.

Naciones Unidas, a través, del Programa Mundial de Alimentos, alertó en 2007 que unos 150 municipios (de 337) tenían alta vulnerabilidad en seguridad alimentaria.

*Nota El periodista confunde declaraciones del Consejo Nacional de Arroceros a el diario El Deber con los datos del CEDLA.

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