Teoponte sufre un desastre ambiental por cooperativas
Página Siete – Erbol
Hasta 2009 sólo había 6 cooperativas, pero por la “fiebre del oro” aumentó a 72 unidades. Ocuparon incluso la pista de aterrizaje.
Luego de que la norteamericana South American Placer Inc. (SAPI) y la Comsur dejaron Teoponte en medio de montañas de piedra y aguas turbias, en la década del 70 y 80, esta población ahora vuelve a sufrir una destrucción ecológica, esta vez por los cooperativistas auríferos.
Una visita realizada el pasado fin de semana por Erbol, permitió conocer que las cooperativas Relámpago, Unión Teoponte, Lecos, Esperanza, Comunitaria Sitahuara y Mariscal de Zepita, tienen loteado el radio urbano y suburbano, bajo consentimiento de la Gobernación de La Paz, Comibol y la Autoridad Regional Jurisdiccional Administrativa Minera (ARJAM).
La devastación ambiental es grandiosa desde el ingreso a la población, donde se observa inmensos cortes de tierra y al medio, maquinaria pesada en pleno funcionamiento.
Según el reporte, las cooperativas no respetaron áreas deportivas y coparon la pista, donde en los años 60 operaban aviones para transportar piezas de la draga que surcó los ríos Teoponte, Challana y Guanay, ubicadas al norte de La Paz.
La pista aérea ahora es un «gigante” campamento minero, donde las cooperativas auríferas relavan colas y desmontes dejadas por la exComsur, previo compromiso de reconstruirla.
En forma paralela, palas mecánicas derriban cerros y echan tierra para que otras carguen a volquetas de alto tonelaje que llevan a las cribas instaladas en la pista, aprovechando las aguas del río.
Algunas voces del pueblo pidieron que las cooperativas dejen de operar, cuando la intensa explotación minera rompió el estanque y dejó sin agua y sin luz eléctrica al lugar después que se voltearon los postes de luz.
En otros predios hay inmensos hoyos que se convirtieron en focos de infección, por la presencia de criaderos de mosquitos por el agua estancada. Lo extraño es que los protagonistas son los mismos lugareños que explotan sin tregua y sin cumplir los requisitos de la consulta ni permiso ambiental.
Descuartización de reliquia
Los teoponteños tenían como pieza de museo a un avión tipo Hércules de la trasnacional SAPI, que ya no pudo despegar por falta de repuestos. Los lugareños contaron que hasta el año pasado se lo veía parado; hoy los inversionistas lo desarmaron para dejarlo abandonado a los pies de un cerro que amenaza con desplomarse por la filtración de agua.
Sin embargo, los pobladores consideran que el culpable mayor es la Comsur, que vendió sus terrenos a la constructora Bartos S.A. de propiedad de Luis Chamón y ésta dio vía libre para que los cooperativistas traigan inversiones, a cambio de un alto porcentaje de participación en sus ganancias.
Hasta 2009 sólo había seis cooperativas, pero la «fiebre del oro” hizo que aumenten a 72, todas afiliadas a la Central de Cooperativas Mineras Auríferas Teoponte.
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