Página Siete • Guarita: Ante ONU y donde vaya gritaré por la renta y la dignidad • 25/08/2016

La dirigente dio un informe ante la ONU, en Ginebra, sobre la represión a la caravana de personas con discapacidad. “Tenía miedo, pero no podía callar”, dice.
Rosemary Guarita ríe cuando se le pregunta su edad. Sus cabellos ya canos muestran que los años acumulados no son pocos. Los últimos 26, los vivió en una silla de ruedas desde donde sacó a sus hijos adelante y peleó por una renta mensual para las personas con discapacidad.
Hace una semana, en la sede la ONU, en Ginebra, contó al mundo «el viacrucis” de cientos de personas en sillas de ruedas, con muletas o bastones, sordomudas o con discapacidad mental y psíquica que junto a ella -por 35 días- cruzaron los Andes para llegar desde Cochabamba a la sede de Gobierno en demanda de una renta de 500 bolivianos. A su arribo instalaron una vigilia de más de tres meses frente a las rejas que cercaron la plaza Murillo.
«He llevado el pedido nuestro a la ONU y estoy contenta porque hayan reconocido que es legítimo”, señala Guarita frente a las cinco carpas que mantienen la vigilia en la plaza mayor de San Francisco. «Mi ausencia fue corta pero no hay como la sensación de volver a mi país”, asegura.
Fue la primera vez que Rosemary salió de Bolivia. Acostumbrada a calles y edificios llenos de gradas sin espacio para su silla, sintió temor. «Tenía miedo ir solita, pero no podía quedarme, no me podía callar”, asevera.
Al ver su itinerario que marcaba casi dos días de viaje entre escalas y horas de vuelo, decidió colocarse una sonda fisiológica. «Pensé que no iba a haber nadie que me ayude a ir al baño o a moverme. Pero las cosas afuera habían sido diferentes”, dice.
Con asombro vio la diferencia en el avance en temas de inclusión. A donde fue le tendieron una mano de amabilidad para ayudarle a desenvolverse. «Las calles, los baños, los edificios cosas que parecen tan básicas eran realmente accesibles. No necesitaba de mucha ayuda. Aquí no es así. La conciencia de la gente es diferente”, asegura.
La noche previa a la presentación de su informe ante la ONU, Guarita no durmió. Había preparado un discurso de 10 minutos que debía ser reducido a tres. Tenía frente a ella un papel lleno de palabras pero su mente estaba en blanco. «Ayayay… Esa noche – recuerda- lloré de rabia porque no sabía cómo iba a relatar todo en tan corto tiempo. Solo le pedí a Dios que me dé las palabras”.
Frente a la comisión, su relato empezó con la situación de abandono que ella percibe desde su experiencia para explicar los motivos de la caravana y de su petición. Contó la represión policial, el enrejado del palacio de gobierno, el uso de agentes químicos, los chorros de agua del Neptuno y pidió una investigación justa para los fallecidos en la vigilia de Cochabamba.
«Me estaban escuchando, me miraban fijamente. Estaban entendiendo lo que sentía al recordar los golpes, el frío, el hambre y el dolor”, dice y su voz tiembla.
Después presentó su informe la comisión del Gobierno Boliviano. El discurso oficial, asegura Rosemary, no reflejaba la Bolivia en la que ella vive. «Decían que había trabajo para todos y que la educación y la salud habían llegado al último rincón del país”.
Tras las dos audiencias, la ONU le pidió que se reúna con la ministra de Justicia, Virginia Velasco, que encabezaba la comisión boliviana. «A pesar que dudé, dije que sí, pero ella no quiso saludarme”. En ese lugar, donde Guarita asegura que la autoridad la dejó con la mano extendida, halló otras dispuestas a ayudar.
Las recomendaciones finales de la ONU para el caso de las personas con discapacidad de Bolivia serán públicas el 2 de septiembre. «He sido la voz de todos mis compañeros. Sé que representa riesgo pero la lucha continúa. Las vigilias se mantienen en La Paz y Cochabamba. Y si a mí me callan, cientos más gritarán”, sostiene.
«Invitada o no, iré a la convención” del Gobierno
La ministra de Justicia, Virginia Velasco, informó el lunes que Bolivia será sede de un evento internacional sobre personas con discapacidad. El evento fue propuesto en la 16 sesión de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad realizado en Ginebra (Suiza) en la que también participo la dirigente Rosemary Guarita.
«Hemos pedido que se desarrolle un evento internacional acá en Bolivia para mostrar los avances que tenemos con las políticas para las personas con discapacidad”, indicó Velasco a su retorno sin precisar la fecha.
Guarita indicó que si bien aún no se ha oficializado el evento, y mucho menos una invitación para el sector que dirige, ella se hará presente. «Si se realiza voy a participar me inviten o no, porque soy persona con discapacidad que tengo derecho y obligación de participar en este tipo de convenciones”, dijo.
Cuestionó que tipo de atención se va a dar a las personas con discapacidad que lleguen ya que ni el transporte público ni las calles de las ciudades capitales del país tienen accesibilidad para discapacitados. Recalcó que en ante la ONU observó que el bono anual que ahora recibe parte de esta población no es suficiente.
Relató que para asistir al evento se endeudó con una agencia de viaje a la que ahora le debe una fuerte suma de dinero.
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