El País – Jesús Cantín
La planta de propileno y polipropileno que se construirá en el Gran Chaco ya tiene financiamiento asegurado, lo que facilitaría su licitación en este mismo año tal como pronosticó el ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez.
El propio vicepresidente Álvaro García Linera lo confirmó en una entrevista en Cadena A amplificada por la Agencia Boliviana de Información (ABI).
Mientras las calculadoras echan humo para cuadrar los presupuestos y los economistas consultan hasta en el más allá cuánto y hasta cuándo durará el frenazo en los precios del barril de petróleo, anclado por meses en el entorno de los 45 dólares, 100 menos que con los que se arrancó 2014 y 35 menos de los calculados en el presupuesto 2015, los responsables de gobierno empiezan a tomar sus decisiones: Transitar la senda de la austeridad o abonarse a la inversión productiva. Cada senda tiene sus repercusiones en lo que respecta al gasto y ajuste o al endeudamiento.
El gobierno ha optado por acelerar la inversión, siguiendo los postulados del ministro de Economía Luis Arce Catacora, para no dañar el mercado interno que apuntala el crecimiento. La herramienta para ello se diseñó hace tiempo, préstamos del Banco Central de Bolivia con respaldo en las Reservas Internacionales Netas. Las plantas de propileno y polipropileno son una de esas inversiones que buscan dar empleo en el corto plazo y valor agregado al gas en el mediano.
“Es una inversión de 1.700 millones de dólares, y eso lo haremos con nuestras reservas internacionales, hemos estado trabajando con el presidente Evo (Morales) el día de ayer (por el martes) el (presupuesto) reformulado. A mediados de año se manda a la Asamblea (Legislativa) un reformulado del presupuesto y estamos incorporando el dinero para la planta de plásticos duros en el departamento de Tarija”, informó a Cadena A el vicepresidente Álvaro García Linera.
Sostener el empleo
El presidente Morales, que ayer estuvo también en el departamento de Tarija no quiso adelantar la noticia, pero si señaló en su alocución al respecto de la “situación coyuntural” de descenso de ingresos que “en los reformulados se inyectará más dinero”.
Morales, durante la inauguración de la Planta Separadora de Líquidos del Gran Chaco el 24 de agosto, recordó que en la construcción de la emblemática planta trabajaron cerca de 2.500 personas y en momentos pico hasta 4.000. En ese sentido pidió a los vecinos del Gran Chaco “paciencia” para recuperar el nivel de empleabilidad, entendiendo que muchos de los obreros se habían quedado sin fuente de trabajo. Con el inicio de la construcción de la planta se podrá paliar esta situación, si bien el trámite no es inmediato.
Ampliación de plazo
La empresa italiana Tecnimont ya ha concluido el estudio conceptual para las plantas del Gran Chaco que según el plan de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) debían culminarse hasta 2018. El ministro de Hidrocarburos Luis Alberto señaló recientemente que se pidieron algunos estudios complementarios y que el plazo difícilmente podrá ser respetado debido a los propios plazos del proyecto.
“La ingeniería dura 18 meses y la construcción 3 años y medio, entonces veremos… pero son los tiempos normales en estos proyectos – indicó Sánchez quien también informó que se tiene previsto licitar conjuntamente el diseño final y la construcción para agilizar plazos y abaratar costos hasta en un 15 por ciento – esperamos pronto que podamos iniciar la licitación de la Ingeniería a diseño final más la construcción, que es una modalidad más ágil, para la planta de propileno – polipropileno. De esa manera estaríamos haciendo que tanto la ingeniería como la construcción sea más rápida y segura, porque los tecnólogos acompañan la construcción y hay más garantías”. Con estos plazos el proyecto vería la luz en 2020 o 2021.
Planta de polipropileno, la industrialización real
Las plantas de propileno y polipropileno que se construirán en el Gran Chaco son las que de verdad permitirán pasar de un nivel de manejo de hidrocarburos en su separación y refinación, como el que se realiza en la planta separadora de líquidos del Gran Chaco, a la nueva industria de la petroquímica.
La capacidad de producción de plásticos de la planta será de 350.000 toneladas métricas anuales (TMA) con destino al desarrollo del mercado de plásticos duros. “La empresa privada va a tener una vasta oportunidad para producir nuevos productos y por tanto ampliaremos la densidad de la industria manufacturera en el país”, señala el presidente de YPFB en la página oficial de la institución.
Los polipropilenos homopolimeros se caracterizan por su alta resistencia, rigidez y resistencia relativa a las altas temperaturas, los copolimeros random por su alta claridad y son flexibles. La planta estatal, en la que se espera la participación del departamento de Tarija en el accionariado, producirá un nivel básico de resinas, mismas que deberán ser transformadas en productos finales a través de nuevos emprendimientos públicos o privados.
En ese sentido, se espera que las autoridades departamentales y del Gran Chaco implementen un parque industrial en el entorno de las plantas para dar facilidades en la instalación de nuevas empresas en Bolivia. La exportación de las resinas también es una posibilidad contemplada, pues en Argentina numerosas empresas se han alimentado hasta la fecha de los líquidos que se han exportado de forma gratuita junto al torrente de gas nominado por Enarsa y podrían seguir demandando materia prima. Esta situación dejaría menos réditos en Bolivia y en Tarija.
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