La Razón / Marilyn Choque
El presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Marcelino Quispe, informó a La Razón que cuentan con el financiamiento del 50% (entre $us 5 millones y 7 millones) para la exploración de las reservas confirmadas de uranio en el cerro Manomó (San Ignacio de Velasco), al noreste de Santa Cruz.
“El 50% lo tenemos financiado por la Comibol y vamos a buscar el financiamiento del otro 50%”, indicó el ejecutivo, quien añadió que para la exploración de este tipo de yacimientos se necesita de $us 10 millones a 15 millones.
El proceso comenzará una vez que haya finalizado la etapa de prospección, dijo Quispe. Un estudio preliminar confirmó la existencia de reservas de uranio en el noreste cruceño, en la frontera con Brasil, informó el viernes la agencia estatal de informaciones, ABI.
“Una brigada preliminar de prospección confirmó que tenemos en el cerro Manomó, metales como uranio, borio y otros acompañantes en forma de carbonatos. Estamos planificando una exploración general porque es un reservorio muy interesante”, recalcó a este medio el titular de Comibol.
Según el ejecutivo, para la explotación y beneficio del yacimiento se requiere de $us 200 millones a 400 millones. Quispe aclaró que no se trata de un descubrimiento, sino la confirmación de las reservas que ya fue conocida con el proyecto del Precámbrico, un programa de cooperación entre Gran Bretaña y Bolivia que realizó estudios en una zona de 220.000 kilómetros cuadrados.
Un informe especial de La Paz, de junio de 2009, reveló que en Bolivia hay diez vetas en dos regiones, Potosí y Santa Cruz. La mina Cotaje (provincia Antonio Quijarro de Potosí) es una de las más conocidas. El uranio enriquecido sirve para generar energía nuclear y para fabricar bombas atómicas.
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